Transcripción de audio

El matrimonio es obra de Dios porque él personalmente tomó la dignidad de ser el primer padre en regalar a la novia. Génesis 2:22: “Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”. Él no la escondió y dijo: “encuéntrala”. Él la tomó, quizás en su brazo —no sé cómo Dios hizo esto, él es Dios— y la llevó al hombre.

Él la había engendrado en el sentido más profundo. Él había engendrado a esta mujer. Ahora su hija está siendo entregada a un hombre, y él la entrega. Él no la deja ahí afuera para que suceda algo. La majestuosidad y belleza del matrimonio resplandece en Dios, asumiendo él mismo la dignidad de presentarle a ella a su hija que él mismo hizo especialmente para este hombre.

El matrimonio es obra de Dios, no sólo porque Dios los creó con esta Dios se la trajo a él, pero Dios habló para que existiera el diseño del matrimonio. El énfasis recae aquí ahora en Dios hablando del diseño del matrimonio más plenamente de lo que revela su acción. Génesis 2:24: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

“Dios habló para que existiera el diseño del matrimonio”.

¿Quién habla en el versículo 24? El escritor de Génesis está hablando en el versículo 24. ¿Quién es ese? Jesús cree que fue Moisés. Tengo tres textos escritos aquí. ¿Qué cree Jesús acerca de que Moisés escribiera las Escrituras? Jesús cree que cuando Moisés escribió las Escrituras, Dios habló. Ahora, déjame mostrarte que para que pueda volver a mi punto, que el versículo 24 es la voz de Dios que diseña el matrimonio.

Mateo 19:4-5 dice así: “Jesús respondió: ‘ ¿No habéis leído que él, Dios, que los creó desde el principio, los hizo varón y hembra y dijo: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”. ‘”

No podría ser más claro. Jesús dijo que Dios dijo Génesis 2:24. Este es uno de los argumentos más fuertes para la inspiración de la Biblia. Todo lo que quiero que veas ahora es que cuando el versículo 24 dicta el diseño —deja a tu madre y a tu padre, aférrate a una mujer y forma una nueva familia, y sed con ella una sola carne— esa es la voz de Dios abriendo el diseño del matrimonio mismo.

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