¿Cuáles son las bendiciones de Dios para sus hijos cristianos? En Mateo 16:24, Jesús dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame». Los seguidores de los pasos de nuestro Señor deben negar sus deseos carnales, tomar sus cruces y hacer la voluntad de Dios.

La abnegación implica decir no a nuestras viejas esperanzas, objetivos y ambiciones. 1 Juan 2:16 (NVI), "Porque todo lo que hay en el mundo – los deseos de la carne y los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida – no es del Padre sino del mundo.” No debemos luchar por la comodidad terrenal. Debemos tener cuidado de no orar por fondos para satisfacer al viejo hombre, la carne.

Tomar la cruz es hacer la voluntad de Dios en oposición al mundo. Resolvemos seguir la justicia, el amor y la verdad incluso cuando el mundo nos odia. La historia registra la vida de santos fieles que fueron torturados y martirizados por traducir la Biblia, por dar la Biblia a otros, por dar testimonio de la verdad de Dios. Tomar la cruz implica usar nuestro tiempo, energía y finanzas al servicio de Dios.

Seguir a Jesús se refiere a seguir su ejemplo de vida. ¿Oró Jesús por dinero? No. Jesús era muy pobre. No tenía hogar, "Y Jesús le dijo: 'Las zorras tienen madrigueras, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza." (Mateo 8:20) La lección resumida es que no debemos luchar por la riqueza. Entonces, ¿cómo quiere Dios que manejemos nuestras finanzas?

Primero debemos trabajar, "si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma". (2 Tes. 3:10) Segundo, «si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo». (1Tim. 5:8) Debemos trabajar por alimento, vestido, morada – esencialmente las necesidades de la vida. Esto es «proveer para los suyos». Y finalmente debemos vivir dentro de nuestras posibilidades, "no debáis nada a nadie". (Romanos 13:8) Si le pedimos a Dios que nos ayude a obedecer estas instrucciones bíblicas, Dios nos bendecirá en nuestros esfuerzos.

Muchos hoy en día creen que Dios nos dará bendiciones materiales si diezmamos. El diezmo era un mandato dado al Israel natural. Fue instituido porque los levitas no recibieron ninguna tierra en Israel. Debían usar su tiempo realizando deberes sacerdotales. Para mantener a los levitas, se ordenó a la nación de Israel que diezmara la décima parte de sus ingresos. Números 18:21, "A los levitas he dado todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio del servicio que hacen…" No hay leyes de diezmo dadas a la iglesia cristiana en el Nuevo Testamento.

Mat. 6:19, 20, «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan, sino haceos tesoros en los cielos». Los tesoros espirituales traen gran paz, alegría y amor a nuestros corazones y vidas. Siguiendo a Jesús' ejemplo es un camino de regocijo a la nueva criatura.

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