¿Estás dispuesto a no ser visto en cuarentena para darte cuenta de que Dios te ve?

He recibido más llamadas telefónicas de amigos en las últimas dos semanas que en los últimos dos meses. Mis amigos extrovertidos, francamente, no están bien.

En todo el mundo, las personas están en cuarentena en sus hogares. De repente, se ha vuelto dolorosamente obvio con cuántas personas interactuamos en un día promedio y cuán pocas personas con las que muchos de nosotros interactuamos ahora.

Algunos se ven obligados a seguir trabajando incluso durante la pandemia. : médicos, enfermeras, respuesta de emergencia, trabajadores de supermercados, almacenistas, aquellos en la industria alimentaria. Estos trabajadores «esenciales» muestran su valentía todos los días.

Sin embargo, para el resto de nosotros, la mayoría de nosotros estamos atrapados trabajando, o no trabajando, en casa.

Para aquellos de nosotros en casa, podemos sentirnos aislados, invisibles, solos. Especialmente para aquellos que ya están lidiando con la ansiedad o la depresión, esta soledad puede resultar abrumadora.

Sin embargo, quizás haya algo que podamos aprender. Cuando estás solo, sin nadie que te vea, hay Uno que siempre está ahí.