Mateo 22:25-30 (NVI), 25 “‘Había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y murió, y sin descendencia dejó su mujer a su hermano. 26 Así también el segundo y el tercero, hasta el séptimo. 27 Después de todos ellos murió la mujer. 28 En la resurrección, pues, de los siete, ¿de quién será ella mujer ? Porque todos la tuvieron.’ 29 Pero Jesús les respondió: “Estáis equivocados, porque no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios”. 30 Porque en la resurrección ni se casan ni se dan en matrimonio, sino que son como ángeles en el cielo.’”

Cuando las personas sean resucitadas en la Tierra, los bebés también serán resucitado Dios ha diseñado que los bebés y los niños sean criados en un arreglo familiar. Por lo tanto, parece razonable pensar que en el comienzo del reinado de Cristo, las familias tendrán el gozo y el privilegio de criar a sus hijos hasta la edad adulta. Sin embargo, una vez que las personas han alcanzado la madurez humana perfecta, la relación matrimonial puede o no cesar. Las Escrituras no amplían más este tema.

En Mateo 22:25-30, es posible que Jesús simplemente haya estado explicando la futura resurrección espiritual de sus seguidores. A los cristianos fieles, engendrados por el Espíritu, se les promete una resurrección celestial. Y no hay matrimonio en el cielo

Algunos pueden preguntarse acerca del matrimonio celestial del Cordero y Su Novia (los fieles 144,000). Apocalipsis 19:7 (NVI), “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su Esposa se ha preparado”. Este matrimonio no sería como la relación matrimonial humana. Este matrimonio representaría la unidad de carácter y propósito entre Jesús y Su iglesia.