Parece que Dios realmente ha diseñado que la Palabra inspirada de la Biblia se vuelva singularmente poderosa al pasar a través de una persona llena del Espíritu en la manera de hacer vivir un corazón muerto.

Puesto que, en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la insensatez de la predicación. (1 Corintios 1:21)

Una razón para ello es que la Palabra salvadora es evangelio, es decir, noticia. Las noticias deben anunciarse. La calidad de las noticias se captura en el tipo de discurso que anuncia, declara, proclama, pregona, se regocija por la verdad de lo que Dios ha hecho en Cristo.

Aquí está el tributo de Spurgeon al poder de “ ;la Palabra predicada.”

Personalmente, tengo que bendecir a Dios por muchos buenos libros…pero mi gratitud sobre todo se debe a Dios, no por los libros, sino por la Palabra predicada—y eso también dirigida a mí por un hombre pobre e inculto, un hombre que nunca había recibido ningún entrenamiento para el ministerio, y probablemente nunca se escuchará de él en esta vida, un hombre ocupado en negocios, sin duda de tipo humilde, durante la semana, pero que tuvo la gracia justa para decir en sábado: «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra».

Los libros eran buenos, pero el hombre era mejor. La Palabra revelada me despertó, pero fue la Palabra predicada la que me salvó; y siempre debo conceder un valor peculiar al oír la verdad, porque por ella recibí el gozo y la paz en que se deleita mi alma.