Hoy es un aniversario: un momento para sonrisas cálidas y felicitaciones.

No importa que un niño negro sea asesinado cada minuto en Estados Unidos. No importa que más negros sean linchados en el útero cada tres días que supremacistas blancos colgados de árboles al final de caminos de tierra. No importa que más niños negros fueran asesinados la semana pasada que los que mató el KKK en todos sus 150 años de horror. No, no importa eso.

Porque hoy es un aniversario, un día para festejar, beber y divertirse.

No es un día para considerar que todos los demás bebés negros son sacrificados antes de ver la vida: dos concebidos, uno nacido. No importa que en algunos estados se maten más bebés negros de los que se mantienen. No importa que los negros sean la única minoría cuya población está en declive. No, eso no importa.

Porque hoy es un aniversario.

No es un día para reconocer que la parca del aborto ataca y cosecha a los afroamericanos, reclamando el doble de vidas negras al año que la violencia policial, los asesinatos de pandillas, los accidentes, las enfermedades cardíacas, cáncer, SIDA y todas las demás enfermedades, combinadas. Tampoco es el momento de preguntarse por qué nuestro gobierno dona más de quinientos millones de dólares para financiar estos campos de exterminio de minorías. No, porque hoy es un momento de celebración y alegría.

Porque hoy es un aniversario.

No importa que el esqueleto del aborto emerja del pasado racista del Tío Sam. No importa que fue propagado por eugenistas blancos que tenían como objetivo proteger la economía de Estados Unidos limitando la amenaza de una población negra recién emancipada cuya fuerza laboral consistía en gran parte de trabajadores no calificados y sin educación. No importa que el aborto fuera una rama del “Proyecto Negro”.

Y no importa que las primeras personas en contra del aborto no fueran los conservadores blancos, sino las Panteras Negras y la Nación del Islam, porque vieron el aborto como un asunto de derechos civiles. Y no importa que sus temores se hayan actualizado en las estadísticas actuales, que nos dicen que los bebés negros tienen cinco veces más probabilidades de ser abortados que los blancos. O que casi el 40 % de los abortos en la actualidad son realizados por mujeres negras (aunque son solo el 12 % de la población), o que dos de cada tres clínicas de Planned Parenthood están ubicadas en una comunidad negra.

No , hoy es un dia feliz. Un día especial. Un día para marcar en nuestros calendarios. Un día para recordar: un aniversario.

Un brindis entonces. . .

Desde que sonó el mazo en Roe v. Wade hace 43 años hoy, más de 17 millones de niños negros han sido asesinados en el vientre de su propia madre . Esas son las poblaciones combinadas de Nuevo México, Virginia Occidental, Nebraska, Idaho, Hawái, Maine, Nuevo Hampshire, Rhode Island, Montana, Delaware, Dakota del Sur, Alaska, Dakota del Norte, Vermont y Wyoming. Estados llenos de ciudadanos negros, padres, madres, profesionales, estudiantes, hijos, amigos, desaparecidos.

Hoy es un aniversario.