2 Corintios 4:13-14 presenta una parte del comentario del propio Pablo sobre su ministerio apostólico. Después de resaltar los sufrimientos que envuelven su ministerio (2 Corintios 4:8-10), cita una porción del Salmo 116 y se identifica con el mismo «espíritu de fe».

Este «espíritu de fe» es explicada por Pablo en el versículo 14 como esperanza en la resurrección y se confirma en el contexto del Salmo 116, que también incluye sufrimiento (Salmo 116:3-4) y un lenguaje de resurrección a la manera del salterio (Salmo 116:8-9). . Una paráfrasis del pensamiento de Pablo sería algo como:

Sí, muchas dificultades acompañan nuestro ministerio hacia ustedes. Pero nuestro ministerio está en el mismo espíritu del Salmo 116. En medio de su sufrimiento, el salmista esperaba en la resurrección y nosotros también. Sabemos que así como Dios resucitó a Jesús de entre los muertos, también nos resucitará a nosotros y nos reunirá en su presencia.

Todo esto lleva a 2 Corintios 4:15. El versículo 15 comienza como una base para el ministerio de Pablo: «Porque todo es por causa de ustedes», y luego pasa al propósito: «para que a medida que la gracia se extienda a más y más personas, aumente la acción de gracias, para la gloria de Dios».

En un versículo vamos desde las altas nubes del ministerio de la visión de la resurrección compartido por el salmista de Pablo hasta el pavimento de personas que están agradecidas por el evangelio. La conexión entre las nubes y el pavimento es propósito. Y el propósito es acción de gracias.

Debajo del estandarte de este propósito está la inserción de «gracia que se extiende a más y más». Pablo dice que cuando la gente escucha el evangelio, resulta en acción de gracias. Cuando más y más personas escuchan el evangelio, el resultado es un aumento en la acción de gracias. Este es el propósito por el cual Pablo hace lo que hace.

Entonces, unos 1.955 años después, nuestra acción de gracias por el evangelio está cumpliendo el Apóstol. El objetivo del ministerio de Pablo.

Hoy, mientras nos reunimos para Acción de Gracias, reunámonos en acción de gracias específicamente por la gracia que se nos ha otorgado. Y recordemos que nuestra acción de gracias realiza la meta del Apóstol, para la gloria de Dios.