1) Para ser salvo y pasar la eternidad disfrutando de la presencia de Dios, una persona debe perseverar en la fe hasta el final (1 Corintios 15:2; Colosenses 1:22,23; Lucas 8:11-15; Mateo 10:22; Marcos 13:13; Mateo 24:13; Hebreos 3:14; Romanos 11:20-22; 2 Timoteo 2: 11,12; Apocalipsis 2:7,10,11,17,25,26; 3:5,11,12,21).

2) Un estilo de vida obediente que brota de la fe es necesario para la salvación final (Hebreos 12:14; Romanos 8:13; Gálatas 5:19-21; Efesios 5:5; 1 Corintios 6:10; 1 Juan 3:4-10,14; 4:20; Juan 8:31; Lucas 10:28; Mateo 6:14,15; 18:35; Génesis 18:19; 22:16-17; 26:45; 2 Timoteo 2:19). Esto no quiere decir que Dios demanda perfección (Filipenses 3:12,13; 1 Juan 1:8-10; Mateo 6:12).

3) La persona que verdaderamente ha nacido de nuevo persevera en la fe. Dios se encarga de eso (1 Pedro 1:5; cf. también Juan 6:37-39; 10:26-30; Filipenses 1:6; 1 Tesalonicenses 3:11-13; 5:24; Romanos 8:1-4 ,28-30; Efesios 1:4,5).

4) En las Escrituras se nos habla de personas que parecen ser cristianas y, sin embargo, se apartan (Lucas 8:13,14; Hebreos 6:4-5; 10:26-29). Juan dice que su apostasía prueba que nunca fueron cristianos en primer lugar (1 Juan 2:19; cf. también Hebreos 6:9; Juan 8:31; Colosenses 1:22,23; Hebreos 3:6,14).

5) ¿Deberíamos contemplar la posibilidad de que seamos los que se apartan? La respuesta es sí, si persistimos en actitudes/acciones que brotan de la incredulidad.

El apóstol Pablo consideró la posibilidad de ser descalificado si no tenía cuidado de cómo «corría la carrera»; (1 Corintios 9:27); y ordenó a los arrogantes corintios que consideraran la idea de que ellos podrían ser los que se apartaran (1 Corintios 10:12; léalo cuidadosamente en el contexto de 9:24-10:13).

Pablo también da advertencias en Romanos 11:20-22 y Gálatas 5:2-21; Efesios 5:5.

El escritor de Hebreos da advertencias similares: Hebreos 2:1-3; 3:12-14; 4:1,11; 6:4-6; 10:26-31; 12:25.

6) Se nos manda examinarnos a nosotros mismos para ver si estamos o no en la fe (2 Corintios 13:5; 2 Pedro 1:10).

7) Se espera que disfrutemos y se nos ordena experimentar la seguridad de la salvación (1 Juan 5:13; Hebreos 6:11; 10:22).

8) La enseñanza bíblica de la seguridad de la salvación debe verse en el contexto de las terribles amenazas de Dios a los que caen en la incredulidad persistente, y el contexto de las gloriosas promesas de Dios a los que confían a él.

La forma en que perseveramos en la fe y por lo tanto mantenemos la seguridad de la salvación es tomando en serio las gloriosas promesas y las terribles amenazas que se encuentran en las Escrituras (cf. Hebreos 10:19-31; también Deuteronomio 28).

Pastor John &amperio; Pastor Tom