Transcripción del audio

Queremos hacer visible a Cristo. La razón por la que tienes un cuerpo en este mundo que se puede ver y tocar es usarlo para dar a conocer la belleza de Cristo. ¿Y cuál era la belleza de Cristo? Escuche Isaías 53:

No tenía forma ni majestad para que lo miráramos, ni hermosura para que lo deseáramos. Despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en quebranto.

La hermosura de Cristo es la hermosura del amor, no la hermosura de la apariencia. La belleza de Cristo es la belleza del sacrificio, no la belleza de la piel.

“La belleza de Cristo es la belleza del amor, no de la apariencia. Es la belleza del sacrificio, no de la piel”.

Dios no exige tu cuerpo porque quiere modelos para Mademoiselle o Planet Muscle; quiere modelos de misericordia. Déjame decirlo de nuevo. Dios dice: “Quiero tu cuerpo. Te quiero totalmente, tu cuerpo, tal como es. Quiero tu cuerpo, no como modelo para Mademoiselle o Planet Muscle, sino como modelo de misericordia. Cualquiera que sea su forma, esa es la belleza que busco”.

Usted encuentra esto en toda la Biblia. La belleza a la que Dios mira no es externa; es la belleza del amor, es la belleza de la misericordia, es la belleza de la paciencia, la bondad, la mansedumbre, el gozo y el dominio propio. Puedes ser grande o pequeño, alto o bajo, de mala complexión, de buena complexión, con el cabello caído o sin cabello. Puedes tener cualquier tipo de cuerpo y ser absolutamente hermoso moralmente, ya que el Espíritu te lleva a la conformidad con Jesús.

Oh, que pudiéramos incrustar esto en nuestras mujeres jóvenes, y cada vez más en los hombres jóvenes, porque creo con todo mi corazón que si pudiéramos incrustar esta verdad desde el principio en nuestras niñas y niños, entonces las enormes dificultades que estamos teniendo con los trastornos alimentarios tendrían al menos un antídoto parcial. Si pudiéramos criar a nuestros pequeños, y luego modelar para ellos, padres, cómo se visten y cómo piensan sobre el cuerpo, y ayudarlos a monitorear lo que están viendo y haciendo, y luego simplemente conducirlo día tras día. día, hay una belleza que le importa a Dios: ¿nos amamos? ¿Somos misericordiosos?

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