Aquí hay una guía básica sobre la denuncia obligatoria por abuso de The Summit Church en Vimeo.
Muchos estados requieren pastores y líderes de la iglesia para reportar denuncias de abuso. Si es pastor, ¿se siente cómodo con su capacidad para cumplir con las leyes sobre denuncias obligatorias por abuso?
En este video, Brad Hambrick, pastor de consejería en la Summit Church en Carolina del Norte responde a las preguntas sobre cuándo denunciar y qué debe hacer un pastor si no se requiere una denuncia.
Lo que necesita saber sobre la denuncia obligatoria de abuso
Las leyes sobre la denuncia obligatoria por abuso varían de un estado a otro, pero en términos generales, Hambrick dijo que se requiere la denuncia obligatoria por abuso si se trata de abuso contra un menor.
El abuso se define como:
- Infligir o permitir lesiones físicas graves no accidentales
- Crear o permitir un riesgo sustancial de lesiones físicas graves no accidentales
- Usar o permitir procedimientos o dispositivos crueles o sumamente inapropiados para modificar el comportamiento
- Cometer, permitir o alentar la violación del niño u otros delitos sexuales
- Crear o permitir daño emocional grave al niño
- Fomentar, dirigir o aprobar actos delictivos que involucren depravación moral cometidos por el niño
También se espera que los párrocos informen sobre el descuido según estos criterios:
- No recibe el cuidado, la supervisión o la disciplina adecuados
- Abandono
- No proporcionado ne atención médica necesaria
- Vive en un entorno perjudicial para el bienestar del niño
- Ha sido colocado para cuidado o adopción en violación de la ley
Hambrick advierte que muchos pueden fallar en sus responsabilidades de informar porque no están seguros si el abuso realmente ocurrió. Pero señala que una “sospecha razonable” es todo lo que requiere la ley y las autoridades no esperan que los pastores u otros sean investigadores. Han capacitado a trabajadores sociales para examinar los cargos.
Cuando se trata de denuncias obligatorias por abuso contra un adulto, la víctima de abuso tiene la opción de presentar cargos o no. Hambrick dijo que permitir que la víctima tome la decisión de denunciar o no el presunto delito es parte de restaurar su voz y devolverle un sentido de control sobre los principales eventos de su vida.
Otra área que los líderes de la iglesia deben considerar es la disciplina de la iglesia o la confrontación con el abusador acusado.
Hambrick dijo que la iglesia debe mantenerse al margen del proceso hasta que la víctima tenga un plan y esté emocionalmente lista para resistir la reacción del abusador. “La confrontación prematura del abusador”, advierte Hambrick, “pone las responsabilidades disciplinarias de la iglesia por delante del bienestar del cónyuge abusado. La disciplina debe ocurrir CUANDO DESPUÉS de que el cónyuge abusado esté listo para la angustia adicional que esto traerá”.
Hambrick reconoce que este es un tema difícil para los pastores, pero señala que “cuando alguien te habla sobre su experiencia de abuso te están dando un gran cumplido. Este tipo de divulgación es riesgoso y vulnerable. El nivel de confianza que están invirtiendo en ti habla de cuánto confían en ti y valoran tu amistad. Debido a que Dios ama a los oprimidos (Salmo 9:9), debemos tomar en serio nuestro llamado a ser tanto embajadores de Dios como parte de Su refugio”.