Por Aaron Earls

No debemos intentar copiar ciegamente a Billy Graham o su metodología, pero definitivamente podemos aprender de los principios que lo guiaron a él y a su corazón que fue moldeado por Su amor por Cristo y los perdidos.

Quizás aún más significativo, podemos aprender de lo que Graham dijo que lamentaba más.

No solemos asociar los arrepentimientos con Billy Graham y su ministerio, pero antes de su muerte compartió las cosas que más le arrepentían.

Aquí, en sus propias palabras, están los tres mayores arrepentimientos de la vida y el ministerio de Billy Graham.

Aunque tengo mucho que agradecer cuando miro hacia atrás en mi vida, también tengo muchos remordimientos. He fallado muchas veces y haría muchas cosas de manera diferente. Por un lado, hablaría menos y estudiaría más, y pasaría más tiempo con mi familia.

Cuando miro hacia atrás en el horario que mantuve hace treinta o cuarenta años, me asombran todas las cosas que hicimos y los compromisos que mantuvimos. A veces revoloteábamos de una parte del país a otra, incluso de un continente a otro, en el transcurso de unos pocos días. ¿Eran necesarios todos esos compromisos? ¿Fui tan perspicaz como podría haber sido sobre cuáles tomar y cuáles rechazar? Lo dudo. Cada día que estuve ausente de mi familia se ha ido para siempre. Aunque gran parte de ese viaje fue necesario, parte no lo fue.

También pasaría más tiempo en la crianza espiritual, buscando acercarme más a Dios para poder llegar a ser más como Cristo. Pasaría más tiempo en oración, no solo por mí sino por los demás. Pasaría más tiempo estudiando la Biblia y meditando en su verdad, no solo para preparar el sermón sino también para aplicar su mensaje a mi vida. Es demasiado fácil para alguien en mi posición leer la Biblia solo con la vista puesta en un sermón futuro, pasando por alto el mensaje que Dios tiene para mí a través de sus páginas.

Y le daría más atención a la comunión con otros cristianos, que pudieran enseñarme y animarme (e incluso reprenderme cuando fuera necesario).

Sin embargo, de una cosa no me arrepiento en absoluto, y es mi compromiso hace muchos años de aceptar el llamado de Dios a servirlo como un evangelista del Evangelio de Cristo.

¿Qué tan grande es este desafío para todos los cristianos, independientemente de dónde y cómo ministremos?

Billy Graham, el hombre que fue llamado el “pastor de América”, dijo que si pudiera hacerlo todo de nuevo, pasaría más tiempo:

• En la palabra de Dios
• Con otros creyentes en comunidad
• Con su familia

Para muchos cristianos, esas son las áreas que sacrificamos más rápido, sin importar dónde Dios nos haya llamado a servir. A él. Estas son tentaciones comunes a todos nosotros.

Defraudamos nuestra vida devocional porque dedicamos nuestro tiempo al entretenimiento. Nos alejamos de la comunidad de la iglesia local porque tenemos otras cosas que hacer. Perdemos tiempo con nuestra familia porque buscamos avanzar en nuestra carrera.

Esos eran los arrepentimientos de Billy Graham, pero no tienen que ser los nuestros. Todos podemos aprender de las muchas cosas que hizo bien, pero también podemos aprender de sus arrepentimientos admitidos.

Valorar el estudio de la Biblia. Invierte en la vida de otros cristianos. Cuida a tu familia.