No desperdicies el sonido de las sirenas
Escuchamos sirenas todo el tiempo. En medio del ajetreo y el bullicio del día, en algún momento, escuchamos el sonido de una ambulancia o un camión de bomberos o un coche de policía. ¿Qué piensas cuando los escuchas?
Nos hemos acostumbrado tanto al sonido que normalmente lo ignoramos. Realizamos nuestras actividades sin interrupciones. Pero espera, ¡ese sonido significa algo! Significa que hay una emergencia. Alguien está en necesidad, y eso no es algo para ignorar.
Las sirenas llegan a nuestro día cargadas de significado. Ya sea que se escuchen débilmente en la distancia o lo suficientemente cerca como para perturbar nuestros oídos, llegan a nuestro día como una invitación a salir de nuestra burbuja del yo y recordar que hay 6.800 millones de personas en el mundo. Nos invitan a recordar que el mundo está necesitado y que por doquier surgen oportunidades para que Dios glorifique su nombre y dé a conocer su bondad.
La próxima vez que suene una sirena, no queremos desperdiciarla. ¿Considerarías una simple oración por la persona necesitada? ¿Orarías por el conductor y el equipo que se apresuran a ayudar? ¿Orarías para que Jesús sea abrazado y que Dios sea glorificado, de alguna manera en algún momento? ¿Y orarías para que se acelere el día en que no haya más sonido de sirenas?