Isaías 9:6 «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado será sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”

Con respecto a la posible confusión en este versículo al armonizarlo con el enseñanza bíblica de que Jesús es el Hijo de Dios, observamos que este versículo es definitivamente una profecía que se refiere a Jesús. Jesús es un dios poderoso, pero no es el Dios Todopoderoso. Recuerde que Jesús citó el versículo (Salmo 82:6) al reprochar a los judíos que querían apedrearlo por llamarse Hijo de Dios.

Leamos este relato en Juan 10:31-36: “Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearlo. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de parte de mi Padre; ¿Por cuál de estas obras me apedreáis? Los judíos le respondieron, diciendo: Por buena obra no te apedreamos; sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y la Escritura no puede ser quebrantada; decís de aquel a quien el Padre santificó y envió al mundo, blasfemas; porque dije: Soy Hijo de Dios?

Dios en este sentido significa poderoso. Para referirnos al único Dios Todopoderoso, necesitamos agregar lenguaje definitivo, como "Todopoderoso".

Entonces, en Isaías 9:6 podemos ver que la frase "Dios Fuerte" ; no tiene que referirse al Padre Celestial, pero puede y se refiere a Jesús. 

Ahora, la frase «Padre eterno», significa Padre eterno en hebreo. Pero la idea de que Jesús es un padre es de mayor interés.

En I Corintios 15:45 leemos: «Y así está escrito: Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente; el postrer Adán, un espíritu vivificante». Así como Adán fue el padre o progenitor de la familia humana, así Jesús, debido a su sacrificio voluntario en la cruz, se convirtió en el segundo Adán, un espíritu que da vida a la familia humana moribunda. Adán nos dio vida, pero en realidad todos morimos a causa del pecado heredado. Sin embargo, Jesús nos da la capacidad de obtener una vida perfecta y eterna. Yo soy la raíz y el linaje de David, y el nacimiento y la estrella de la mañana.”

Jesús es el linaje de David en un sentido a través de su genealogía a través de José y María. Esto cumple ciertas profecías. Él es la raíz de David en el sentido de que la raíz es la fuente de vida de una planta. Jesús resucitará a David, él será la fuente de vida para David en el futuro. Entonces, en efecto, Jesús será padre o dador de vida para David, pero no sólo para David, sino para toda la humanidad, como lo fue el primer Adán para toda la familia humana.

Confiamos en que esto ayude a explicar Isaías 9:6 con el resto de las Escrituras al explicar que Jesús es el Hijo de Dios Todopoderoso, y que en el reino de paz, Jesús será el Dios poderoso con poder para restaurar a la familia humana caída como su propio como el segundo Adán o segundo padre de la raza.