Así como el matrimonio simboliza la unidad y la devoción entre un hombre y una mujer, el sexo simboliza la unidad de la carne como uno. 

1 Corintios 7:2 dice: «Pero teniendo en cuenta que cometen inmoralidad sexual, cada hombre tenga relaciones sexuales con su propia mujer, y cada mujer con su propio marido». "

Además, tu cuerpo es "templo del Espíritu Santo" (1 Corintios 6:19) y por lo tanto debes mantenerlo puro y honrarlo. El versículo 20 establece que debemos honrar a Dios con nuestros cuerpos y ser inmoral sexualmente nos hace impuros.

Antes del matrimonio, nuestro enfoque debe estar en Dios, ya que esa es la relación más importante. en nuestras vidas en ese momento. Después del matrimonio, la Biblia permite que nos concentremos en Dios y en nuestro cónyuge. Dios creó el sexo no solo para la reproducción (Génesis 1:28), sino también como un símbolo de unidad entre un hombre y su esposa y algo para ser disfrutado dentro del matrimonio (ver Cantares 1:2- 4, Eclesiastés 9:9).

En conclusión, debemos mantener puros nuestros cuerposya que son templos del Espíritu Santo, honrar a Dios con nuestros cuerpos, alejarnos de cualquier acciones o pensamientos sexuales antes del matrimonio, y mantener el sexo como una unidad simbólica entre los cónyuges y no como algo para tomar a la ligera.