Dios trata a las personas de manera diferente según la situación y el período de tiempo en el que viven. En los primeros tiempos bíblicos, Dios entendió que las personas necesitaban escuchar Su voz directamente o a través de ángeles y profetas para creer en Su poder porque la Biblia aún no se había escrito. 
 
Para ejemplo, Dios habló a Noé, Job y Jonás y en Éxodo capítulo 3, ¡incluso habló a Moisés a través de una zarza ardiente!
 
También usó profetas para predicar su mensaje. Dios le dijo a sus profetas qué decirle al pueblo para que aprendiera cómo agradar a Dios o ser advertido sobre algo. 
 
Aquellas personas que vivían en ese período temprano siguieron a Dios usando sus VISTA y OÍDO. Ver poderosos milagros y escuchar las palabras de Dios pronunciadas de maneras especiales los ayudó a creer y su fe aumentó.
 
Hoy, en nuestros días, tenemos las instrucciones de Dios para nosotros escritas en La biblia. Dios trata a su pueblo de manera diferente ahora que en los tiempos bíblicos. Él quiere que lo sigamos usando nuestra FE. Hebreos 11:6 dice que es imposible agradar a Dios sin fe.
 
¿Qué es la fe? La fe es creer en cosas que no podemos ver con nuestros ojos, pero creemos debido a otra evidencia de cosas que SÍ podemos ver.  Por ejemplo, creemos que debe haber un Dios cuando vemos la belleza de la naturaleza que nos rodea y sabemos que no sucedió por accidente. Tenemos FE en que un Dios todopoderoso creó las maravillas que vemos. Tenemos FE en que las Escrituras son la palabra inspirada de Dios. Tenemos FE en que Jesús murió para que toda persona que haya vivido pueda resucitar de entre los muertos en el futuro reino de Dios. 
 
Basamos nuestra fe en la evidencia que vemos a nuestro alrededor. , y las enseñanzas de la Biblia.
 
Entonces, ¿por qué Dios ya no nos habla directamente? Porque hoy vivimos en un tiempo de fe, y nuestra fe fuerte agrada mucho a Dios. 

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