En Génesis 14:3, 4, 7, 8, Dios hizo pacto con Abraham:  "Mi pacto es contigo, y serás padre de muchas naciones…y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser un Dios tuyo y de tu simiente después de ti… Este es mi pacto, que guardaréis, entre mí y vosotros, y tu simiente después de ti; Todo varón de entre vosotros será circuncidado.”   RVR

Aunque criado como egipcio, Moisés era, por madre, judío, y debió haber sido circuncidado.  Dios acababa de llegar a él y le había dado instrucciones para llevar a cabo la tarea sumamente importante de ayudar a liberar a la nación judía de las manos de los egipcios.  Moisés no solo trató de discutir con Dios para evitar la asignación, sino que nunca se había circuncidado, lo que simboliza su inclusión como descendiente de Abraham y su fe en el pacto de Dios.  En Éxodo 4:25, se necesitaron las acciones de su propia esposa para recordarle a Moisés quién era él y cuáles eran sus responsabilidades.