El SEÑOR está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los que están abatidos en espíritu. – Salmo 34:18
Cuando las emociones son fuertes, encuentro consuelo al leer los Salmos.
El corazón de un salmista está familiarizado con el sufrimiento y consistente en la esperanza. Este patrón surge una y otra vez. El escritor expresa una lucha honesta, hace una petición y termina con la elección de confiar en Dios. Algunos Salmos se enfocan en el lamento, lo que significa lamentarse por la pérdida de algo o alguien. Algunos se centran en la alabanza. Pero muchos combinan los dos, incluso cuando varios versículos revelan el dolor del sufrimiento.
Uno de mis favoritos es el Salmo 34.
La Nueva Traducción Viviente dice: “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón; él rescata a aquellos cuyos espíritus están aplastados.”
Eugene Peterson interpreta este versículo en el Mensaje como, “Si tu corazón está quebrantado, encontrarás a Dios allí mismo; si te dan una patada en el estómago, él te ayudará a recuperar el aliento.”