Charles Bridges no solo escribió uno de los mejores libros sobre El Ministerio Cristiano sino también uno de los mejores comentarios sobre Proverbios. Ambos me han resultado inspiradores y perspicaces durante los últimos 30 años de ministerio pastoral.

Aquí’una muestra del tipo de ayuda que brinda Bridges, por ejemplo, en Proverbios 16:33, “El la suerte se echa en el regazo, pero toda su decisión es del Señor.”

La caída de un cabello o de un gorrión está dirigida, no menos que el nacimiento y la muerte de Príncipes, o las revoluciones de imperios (Mateo 10:29, 30)

Todo es rueda de la Providencia.

Quien dirigió a los ismaelitas en su viaje a Egipto en el mismo momento en que José fue arrojado al pozo ? (Génesis 37:25)

¿Quién guió a la hija de Faraón al arroyo, justo cuando el arca, con su precioso depósito, estaba entregada a las aguas? (Éxodo 2:3-5)

¿Qué le dio a Asuero una noche de insomnio, para que pudiera entretenerse con los registros de su reino? (Ester 6:1)

¿Quién preparó la ballena en el mismo momento y lugar en que se echó la suerte de Jonás? (Jonás 1:17)

¿Quién puede dejar de ver la mano de Dios, la más maravillosa en las contingencias aparentemente más casuales, anulando todas las causas secundarias para cumplir su voluntad, mientras obran la suya propia?  

Cuando los reinos se sacuden arriba y abajo como una pelota de tenis (Isaías 22:18); ningún evento puede volar fuera de los límites de su Providencia. Los más pequeños no están por debajo de ella. Ni un gorrión cae al suelo sin ella. Ni un cabello, pero está numerado por ella.

La doctrina de la omnipresente providencia de Dios es una de las más importantes para que un pastor (o cualquier persona) obtenga claridad desde el principio. Si la estación de noticias local lo llama para preguntarle sobre la relación de Dios con un tsunami, no conteste el teléfono hasta que tenga esto establecido en su cabeza y corazón.