Puesto que Jesús ha de reinar hasta que todos los enemigos sean puestos bajo Sus pies, y el último enemigo en ser destruido es la muerte (`1 Cor. 15:25,26`), ¿no probaría que Satanás y sus huestes serían destruidos antes la muerte es destruida, y que ambos serían destruidos durante el reinado de Jesús?
El argumento del Apóstol es tan claro y convincente en este `capítulo quince de Primera de Corintios ` en relación con el reinado de nuestro Señor Jesús y el objeto o propósito a ser logrado por ese reinado, que hay una sola respuesta a la pregunta y esa es afirmativa. Es evidente para todas las mentes pensantes que el reinado de Cristo aún no ha comenzado, porque las Escrituras declaran que durante el reinado del Señor, el gran adversario de la raza, Satanás, será atado, y que al final de ese reinado será desatado por un breve tiempo. Una sola mirada a las condiciones existentes en el mundo servirá para convencer a cualquiera de que Satanás es todavía una personalidad muy activa. Sin embargo, las condiciones en la próxima Era, el período del reinado de Cristo, experimentarán un cambio radical a medida que se eliminen gradualmente los elementos malvados y egoístas. La última de las cosas malas que han afligido a la raza durante tanto tiempo, la muerte, «y el que tenía el poder de la muerte» serán destruidos (`Heb. 2:14`; `Ap. 21:4`).