¿Qué pasó en el camino a Emaús?

Jesús había sido crucificado y sus seguidores estaban devastados. Sus esperanzas estaban puestas en 3 ½ años que Israel se convertiría en un reino restaurado con Jesús como rey. Pensaron que había venido a rescatar a la nación de sus enemigos, pero aquí había muerto. No parecían recordar que las Escrituras habían profetizado (es decir, predicho) que iba a morir, y que Dios lo resucitaría después de tres días.

En Lucas, (ver 24:13 -31) leemos acerca de dos seguidores de Jesús caminando desde Jerusalén hasta el pueblo de Emaús, una distancia de unas 8 millas (o casi 13 kilómetros). Tal vez querían alejarse del bullicio de la ciudad e ir a algún lugar tranquilo donde pudieran hablar, razonar juntos y tratar de entender.

Mientras caminaban, estaban muy tristes, discutiendo todo lo que había pasado. De repente, otro hombre caminaba a su lado, preguntando de qué estaban hablando. Los hombres le contaron cómo Jesús, un poderoso maestro, había sido arrestado y ejecutado. Algunas mujeres habían visitado su tumba temprano esa mañana y encontraron su cuerpo desaparecido. Estaban teniendo dificultad tratando de encontrarle sentido a esta situación. en todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y entrara en su gloria? Y comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que de él había en todas las Escrituras.” Enseñó de una manera tan profunda y significativa que el relato dice que sus corazones “ardían dentro de ellos”; (ver Lucas 24:32) mientras escuchaban.

Como se estaba haciendo tarde, los dos hombres le rogaron al extraño que se quedara con ellos a pasar la noche. Cuando se sentaron a comer, el extraño tomó un poco de pan, pidió la bendición de Dios sobre él, partió algunos pedazos y se los dio. De repente, se les abrieron los ojos y lo reconocieron como Jesús (ver Lucas 24:31) – ¡y luego desapareció de su vista!

¿Por qué los discípulos no pudieron reconocer a Jesús al principio? ¿Y por qué ocultó temporalmente su identidad?

Tal vez Dios había impedido que lo reconocieran (ver la traducción de la NTV de Lucas 24:16). O, tal vez Jesús, ahora un ser espiritual, había tomado una forma humana diferente porque tenía un propósito mayor en mente: si se hubiera revelado de inmediato, es posible que no hubieran podido concentrarse en sus importantes palabras. De esta manera, podían enfocarse en el significado profundo de las Escrituras tal como él les explicaba disfrazado.
 
Entonces, ¿qué pasó en el camino a Emaús? Dos seguidores caminaban muy tristes por la noticia de la muerte de su Salvador. Jesús apareció y les explicó las Escrituras, pero al principio no lo reconocieron. Les aseguró que todo iba perfectamente de acuerdo con el plan de Dios.

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