Una de las declaraciones más conocidas de la fe cristiana es el Padrenuestro, que comienza con las palabras “Padre nuestro que estás en los cielos”. Esto es parte del tesoro universal de la cristiandad. Cuando escucho a cristianos en una reunión privada orando individualmente, casi todas las personas comienzan su oración dirigiéndose a Dios como Padre. No hay nada más común entre nosotros que llamar a Dios Padre nuestro. Esto es tan central para nuestra experiencia cristiana que en el siglo XIX hubo quienes dijeron que la esencia básica de toda la religión cristiana se puede reducir a dos puntos: la fraternidad universal del hombre y la paternidad universal de Dios. En ese contexto, me temo que nos hemos perdido una de las enseñanzas más radicales de Jesús.
Hace unos años, un erudito alemán estaba investigando la literatura del Nuevo Testamento y descubrió que en toda la historia del judaísmo— en todos los libros existentes del Antiguo Testamento y todos los libros existentes de escritos judíos extrabíblicos que datan desde el comienzo del judaísmo hasta el siglo X dC en Italia, no hay una sola referencia de una persona judía dirigiéndose a Dios directamente en primera persona como Padre.
Había formas apropiadas de dirigirse que usaban los judíos en el Antiguo Testamento, y los niños estaban entrenados para dirigirse a Dios en frases apropiadas de respeto. Todos estos títulos fueron memorizados, y el término Padre no estaba entre ellos. El primer rabino judío que llamó a Dios “Padre” directamente fue Jesús de Nazaret. Fue una desviación radical de la tradición y, de hecho, en cada oración registrada que tenemos de los labios de Jesús, excepto una, Él llama a Dios «Padre». Fue por eso que muchos de los enemigos de Jesús buscaron destruirlo; Asumió tener esta relación íntima y personal con el Dios soberano del cielo y el creador de todas las cosas, y se atrevió a hablar en términos tan íntimos con Dios. Lo que es aún más radical es que Jesús le dice a Su pueblo: “Cuando oráis, decís: ‘Padre nuestro’”. Él nos ha dado el derecho y el privilegio de venir a la presencia de la majestad de Dios y dirigirnos a Él como Padre. porque verdaderamente El es nuestro Padre. Él nos ha adoptado en Su familia y nos ha hecho coherederos con Su Hijo unigénito (Rom. 8:17).
“¿Qué significa para nosotros llamar a Dios nuestro Padre?” y otras preguntas se pueden encontrar en nuestra sección de Preguntas Respondidas. Obtenga más información viendo el video de RC Sproul El privilegio de dirigirse a Dios como «Padre».
Este artículo sobre lo que significa llamar a Dios Padre apareció originalmente aquí.