El Espíritu se refiere claramente a Jesucristo, el Esposo. Su Esposa ha de ser la Iglesia glorificada. (Ver `Ap. 21:9`; `Ap. 19:7-9`.) El matrimonio, o unión, mencionado en la última Escritura, se lleva a cabo en la segunda venida de Cristo (`Juan 14:3`) . Sigue el reinado de Cristo (Novia y Novio), y luego el mensaje saldrá al mundo, invitando a todos a venir y obedecer a Cristo y recibir la vida eterna; y el obediente vivirá. Y los obedientes tendrán el privilegio de repetir la invitación a otros, para que «el que quiera pueda venir y tomar del agua de la vida gratuitamente». El Apóstol se refiere a la Iglesia de Cristo en su estado actual de desarrollo como «la virgen casta, desposada con un solo Esposo». (`2 Corintios 11:2`). Ella no se convertirá en la Novia de Cristo hasta el momento de la presencia del Esposo, cuando se llevarán a cabo las bodas del Cordero y seguirá la cena de las bodas (`Apoc. 19:9`). Evidentemente, de lo anterior, es manifiesto que la expresión «todo el que quiere, hace», no se aplica a todos en este momento, y no será cierto hasta que se consuma la boda.