Si una persona, en la carne, se encontrara con Dios ahora mismo, moriría.

La Biblia dice claramente que ningún hombre puede encontrarse con Dios. Moisés estaba en comunicación directa con Dios. Sin embargo, Moisés no pudo encontrarse con Dios como leemos en su pedido en…

Éxodo 33: 18-20  “Entonces dijo Moisés: “Muéstrame ahora tu gloria”. Y el SEÑOR dijo: “Haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré mi nombre, el SEÑOR, en tu presencia. Tendré misericordia del que tendré misericordia, y me compadeceré del que me compadezca. Pero,” él dijo, “no puedes ver mi rostro, porque nadie puede verme y vivir.

Esto no dice “tú NO PODRÁS. strong> ver mi cara” pero dice “tú  NO PUEDE ver mi cara”. Esta es la incapacidad de un ser humano para ver lo Divino.

Si un cristiano fiel muriera ahora mismo, recibiría una resurrección con una cuerpo divino. 2 Pedro 1:4 (LBLA), "…Él nos ha concedido Sus preciosas y magníficas promesas, para que por ellas ustedes lleguen a ser participantes de la naturaleza divina…" 

Una resurrección a la naturaleza divina les permitirá encontrarse con Dios, cara a cara. La Iglesia, el cuerpo de Cristo, será como Jesús. Podrán amar y servir a Dios como parte de Su preciosa y divina familia. 1 Juan 3:2, "Sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es.” 

Mateo 5:8 afirma: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios».” Esto no está hablando de un encuentro directo, sino que significa que con el corazón puro adecuado, comprenderás (verás) a Dios, que es puro.