La voluntad de Dios es tan amplia como Su carácter y propósito lo permiten. Su carácter se basa en la justicia. “Justicia y juicio son la morada de tu trono; misericordia y verdad irán delante de tu rostro.” (Salmo 89:14)  Dios creó al hombre con libre albedrío y, por tanto, respeta con justicia la capacidad del hombre para dirigir su propia vida. Sin embargo, el hombre también es responsable de sus decisiones.

Dios no solo es justo, sino que también es bueno y misericordioso. “El Señor es bueno con todos y sus tiernas misericordias están sobre todas sus obras.” (Salmo 145:9) Su voluntad es para la bendición final de todos cuando Su plan esté completo.  Puede haber dificultades a corto plazo o inmediatas, pero el Señor está permitiendo (no causando) estos problemas para que todos puedan aprender las horribles consecuencias del pecado y el dolor que causa el pecado de los demás y sus propios comportamientos ( Romanos 7:13).

Dios está obrando todas las cosas según su propósito amoroso. «Tú has creado todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas». (Apocalipsis 4:11) Su propósito se revela más en Efesios 1:9, 10  “Él nos dio a conocer el secreto de Su voluntad…el misericordioso propósito de Dios para el gobierno del mundo cuando los tiempos estén maduros para ello…el propósito que Él ha albergado en Su propia mente de restaurar toda la creación para encontrar su única Cabeza en Cristo; sí, las cosas del Cielo y las cosas de la tierra, para encontrar en Él su única Cabeza” (Traducción de Weymouth). 

Hay dos puntos importantes con respecto a «el gobierno del mundo cuando los tiempos estén maduros para ello». El mundo no está ahora listo para el gobierno de Dios, pero a medida que aumenta la frustración de la humanidad con los gobernantes terrenales, la gente debe mirar al Señor con mansedumbre (Sofonías 2:3). Jesús está al mando y después del Armagedón, traerá la paz mundial. (Isaías 2:2-4) Habrá unificación y armonía con Cristo, tanto en el cielo como en la tierra. Dios creó la tierra para que fuera habitada para siempre, no destruida. (Isaías 45:18)

¿Existen límites para la voluntad de Dios?  Sí. Él obra dentro de Su propósito. No pudo hacer nada en detrimento de ese propósito, ni puede cometer pecado. “Seguramente como lo he pensado así sucederá y como lo he propuesto así se mantendrá. Porque Jehová de los ejércitos lo ha dispuesto, ¿y quién lo anulará? Y su mano está extendida, ¿quién la hará retroceder? (Isaías 14:24, 27) Él no puede mentir. (Hebreos 6:18) Él no puede negarse a sí mismo. (2 Timoteo 2:13) “Dios es luz y en Él no hay oscuridad alguna”. 1 Juan 1:5

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