Transcripción de audio

“Por la fe Moisés, siendo ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios” ( Hebreos 11:24–25). Esto es una locura otra vez, ¿verdad? Esto es completamente contrario a la intuición. “Escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios que gozar de los placeres pasajeros del pecado.” Fugaz.

“El mundo entero vive para el placer. La única diferencia para los cristianos es que la de ellos es fugaz y la nuestra es para siempre”.

El mundo entero vive para el placer, ¿verdad? La única diferencia es que la de ellos es fugaz, la nuestra es para siempre. Esa no es la única diferencia. El nuestro es Jesús. Entonces, revisa y pesa en la balanza todo lo que Egipto le podía ofrecer, todo lo que servir con el pueblo bajo el vituperio de Cristo le podía ofrecer, y escoge los vituperios de Jesús. ¿Por qué? Verso 26: “Tuvo por mayor riqueza el vituperio de Cristo.”

¿Cómo te va? ¿Ser burlado es parte de tu tesoro, que amas? “Tuvo por mayor riqueza el vituperio de Cristo que los tesoros de Egipto.” ¿Cómo? “Porque estaba mirando a la recompensa.” De ahí vino. La tesis de este mensaje es: si esta recompensa — placeres a tu diestra; gozo para siempre — desciende hasta la médula de vuestros huesos para que sepáis: “En lugar de estar muerto, estaré con Cristo para siempre” — gozo para siempre — que llegará a ser la raíz de todo vuestro amor por el pueblo de Dios y el naciones del mundo, para que podáis abrazar los vituperios por Cristo y llamarlos, “Mi riqueza”. Esto es completamente diferente del mundo.

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