¿Se puede ser reformado y carismático? Matt Chandler piensa así

Carismático reformado o calvinista carismático. Son términos que esperaría ver en una lista que incluye «justicia penal» y «desastre menor». Casi se puede escuchar el comienzo de un chiste, «un calvinista y un carismático entran a un bar…»

Carismático reformado… ¿En serio?

¿Es posible que la frase no sea el oxímoron que muchos creen que es, sino más bien la síntesis de dos teologías dramáticamente diferentes que encuentran un terreno común?

La posibilidad está ganando fuerza últimamente después de los mensajes de muchos pastores en todo el país que admiten que se identifican con el término.

HUÉRFANOS TEOLÓGICOS

Uno es Matt Chandler de Village Church. En un mensaje entregado a principios de este mes, le dijo a su congregación que a menudo se siente como un huérfano teológico. Su ansiedad es comprensible. Un grupo desea liturgia, orden y consistencia. El otro se deleita en la espontaneidad, la manifestación del Espíritu Santo y la experiencia. ¿Cómo es posible que coexistan?

Muchos lo han intentado y, aunque el término es raro, existe una historia de calvinistas y carismáticos que buscan una tercera vía.

Dale M. Coulter, al escribir un artículo de First Things en 2014 titulado «¿Una invasión carismática del anglicanismo?», rastreó las raíces de una relación que se remonta a 1907 cuando un predicador pentecostal fue invitado a hablar en la Iglesia de Todos los Santos en Sunderland. All Saints se convirtió en el epicentro del pentecostalismo temprano en Inglaterra.

En 2011, Sam Hamstra, pastor de la iglesia Living Hope en Palos Heights, Illinois, desarrolló cinco puntos que describen a un carismático reformado.

1. Como cristiano reformado, afirmo la soberanía de Dios el Espíritu y creo que el Espíritu Santo puede obrar como el Espíritu desea y puede hacerlo de formas mucho más allá de mi comprensión. Por lo tanto, no puedo limitar el Espíritu poniendo el Espíritu en una caja, ni puedo desarrollar un esquema infalible para experimentar la plenitud del Espíritu Santo.
2. Como carismático reformado, reconozco que soy un santo pecador que, como pecador, ama controlar la forma en que Dios obra. Por eso tiendo a limitar la obra del Espíritu Santo a formas que encajen dentro de mi esquema. Por lo tanto, admito que el Espíritu Santo que adoro es a menudo un ídolo que he modelado con mis propias manos, corazón y mente.
3. Como carismático reformado, creo que la regeneración precede a la fe y que cuando recibimos el Espíritu Santo recibimos todo el Espíritu. Aún así, reconozco que hay un flujo y reflujo en la obra del Espíritu Santo en mi vida. A veces estorbo al Espíritu; a veces anhelo ser lleno del Espíritu; a veces experimento esa llenura.
4. Como carismático reformado, creo que el ministerio del Espíritu Santo en mi vida representa la gracia de Dios y, por tanto, disfruto de los dones y frutos del Espíritu Santo. Sin el Espíritu, estoy indefenso en mis intentos de seguir al Señor. Sin el Espíritu, ni siquiera puedo aferrarme a mi fe. Por esas razones y más, anhelo experimentar la plenitud del Espíritu tanto en mi vida como en la de mi congregación.
5. Y esta es quizás la convicción más distintiva que tengo como carismático reformado: soy un santo pecador que todavía lucha con el pecado. Por lo tanto, no confío en la voz dentro de mí. Aquí está mi dilema. Escucho a muchos cristianos decir cosas como “Anoche, mientras salía a caminar, el Señor me habló y me dijo que debía …”. Mi respuesta a eso es «¿Cómo sabes que fue el Señor quien te habló?» ¿Cómo puedes estar tan convencido de que NO era tu orgullo el que te hablaba? ¿Cómo sabes que no te estás diciendo simplemente lo que quieres escuchar?

EN BUSCA DE UNA TERCERA VÍA

Chandler representa el último intento para encontrar una tercera vía. En su sermón, recordó una experiencia que tuvo mientras estaba en la universidad y que describió como “una locura”. Dijo que un hombre que nunca antes había visto se acercó a él después de un estudio bíblico. Ese hombre agarró los lados de la cabeza de Chandler y le sopló en la cara.

“Probablemente pienses que estoy loco,” el hombre le dijo a un atónito Chandler, ‘pero estoy aquí, me han enviado aquí, creo, para ti, y Dios me ha pedido que venga aquí y sople sobre ti y tal vez eso tenga sentido para ti. día, y tal vez no lo hará. Eso es todo.

El hombre luego desapareció.

Chandler le dijo a su congregación: “Pero esto es lo que les diré : A partir de ese día la eficacia de mi ministerio, el poder de mi predicación y la respuesta a mi predicación aumentaron de una manera difícil de comunicar.”

OBSTÁCULOS AL MOVIMIENTO

Hay detractores. Algunos carismáticos dicen que cualquier intento de constreñir al Espíritu Santo a través de la liturgia o en la creencia de que ciertos dones espirituales terminaron en Pentecostés niega el poder y la obra del Espíritu Santo.

Algunos calvinistas temen que la conexión pueda conducir a un error teológico. El conocido calvinista RC Sproul, quien tuvo una experiencia carismática en un esfuerzo por ser más como sus amigos carismáticos que tenían un fervor por la oración que él no tenía, abandonó la búsqueda por temor a que también a menudo conduce a una doctrina falsa.

A pesar de las preocupaciones y advertencias, Chandler espera que se encuentre una tercera vía porque dice que los cristianos necesitan tanto una fe arraigada en las Escrituras como una experiencia del poder de Dios en sus vidas.