No sólo aquellos que creen en Cristo experimentarán la resurrección de sus cuerpos. Todas las personas serán resucitadas físicamente de entre los muertos en el último día. La diferencia es que los cristianos serán resucitados a la gloria eterna; los que no confíen en Cristo serán resucitados a juicio.

Hay muchos pasajes que enseñan que tanto los creyentes como los incrédulos resucitarán. En Hechos 24:15, Pablo dice: «Ciertamente habrá resurrección así de justos como de impíos«. Juan 5:28-29 dice: “Porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y saldrán; los que hicieron las buenas obras a una resurrección de vida, los que cometieron las malas obras a una resurrección de juicio." La enseñanza bíblica, entonces, es que para aquellos que rechazan el evangelio, el infierno involucra tanto angustia espiritual como física: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28).

Recursos adicionales

• Lea o escuche el sermón, "¿Qué sucede cuando muere? Parte III: Todos comparecen ante el tribunal de Cristo"
• Vea todos los sermones de la serie, "¿Qué sucede cuando uno muere?"