Durante los próximos seis domingos que quedan hasta el fin de semana del Día del Trabajo me siento fuertemente guiado por Dios a predicar de los textos bíblicos sobre el sufrimiento por la causa de Cristo. Déjame decirte cómo este tema me ha presionado.

No he podido descartar esto como una palabra de Dios para nosotros en este momento. Hay varios factores.

1. La primavera pasada, Richard Wurmbrand me cautivó con su testimonio de sufrimiento por Cristo en prisión durante 14 años. Todavía suena en mis oídos.
2. Desde entonces, he visto esto en las Escrituras dondequiera que miro, como una mujer ve muchas otras barrigas grandes cuando está embarazada.
3. Creo que Dios me guió a comenzar a leer un libro titulado Los hombres del pacto sobre los presbiterianos pactantes en Escocia en el 1600’s. Oh, cómo sufrieron por su fe cristiana.
4. En mayo, mientras escribía el nuevo libro sobre misiones, me involucré en el tema del sufrimiento como el precio que tendremos que pagar para terminar la gran comisión. Se convirtió en un capítulo importante.
5. Además, cuando observo la condición del mundo, veo conflicto y persecución que ya resultan en cientos de miles de muertes para los cristianos.
6. Y veo crecientes hostilidades en el hogar que afectarán a la iglesia y pondrán a prueba nuestra fe y mostrarán quién está dispuesto a ser “perseguido por la justicia’ amor.

En vista de todas estas cosas, siento que este es el momento de dejar mi carga sobre este tema de peso del sufrimiento por Cristo.

Pero esta serie no será lúgubre ni desalentadora. Esa no es la forma en que el Nuevo Testamento trata el sufrimiento. Cada texto tendrá tanto alegría como sufrimiento. Una y otra vez encuentro que las personas más felices son aquellas que más han sufrido por Cristo.

Los dos primeros mensajes dan la respuesta bíblica a la fiebre olímpica. Se relacionan con el sufrimiento porque nadie gana el oro en los Juegos Olímpicos sin un sufrimiento voluntario. Los siguientes cuatro mensajes corresponden a cuatro propósitos del sufrimiento en la vida de los creyentes: un efecto moral (santidad y esperanza), un efecto de intimidad (a medida que ganamos más de Cristo en comunión con él), un efecto de misión (ya que arriesgamos lo que sea necesario para extender los sufrimientos de Cristo a otros), y un efecto de gloria (a medida que aumentamos nuestra capacidad para llevando el peso de la gloria en la era venidera).

2 de agosto – «Espiritualidad Olímpica, Parte 1: Más allá del oro»
1 Corintios 9:19-27

9 de agosto – «Espiritualidad Olímpica, Parte 2 : ¿Cómo entonces correremos?"
1 Corintios 9:19-27

16 de agosto – «Llamados a sufrir y gozarnos: por la santidad y la esperanza»
Romanos 5: 1-8

23 de agosto – «Llamados a sufrir y a regocijarnos para ganar a Cristo»
Filipenses 3:1-14

30 de agosto – «Llamados sufrir y regocijarse: para cumplir el objetivo de las aflicciones de Cristo"
Colosenses 1:24-29

6 de septiembre – "Llamados a Sufrir y Gozarse: Por un Eterno Peso de Gloria"
2 Corintios 4:7-18

Preparándose para lo que cueste servirle,

Pastor Juan