No hay nadie como Dios, oh [Israel],
que cabalga por los cielos en tu ayuda,
y en su majestad por los cielos.
El Dios eterno es tu morada,
Y debajo están los brazos eternos.

"Cabalga por los cielos…"

Es libre de moverse donde quiera y hacer lo que le plazca. Dios no se ve obstaculizado, impedido, obstruido o restringido en el cumplimiento de sus propósitos. "Yo soy Dios…yo trabajo y nadie puede impedirlo" (Isaías 43:13). "Sé que todo lo puedes y que ningún propósito tuyo puede ser frustrado" (Job 42:2).

"…en tu ayuda".

Su libertad y su éxito ilimitado están al servicio de su pueblo. "Cabalga por los cielos para ayudarnos." Dios es exuberante en su búsqueda de maneras de ayudarnos. "El bien y la misericordia me perseguirán todos los días de mi vida" (Salmo 23:6). Los ojos del Señor recorren toda la tierra para mostrarse fuerte a favor de [nuestro] (2 Crónicas 16:9). "El Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir" (Marcos 10:45).

"No hay nadie como Dios…"

Los otros dioses quieren que cabalguemos por los cielos para su ayuda. No trabajan para el hombre; necesitan que el hombre trabaje para ellos. «Bel se inclina, Nebo se inclina; sus ídolos están sobre bestias" (Isaías 46:1). Necesitan ser llevados. Pero Dios lleva a su pueblo. "Desde antiguo nadie ha oído ni percibido por el oído, ningún ojo ha visto a un Dios fuera de ti que trabaje para los que esperan en él" (Isaías 64:4).

"…y en su majestad por los cielos".

Muestra su majestad en el acto de ayudar a su pueblo. Nosotros recibimos la ayuda, él recibe la majestad. "Él se exalta a sí mismo para mostrarles misericordia" (Isaías 30:18). Él no compromete el compromiso de su propia gloria al servirnos; él lo demuestra.

"El Dios eterno es tu morada…"

Él es ayuda y es hogar—hogar eterno. Cuando vuelves a casa con él, estás en casa para siempre. No puede ser quemado, ni derribado, ni asaltado, ni embargado. En él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Venir a él es volver a casa, para siempre.

Oh Dios, nuestro auxilio en los siglos pasados,
esperanza nuestra en los años venideros,
sé tú nuestro guía mientras dure la vida
y nuestro hogar eterno.

"…y debajo están los brazos eternos.”

Él no solo nos rodea como un hogar; está debajo de nosotros como brazos. Cuando cabalga por los cielos en nuestra ayuda y en su majestad a través de los cielos, nos levanta y nos sostiene junto a su corazón con brazos eternos.

Apoyándose, apoyándose,
A salvo de todas las alarmas,
Apoyándose, apoyándose,
Apoyándonos en los brazos eternos…contigo,

Pastor John