Tenemos un nuevo papá

“No’no llames a Dios “Papá” o “¡Papá”!  ¡Simplemente no lo hagas!”

Esas fueron las palabras llenas de ira que escuché.  
Escuché las palabras, pero no entendí por qué llamar a Dios Padre “Papá” o “papá” invocaría tal ira.
Nunca lo olvides, las personas heridas lastiman a las personas.
La persona que reaccionó tan violentamente fue una persona herida profundamente por alguien que se suponía que debía amarla, protegerla y proveerla, y en cambio fue abusada por él.  
Así que cada vez que se hace referencia a Dios como “Padre” “Papá” o “papi” horribles recuerdos dominan su mente.
Entonces, ¿qué hacemos?  Me encanta llamar a Dios Padre “Papá”.
En los Evangelios, Jesús llama a Dios Padre “Abba” y el Apóstol Pablo llamó a Dios Padre “Abba” también.  La palabra aramea para “Abba” es equivalente al término cariñoso inglés, “Papa” o “papá” 
Entonces, ¿qué hacemos?
Esto es lo que hice y sigo haciendo para superar las heridas de mi padre.
Tenía una opción.
Podría permitir que mi padre biológico, que me tuvo cuando solo tenía diecinueve años y que luchó con varios problemas que hicieron que él no fuera un factor en mi vida, siguiera causándome dolor o yo podría mirar HACIA ARRIBA a mi nuevo Papá como mi fuente de vida y plenitud.
Me niego a vivir en el dolor de mi pasado a expensas de la alegría que puedo experimentar hoy, sabiendo que Dios dice:
“Y seré para vosotros un padre, y vosotros seréis hijos e hijas para Mí,” dice el Señor Todopoderoso.  2 Corintios 6:18 (RVR60)
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡Abba! ¡Padre!”  Gálatas 4:6 (RVR60)
Si lo dice el Todopoderoso Papá, debo creerlo o me haré una fiesta de lástima.  Y las fiestas de lástima solo dan el regalo de la depresión.
A través de Jesús, eres un hijo adoptivo de Dios.  Tienes un nuevo papá.  Y lo que descubrí es que a medida que acepto a mi nuevo papá, puedo perdonar y tener una gran relación con mi viejo papá.
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Marinar eso,

Pastor Derwin