El apóstol Pablo escribió: “Si vosotros sois de Cristo, entonces sois simiente de Abraham y herederos según la promesa,” Gálatas  Los que son engendrados con el Espíritu Santo son herederos de la promesa abrahámica: “…en ti todas las familias de la tierra serán benditas,” Génesis 12:3. Esto enseña que existe la simiente abrahámica que bendecirá a toda la humanidad.

El supremo llamamiento es la invitación de Dios para recibir la salvación ahora y convertirse en parte de la clase bendita, el Cristo. Jesús invitó: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame, ” Marcos 8:34.  ​

Seguir a Jesús en este mundo actual es difícil. Nuestra carne caída se opone a nosotros, pero “los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”. Gálatas 5:24. El presente mundo malo y el diablo se nos oponen. Juan 15:19, “vosotros no sois del mundo, sino que yo os he escogido del mundo. Por eso el mundo os odia”. 1 Pedro 5:8, «Vuestro enemigo el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar».

A lo largo de nuestro caminar, aprendemos a negar nuestra propia voluntad y obedecer la voluntad de Dios. Y así como Jesús sufrió,nosotros sufrimos.  “Sin embargo, aprendió (Jesús) la obediencia por lo que padeció” Hebreos 5. Nuestra obediencia madura y cristaliza nuestro carácter. 2 Pedro 1:5-7, 10-11 (RVR1960), “…poniendo toda diligencia, añadid a vuestra fe virtud, a la virtud conocimiento, al conocimiento dominio propio, al dominio propio perseverancia, a la perseverancia piedad, a piedad el afecto fraternal, y al afecto fraternal el amor…sed aún más diligentes para hacer firme vuestra vocación y elección, porque si hacéis estas cosas…una entrada se os dará abundantemente en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”

Desarrollar un carácter como el de Cristo ahora nos califica para reinar en el reino de Cristo. “Si sufrimos, también reinaremos con él” 2 Timoteo 2:12. Los que sean fieles recibirán una resurrección celestial. “Sé fiel hasta la muerte y yo te daré una corona de vida,” Apocalipsis 2:10. Serán reyes y sacerdotes simpatizantes que bendecirán a la humanidad en la resurrección. (Véase Apocalipsis 20:4.)

Entonces, ¿ha sido llamado a seguir a Jesús? Luego, con humildad, niega tu voluntad y sigue el ejemplo de nuestro bendito Salvador.

Sin embargo, si este camino angosto no era lo que estabas imaginando, entonces anímate. Usted y toda la humanidad recibirán la bendición de la salvación en la resurrección.

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