Un nuevo año sin miedo
La Palabra de Dios nos trae una promesa reconfortante, junto con un mandato perspicaz de cara al nuevo año: «Que vuestra conducta sea sin avaricia, y contentaos con lo que tenéis; porque Él ha dicho: Nunca te dejaré, ni te desampararé. Para que podamos decir con confianza: El Señor es mi ayudador, no temeré lo que me haga el hombre” (Hebreos 13:5-6).
Usted y yo podemos vivir este próximo año sin miedo si aplicamos estas cuatro verdades increíblemente maravillosas a nuestras vidas y las enraizamos profundamente en nuestros corazones.
El contentamiento de su provisión
El contentamiento no es obtener lo que quieres, sino querer lo que ya tienes. 1 Timoteo 6:6-8 dice: «Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. Porque nada trajimos a este mundo, y ciertamente nada podremos sacar. Y teniendo alimento y vestido, estemos contentos con eso». Si conoces a Jesucristo, tienes contentamiento. Si tienes ropa puesta, algo para comer y Jesucristo en tu corazón, ¡eres rico!
¿Sabes por qué tenemos miedo? Porque pensamos que nuestras necesidades o las necesidades de alguien a quien amamos no serán satisfechas. O tenemos miedo de que nos quiten las cosas que creemos que satisfacen nuestras necesidades. La necesidad más profunda de tu corazón solo puede ser satisfecha en el Señor Jesucristo.
La compañía de su presencia
No sé a qué me enfrentaré el próximo año. Pero hay una cosa que sé, Él nunca me dejará. ¿Eres un hijo de Dios? Él nunca te dejará tampoco. ¿No es maravilloso?
¿Cuál es otra razón por la que podemos temer el próximo año? Porque tenemos miedo de que vamos a tener que enfrentar algo que no entendemos, y vamos a tener que enfrentarlo solos.
Cuando la Palabra de Dios promete que Dios nunca te abandonará, literalmente significa que Él nunca te abandonará. Él no se dará por vencido contigo. Necesitamos practicar la presencia del Señor este próximo año. Cuando el diablo viene y llama a la puerta de tu corazón, simplemente puedes decir: «Jesús, por favor, abre la puerta».
La Confianza De Su Promesa
Vamos a centrarnos en una pequeña frase en nuestros versículos en Hebreos: «Él ha dicho». Una promesa no es mejor que el que la hace. ¿Quién dice: «Nunca te dejaré ni te desampararé»? Es el Dios omnipotente, omnisciente y omnipresente. Esta es la confianza de Su promesa.
En el próximo año, cuando digas: «Dios, simplemente no tengo la fuerza». El Dios omnipotente responderá: «Nunca te dejaré ni te desampararé». Cuando dices: «Dios, tengo miedo de lo que va a pasar». El Dios omnipresente dice: «Nunca te dejaré ni te desampararé». Y cuando dices: «Dios, no sé qué hacer». El Dios omnisciente responderá: «Nunca te dejaré ni te desampararé». Él mismo lo ha dicho.
El consuelo de su protección
Hebreos 13:6 promete: «Para que podamos decir con valentía: El Señor es mi ayudador, y no temeré lo que me haga el hombre». Ahora, pon eso con el versículo cinco que dice: «Él ha dicho».
Como dije antes, no sé por lo que vas a pasar este próximo año. Pero sé que puedes decir con valentía: » El Señor es mi ayudador, así que no temeré lo que el hombre pueda hacerme». Cuando encuentre su satisfacción, compañía y confianza en Jesús. Entonces, encontrará su consuelo y coraje en Jesús.