“Escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice estas cosas:
LA IGLESIA DE CRISTO EN PERGAMO (Faltante en disciplina)Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
escribe al ángel. Apo 2:1; Apo 1:11.
el que tiene la espada. Apo 2:16; Apo 1:16; Apo 19:15, Apo 19:21; Isa 11:4; Heb 4:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Se dice que Pérgamo, la antigua capital de la provincia de Asia, es el lugar donde se usó por primera vez el pergamino. Pérgamo quiere decir en griego «ciudadela». Se ubicaba cerca de ochenta km al norte de Esmirna y se situaba en un monte alto que dominaba el valle a sus pies.
la espada aguda de dos filos es la poderosa palabra en la boca de Cristo (Apo 1:16; Heb 4:12).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ángel. Vea la nota sobre Apo 1:20. Pérgamo. El significado literal de Pérgamo es «ciudadela» y es la misma palabra que da origen a «pergamino», un material de escritura desarrollado a partir de pieles de animal, cuya producción parece haber comenzado en esa área. Pérgamo (Bergama en la actualidad) fue edificada sobre una colina de 350 m en medio de una planicie fértil a unos 32 km de la costa del Mar Egeo. Había servido como la capital de la provincia romana de Asia Menor durante más de doscientos cincuenta años. Fue un centro religioso importante para los cultos paganos de Atenas, Asclepio, Dionisio (o Baco, el dios de la embriaguez) y Zeus. Fue la primera ciudad en Asia que erigió un templo en honor del César (29 a.C.) y se convirtió en capital del culto idólatra al César. la espada aguda de dos filos. Vea la nota sobre Apo 1:16.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
LA IGLESIA DE CRISTO EN PERGAMO
(Faltante en disciplina)
SALUDO E IDENTIFICACION:
2:12 — Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto —
— la espada aguda de dos filos = juicio exacto contra los hechos de los hombres. Véanse 1:16, comentarios. Compárense Efe 6:17; Heb 4:12.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA CARTA A PÉRGAMO
Apocalipsis 2:12-17
-Escribe al ángel de la Iglesia de Pérgamo:
Estas cosas las dice el Que tiene la espada aguda de doble filo.
Sé dónde tienes tu hogar. Sé que es donde está el trono de Satanás; y sin embargo mantienes Mi nombre y no me has retirado tu fidelidad, ni siquiera en los días de mi fiel mártir Antipas, al que mataron en medio de vosotros donde Satanás tiene su hogar.
Pero tengo una pocas cosas contra ti. Tienes ahí algunas personas que siguen la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac a poner tropezaderos en el camino de los israelitas, a comer carne sacrificada a los ídolos y a cometer fornicación. Y también tienes los que de manera parecida siguen las enseñanzas de los nicolaítas. Así es que arrepiéntete; porque si no, vengo a ti rápido para hacerles frente con la espada de Mi boca.
El que tenga oídos, que preste atención a lo que el Espíritu está diciendo a las Iglesias. Yo le concederé al que obtenga la victoria que participe del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca en la que esté escrito un nombre nuevo que nadie conozca más que el que lo reciba.
PÉRGAMO,
LA SEDE DE SATANÁS
Apocalipsis 2:12-17
Pérgamo ocupaba un lugar único en Asia. No se encontraba en ninguna de las grandes carreteras como Éfeso y Esmirna; pero históricamente era la ciudad más importante de Asia. Estrabón la llamaba » ciudad ilustre» (epifanés), y Plinio «con mucho la ciudad más famosa de Asia» (longe clarissimum Asiae). La razón era que, en el tiempo en que estaba escribiendo Juan, Pérgamo hacía casi cuatrocientos años que era la capital. Allá por el año 282 a C. se la hizo la capital del reino de los Seléucidas, una de las partes en que se desmembró el imperio de Alejandro Magno, y siguió siendo la capital hasta el año 133 a C., año en que murió Atalo III dejándole sus dominios a Roma. De esos dominios Roma formó la provincia de Asia, y Pérgamo siguió siendo la capital.
Su posición geográfica aún hacía a Pérgamo más impresionante. Estaba construida en una alta colina cónica que dominaba el valle del río Caico, desde la cima de la cual se podía ver el Mediterráneo a veinticinco kilómetros. Sir William Ramsay la describe de la manera siguiente: «Más que todas las otras ciudades de Asia Menor, Pérgamo le da la impresión al viajero de ser una ciudad regia, la sede de la autoridad; la colina rocosa sobre la que está construida es tan imponente que domina la amplia llanura del Caico orgullosa y agresivamente.» La Historia y el honor se dieron cita alrededor de Pérgamo. Resumamos sus características sobresalientes.
(i) Pérgamo no podría llegar nunca a tener la importancia comercial de Éfeso o de Esmirna, pero como centro cultural las sobrepasaba a ambas. Era famosa por su biblioteca, que contenía no menos de 200,000 rollos de pergamino. Sólo la superaba la biblioteca realmente única de Alejandría.
Es interesante advertir que la palabra pergamino se deriva de Pérgamo. En el mundo antiguo se llamaba hé pergaméné jarta, la hoja pergamina, nombre que tiene una historia interesante. Durante muchos siglos, los antiguos rollos, los antepasados de los libros, se escribían en papiros, hojas hechas de la médula de unos juncos grandes que crecían en las orillas del Nilo. Se extraía la médula, se cortaba en tiras, se prensaba y suavizaba, y así se obtenía un producto parecido al papel de estraza, que era lo que se usaba universalmente para escribir. En el siglo IR a C., un rey de Pérgamo llamado Eumenes estaba muy interesado en hacer la biblioteca realmente extraordinaria. Con este fin persuadió a Aristófanes de Bizancio, que era el bibliotecario de Alejandría, para que se viniera a la de Pérgamo. Tolomeo de Egipto, furioso, metió rápidamente en la cárcel a Aristófanes y sometió a embargo las exportaciones de papiros a Pérgamo. Ante esa situación, los eruditos de Pérgamo inventaron el pergamino o vitela, que se hace de piel de animales, especialmente de oveja y cabra, suavizada y pulimentada. De hecho el pergamino en muy superior al papiro para conservar la escritura y, aunque no inmediatamente, llegó por último a desplazar al papiro.
(ii) Pérgamo era uno de los grandes centros religiosos. Tenía en particular dos famosos altares. En la carta del Cristo Resucitado se dice que Pérgamo es el lugar donde tiene su sede Satanás. Está claro que esto se refiere .a algo que la Iglesia Cristiana consideraba particularmente malo. Algunos han supuesto que aquí se hace referencia al esplendor religioso de Pérgamo.
(a) Pérgamo se consideraba la custodia de la manera griega de vivir y del culto griego. Hacia 240 a C. había obtenido una gran victoria contra los salvajes invasores Galátatas o galos. En memoria de esa victoria se había construido un gran templo de Zeus delante del templo de Atenea que se remontaba doscientos metros sobre la colina cónica de Pérgamo. A quince metros de altura, se erguía sobre un saliente de la roca que parecía un trono inmenso en la montaña. Todo el día estaba subiendo el humo de los sacrificios que se ofrecían a Zeus. Alrededor de su base se había tallado en la roca una de las obras escultóricas más notables del mundo: el friso que mostraba la Batalla de los Gigantes, en la que los dioses de Grecia obtuvieron la victoria frente a los gigantes de la barbarie. Se ha sugerido que este gran altar era el trono de Satanás; pero es improbable que un autor cristiano lo llamara así, porque para entonces ya eran anacrónicos los viejos dioses griegos, y habría sido un derroche de pólvora el disparar la invectiva cristiana para atacarlos.
(b) Pérgamo estaba especialmente conectada con el culto de Asclepio -para los latinos Esculapio-, hasta tal punto que se le conocía como » el dios pergamino.» Cuando Galeno estaba mencionando invocaciones populares, dijo que la gente juraba corrientemente por Artemisa de Éfeso, o por Apolo de Delfos, o por Asclepio de Pérgamo. Asclepio era el dios de la sanidad, y sus templos eran la versión primitiva de los hospitales en el mundo antiguo. La gente acudía en manadas a Pérgamo en busca de alivio para sus males. R. H. Charles ha llamado a Pérgamo «La Lourdes del mundo antiguo.» La labor de la sanidad era en parte el trabajo de los sacerdotes; y en parte el de los médicos -Galeno, sólo superado por Hipócrates en la historia de la medicina antigua, había nacido en Pérgamo-; y en parte, del propio Asclepio. ¿Había algo en su culto que moviera a los cristianos a llamar el templo de Asclepio la sede de Satanás? Sí, había tres cosas.
Primera, el emblema de Asclepio era la serpiente, que se sigue usando en muchos emblemas médicos y farmacéuticos. Muchas de las monedas de Pérgamo tienen la serpiente de Asclepio como parte de su efigie. Bien podía ser que los judíos y los cristianos consideraran satánica una religión que tenía la serpiente como emblema de su culto. Pero esta explicación parece poco probable. Como ya se ha señalado, los cristianos considerarían el lugar al que iba la gente a curarse -y a menudo se curaba- con compasión más que con indignación. El culto de Asclepio no era una base suficiente para llamar a Pérgamo la sede de Satanás.
Así es que parece que debemos buscar en otro sitio la explicación de esta frase.
(iii) Pérgamo era el centro administrativo de Asia. Eso quería decir que era el centro del culto del césar para toda la provincia. Ya hemos descrito el culto del césar y el dilema perentorio en que colocaba a los cristianos (véanse páginas 24-30).
Estaba organizado en un centro y una administración provincial como los de un presbiterio o una diócesis. El punto clave aquí es que Pérgamo era el centro de ese culto para toda la provincia de Asia. Sin duda era por eso por lo que Pérgamo era la sede de Satanás: era el lugar en que se obligaba a las personas bajo pena de muerte a tomar el nombre de Kyrios, Señor, y aplicárselo al césar en vez de a Cristo; y eso era algo que un cristiano no haría jamás, porque no podía ser más satánico.
Y aquí tenemos la explicación del comienzo de la carta a Pérgamo. El Cristo Resucitado se dice que es el que tiene la espada aguda de doble filo. Los gobernadores Romanos se dividían en dos clases: los que tenían el ius gladii, el derecho de la espada, y los que no. Los que tenían el derecho de la espada tenían poder de vida o muerte; su palabra era la sentencia que se ejecutaba en el lugar y en el momento. Hablando humanamente, el procónsul, que tenía el cuartel general en Pérgamo, tenía el ius gladü, y en cualquier momento podía usarlo contra los cristianos; pero esta carta demanda de los cristianos que no olviden que la última palabra la tiene siempre el Cristo Resucitado, Que es el Que tiene la verdadera espada aguda de doble filo. El poder de Roma podía ser satánicamente poderoso; el poder del Cristo Resucitado es incalculablemente mayor.
PÉRGAMO, ,
UN COMPROMISO MUY DIFICIL
Apocalipsis 2:12-17 (continuación)
Ser cristiano en Pérgamo era arrostrar lo que llamaría Cromwell «un compromiso muy difícil.»
Ya hemos visto la concentración de la religión pagana que tenía su centro en Pérgamo. Había centros de culto de Atenea y de Zeus, con su imponente altar que dominaba la ciudad; de Asclepio, que atraía enfermos de cerca y de lejos; y, sobre todo, centraba las demandas del culto al césar, que era como una espada de Damocles suspendida constantemente sobre las cabezas de los cristianos.
Así es que el Cristo Resucitado les dice a los cristianos de Pérgamo: «Yo sé dónde estás.» La palabra para estar es aquí katoikein; y quiere decir residir con carácter permanente en un lugar. Es una palabra muy poco frecuente aplicada a los cristianos en el mundo. La palabra que se usa más corrientemente es paroikein, que quiere decir ser forastero. Pedro les escribe su carta a los forasteros que se encuentran por todas las provincias de Asia Menor. Pero aquí se considera la cuestión desde otro punto de vista. Los cristianos de Pérgamo tienen su residencia permanente, por lo que se refiere a este mundo, en Pérgamo -donde es más fuerte el dominio de Satanás.
Aquí hay algo de suma importancia. El principio de la vida cristiana no es la retirada sino la conquista. Puede que nos parezca que sería más fácil ser cristiano en otro lugar y en otras circunstancias, pero el deber del cristiano es dar testimonio de Cristo donde la vida le ha colocado. Una vez supimos de una chica que se convirtió en una campaña de evangelización. Trabajaba en un periódico secular, y su primera decisión después de su conversión fue buscarse otro trabajo en un pequeño periódico cristiano, donde se encontraba permanentemente entre cristianos practicantes. Era extraño que lo primero que hizo después de su conversión fuera salir huyendo. Cuanto más difícil sea ser cristiano en cualquier cúmulo de circunstancias, mayor será la obligación de permanecer en aquella situación. Si los cristianos de los primeros días hubieran salido huyendo cada vez que se les presentaba un compromiso difícil, no habría existido la posibilidad de un mundo para Cristo.
Los cristianos de Pérgamo demostraron que era perfectamente posible ser cristianos en aquellas circunstancias. Hasta cuando el martirio estaba a la vista, no se acobardaban. De Antipas no sabemos nada; Tertuliano nos transmite una leyenda tardía según la cual murió asado lentamente encerrado en un toro de bronce. Pero hay un detalle sumamente sugestivo en el original que es imposible reproducir en español. El Cristo Resucitado llama a Antipas » mi fiel martys.» Lo hemos traducido por mártir; pero hay que tener presente que martys es la palabra griega normal para testigo. En la Iglesia primitiva, ser testigo y ser mártir eran la misma cosa, El testimonio conllevaba con frecuencia el martirio. Aquí hay una seria advertencia. Hay muchos que están dispuestos a dar testimonio en círculos cristianos, pero no cuando tendrían que enfrentarse con oposición o burlas o dificultades.
Debemos tomar nota de otra cosa. El Cristo Resucitado llama a Antipas Mi fiel martys, compartiendo así con él Su propio título de honor. En Apocalipsis 1: S y 3:14, Cristo mismo es llamado el fiel martys; A los que Le son fieles les da nada menos que Su propio nombre.
PÉRGAMO,
LA SUERTE DEL ERROR
Apocalipsis 2:12-17 (continuación)
A pesar de la fidelidad de la iglesia de Pérgamo, había error. Había quienes seguían la doctrina de Balaam y de los nicolaítas. Ya hemos hablado de estas personas en relación con Éfeso, y nos las hemos encontrado otra vez cuando estudiábamos la carta a Tiatira. Trataban de persuadir a los cristianos de que no había nada malo en adaptarse prudentemente al mundo.
El que no esté dispuesto a ser diferente no tiene por qué iniciar el camino cristiano. La palabra más corriente para cristiano en el Nuevo Testamento es háguios, que quiere decir básicamente diferente o aparte. El Templo es háguios porque es diferente de los demás edificios; el sábado es háguios porque es diferente de los otros días; Dios es supremamente háguios porque es totalmente diferente de los hombres, y el cristiano, porque es diferente de las demás personas.
Debemos tener claro en qué consiste esa diferencia, porque aquí hay una paradoja. Pablo exhortaba a los cristianos corintios a ser diferentes del mundo. «Salid de en medio de ellos» (2Co 6:17 ). Esta diferencia del mundo no implica separación física, ni odio. Pablo le escribe a la misma iglesia: «A todos me he hecho de todo para de esa manera salvar a algunos» (1Co 9:22 ). Pablo aseguraba que podía llevarse bien con todo el mundo; pero -y ahí está el detalle- el llevarse bien con todos era para salvar a algunos. No era cuestión de rebajar el nivel del Cristianismo, sino de elevarlos a ellos. El fallo de los nicolaítas era que seguían una política de componenda solamente para ahorrarse dificultades.
El aviso del Cristo Resucitado es que va a hacerles la guerra. Debemos fijarnos en que no dijo: «Os haré la guerra,» sino: » Les haré la guerra.» No estaba airado con toda la iglesia, sino con los que trataban de seducirla; para con los descarriados no tenía sino piedad.
La amenaza del Cristo Resucitado es que peleará contra ellos con la espada de Su boca. El Cristo de la espada es una figura alucinante. Pensando en los conquistadores del pasado y comparándolos con Jesucristo, un poeta escribió:
Y se desvanecieron de la escena como sombras fugaces en cristal, y conquistando recorrió los siglos Cristo, sin una espada, sobre un asno.
¿Cuál es la espada de Cristo? El autor de Hebreos dice que la Palabra de Dios es más afilada que ninguna espada de doble filo (He 4:12 ); y Pablo dice que «la espada del Espíritu es la Palabra de Dios» (Ef 6:17 ). La espada de Cristo es la Palabra de Cristo.
En la Palabra de Cristo hay convicción de pecado; en ella somos confrontados con la verdad, y con nuestro fracaso en obedecerla. En la Palabra de Cristo está la invitación de Dios; convence al hombre de pecado, y entonces le invita a volver al amor de Dios. En la Palabra de Cristo hay promesa de Salvación; convence al hombre de pecado, le conduce a la Cruz, y le da la seguridad de que «no hay otro nombre debajo del Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos» (Hch 4:12 ). La conquista de Cristo es Su poder para ganar a las personas al amor de Dios.
PÉRGAMO,
EL PAN DEL CIELO
Apocalipsis 2:12-17 (continuación)
En esta carta, el Cristo Resucitado promete dos cosas a la persona que obtenga la victoria: la primera es participar del maná escondido. Aquí tenemos una concepción judía que tiene dos aspectos.
(i) Cuando los israelitas no tenían comida en el desierto, Dios les dio a comer maná (Éxodo 16: Il -15). Cuando ya no fue necesario, su recuerdo no se desvaneció. Un cacharro lleno de maná se puso en el arca, y se dejó allí en la presencia de Dios en el Lugar Santísimo del Tabernáculo y luego del Templo (Ex 16:33 s; He 9:4 ). A principios del siglo VI a C., el templo que había construido Salomón fue destruido; y los rabinos transmitieron la leyenda de que, cuando sucedió aquello, Jeremías escondió el cacharro del maná en una grieta del Monte Sinaí, y que, cuando viniera el Mesías, Jeremías yolvería y restituiría el cacharro del maná. Para un judío, «comer del maná escondido» significaba gozar de las bendiciones de la era mesiánica; y para un cristiano, entrar en la bendición del nuevo mundo que surgiría cuando viniera el Reino de Dios.
(ii) Es posible que que haya un sentido más amplio y más general. Del maná se dice: «Este es el pan que el Señor os da para comer» (Ex 16:15 ). El maná se llamaba «trigo del Cielo» (Sal 78:24 ); y se dice que era «el pan de los ángeles» (Sal 78:25 , LXX). Aquí el maná puede que quiera decir comida celestial. En ese caso, Juan estaría diciendo lo siguiente: «En este mundo no podéis participar con los paganos en sus fiestas, porque no os podéis sentar a comer una carne que ha sido parte de un sacrificio que se ha ofrecido a un ídolo. Puede que creáis que os toca renunciar a muchas cosas; pero el día vendrá en que participaréis del banquete del Cielo con comida celestial.» En ese caso, el Cristo Resucitado está diciendo que una persona se tiene que abstener de las seducciones de la Tierra si quiere gozar de las bendiciones del Cielo.
(iii) Esto tiene otra posible interpretación. Algunos han sugerido que el maná es el pan de Dios que toma el cristiano en la Comunión. Juan nos dice que cuando los judíos Le dijeron a Jesús que sus padres habían comido el maná en el desierto, que era el pan del Cielo, Jesús les dijo: «Yo soy el pan de la vida» (Jn 6:31-35 ). Si el maná escondido y el pan de la vida son la misma cosa, el maná escondido no es sólo el pan de la Comunión, sino representa al mismo Cristo, el pan de la vida; y esta es la promesa: que, al que sea fiel, Cristo Se le dará a Sí mismo.
PÉRGAMO,
LA PIEDRECITA BLANCA
Y EL NOMBRE NUEVO
Apocalipsis 2:12-17 (continuación)
La promesa final de Cristo a los fieles de Pérgamo es que les dará la piedrecita blanca que contenga su nombre nuevo. Este es un pasaje al que se han dado casi innumerables interpretaciones. En el mundo antiguo, una piedrecita blanca podía querer decir muchas cosas.
(i) Según una leyenda rabínica, durante la peregrinación por el desierto caían piedras preciosas del cielo juntamente con el maná. La piedra blanca podría representar sencillamente los preciosos dones de Dios a Su pueblo.
(ii) En el mundo antiguo se usaban piedras de colores para hacer las cuentas en las calculadoras de la época. Esto querría decir que los cristianos son contados en el número de los fieles.
(iii) En los tribunales antiguos se usaban piedrecitas negras y blancas para registrar el veredicto de los jurados; las blancas, para inocente, y las negras, para culpable. Esto querría decir que el cristiano es declarado inocente ante Dios gracias a la obra de Jesucristo.
(iv) En el mundo antiguo se usaban mucho unos objetos que se llamaban en latín tesserae. Una tessera era una tablilla de madera o de metal o de piedra en la que había algo escrito; y hablando en general, la posesión de una tessera le confería a uno alguna clase de privilegio. Tres de estas tesserae añaden algo a la figura.
(a) En Roma, las casas grandes tenían sus clientes, dependientes que recibían todas las mañanas de su patrón comida y dinero para pasar el día. A menudo se les daba una tessera que les servía para identificarse como personas que tenían derecho a los dones gratuitos. Esto querría decir que los cristianos tenían derecho a los dones espirituales gratuitos para sostener la vida que Cristo da.
(b) El obtener una victoria en los juegos atléticos era uno de los mayores honores que se podían alcanzar en el mundo antiguo. A los vencedores sobresalientes les daba el director de los juegos una tessera que en los días por venir les confería el derecho de entrar gratis a todos los espectáculos públicos. Esto querría decir que el cristiano, como atleta victorioso de Cristo, participa de la gloria de su Señor.
(c) En Roma, un gran gladiador era el héroe popular más admirado. A menudo un gladiador tenía que seguir luchando hasta que le mataban en un combate. Pero si había tenido una carrera ilustre, cuando se hacía mayor se le permitía retirarse honorablemente. A tales personajes se les daba una tessera con las letras SP. SP representaba la palabra latina spectatus, que quiere decir hombre cuyo valor está demostrado sin lugar a duda. Esto querría decir que el cristiano, como gladiador de Cristo, cuando ha demostrado su valor en las batallas de la vida se le permite entrar en el reposo que Cristo concede honorablemente.
(v) En el mundo antiguo se llamaba a un día especialmente dichoso un día blanco. Plutarco cuenta que cuando Pericles estaba sitiando Samos, sabía que el asedio había de ser largo; no quena que su ejército se cansara; así en que lo dividió en ocho partes; todos los días, las ocho compañías echaban suertes; una era una judía blanca, y la compañía que la sacaba estaba exenta de servicio ese día y podía pasárselo como quisiera. Así fue como un día de fiesta llegó a llamarse un día blanco (Plutarco, Vida de Pericles 64). Plinio le cuenta a un amigo en una de sus cartas que ese día había tenido la alegría de oír en los tribunales a dos jóvenes oradores magníficos en cuyas manos estaba a salvo la oratoria latina; y dice, esa experiencia hizo que aquel día se marcara como candidissimo calculo, con la más blanca de las piedras (Plinio, Cartas 6: Il ). Se decía que los tracios y los escitas guardaban en sus casas una urna en la que echaban una piedrecita blanca cada día feliz, y negra los infelices; al final de sus vidas se contaban las piedrecitas, y según hubiera más blancas o negras se decía que había llevado una vida dichosa o desgraciada. Esto podría querer decir que por medio de Jesucristo el cristiano puede tener el gozo que nadie le puede quitar (Jn 16:22 ).
(vi) Aquí hay otra interpretación que es la más probable. Una de las costumbres más corrientes del mundo antiguo era llevar amuletos o reliquias, que podían estar Hechos de piedras o metales preciosos, pero que a menudo no eran más que piedrecitas en las que estaba escrito el nombre sagrado; el saber el nombre de ese dios era tener un cierto poder sobre él, poder llamarle en ayuda propia en momentos de dificultad y tener dominio sobre los demonios. Tales amuletos se creía que eran doblemente eficaces si nadie más que el propietario sabía el nombre que estaba escrito en él. Muy probablemente lo que Juan quiere decir es: » Tus amigos paganos llevan amuletos con inscripciones supersticiosas que creen que los pueden mantener a salvo. Vosotros no necesitáis nada de eso: vosotros estáis a salvo en la vida y en la muerte porque conocéis el Nombre que es sobre todo nombre, y conocéis al Dios verdadero.»
PÉRGAMO,
EL NOMBRE NUEVO QUE DIOS DA
Apocalipsis 2:12-17 (conclusión)
Es posible que debamos buscar el sentido del nombre nuevo y de la piedrecita blanca en una dirección totalmente diferente.
Las palabras blanco y nuevo son características de Apocalipsis. R. H. Charles ha dicho que en Apocalipsis «blanco es el color y el ropaje del Cielo.» La palabra que se usa no describe una blancura sosa y corriente, sino una blancura que destella como la nieve al sol del invierno. Así es que se nos habla en el Apocalipsis de vestiduras blancas (3:5); de túnicas blancas (7:9); de lino blanco (19:8,14); y del gran trono blanco de Dios mismo (20:11). Así pues, el blanco es el color característico del Cielo.
En griego hay dos palabras para nuevo. Está néos, que quiere decir nuevo en cuanto al tiempo. Una cosa puede ser néos, y sin embargo ser igual que otras muchas. Por otra parte está kainós, que es nuevo no sólo en cuanto al tiempo sino también en cuanto a la cualidad; no se conocía nada igual antes. Así nos encontramos en Apocalipsis la nueva Jerusalén (3:12); el cántico nuevo (5:9); los nuevos cielos y la nueva Tierra (21:1); y Dios hace todas las cosas nuevas (21:5). Con esto en mente se sugieren dos nuevas líneas de pensamiento.
Se ha sugerido que la piedrecita blanca es la misma persona; que el Cristo Resucitado les está prometiendo a Sus fieles una nueva identidad, limpia de todas las manchas terrenales y reluciente con la pureza del Cielo.
En cuanto al nombre nuevo, una de las características del Antiguo Testamento es que se les daba a las personas un nombre nuevo para marcar una nueva condición. Así Abram se convierte en Abraham cuando se le hace la gran promesa de que va a ser el padre de muchas naciones, y cuando adquiere, por así decirlo, una nueva posición en el plan de Dios para la humanidad Ge 17:5 ). De la misma manera, después de la lucha en Peniel, Jacob se convierte en Israel, que quiere decir Príncipe de Dios, porque había prevalecido frente a Dios (Ge 32:28 ). Isaías oyó a Dios prometerle a la nación de Israel: «Entonces verán las naciones tu justicia y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo que la boca del Señor te pondrá» (Isa 62:2 ).
Esta costumbre de poner un nombre nuevo para definir una nueva identidad también se conocía en el mundo pagano. El nombre del primero de los emperadores Romanos fue Octavio; pero cuando pasó a ser emperador se le dio el nombre de Augusto para mostrar su nueva dignidad.
Había un curioso paralelo en la vida campesina de Palestina. Cuando una persona estaba muy enferma y en peligro de muerte, se le ponía el nombre de alguien que hubiera vivido una larga y santa vida, como si eso le comunicara una nueva personalidad sobre la que la enfermedad no tuviera poder.
Sobre esta base de interpretación, Cristo promete una nueva identidad a los que Le son fieles.
Esto es atractivo. Sugiere que la piedrecita blanca quiere decir que Jesucristo le da a la persona que Le es leal un nuevo ser, y que el nuevo nombre quiere decir una nueva posición de gloria en la que entrará el que haya sido fiel a Cristo cuando termine esta vida y empiece la por venir. Nos queda decir que, aunque esta interpretación es atractiva, el punto de vista que refiere la piedrecita blanca y el nuevo nombre al uso de los amuletos es el que es más probable que sea el correcto.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
— Pérgamo: Ciudad situada al norte de Esmirna, también en la costa del mar Egeo. Era conocida por la industria del pergamino, pero también como lugar donde los cultos paganos revestían especial esplendor. En el año 29 a. C. se edificó allí un templo en honor del emperador romano.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La carta a la iglesia en Pérgamo
Durante muchos años hubo rivalidad entre Efeso, Esmirna y Pérgamo sobre cuál era la principal ciudad de Asia. No había duda en cuanto a que Pérgamo era el centro de la vida religiosa de la provincia. La ciudad estaba dominada por una gran colina de unos 300 m. sobre el nivel del mar y tenía muchos templos. El más famoso era el de Escu lapio, el dios de la sanidad, estrechamente asociado con la serpiente, que dio a Pérgamo una reputación similar a la de Lourdes hoy. Había un gran altar a Zeus construido para conmemorar una notable victoria. Lo más importante de todo era que Pérgamo tenía el primer templo de la zona dedicado a Augusto y a Roma, por lo cual se transformó en el centro del culto al emperador en la provincia. Como se trataba de una afiliación tanto política co mo religiosa creaba problemas especiales para los cristianos. Los títulos de Señor, Salvador y Dios eran aplicados continuamente al emperador, algo que los cristianos no podían menos que resistir a la luz de su exclusiva adhesión correcta a Jesús.
12 El título es un eco de 1:16 y anticipa 2:16.
13 El Señor reconoce a Pérgamo como el lugar donde está el trono de Satanás. Lo más probable es que esto se relacione con el altar a Zeus, en forma de trono, que era en sí mismo un símbolo de la idolatría que dominaba en Pérgamo. Pero estos cristianos seguían siendo fieles al nombre de Jesús, el único Señor, Salvador y Dios encarnado. Es claro que había tenido lugar una persecución en el lugar, durante la cual había sido ejecutado Antipas, mi testigo fiel, uno de ellos. Esto pudo ser el primer caso de alguien que fuera testigo (gr. mártir), porque la palabra se usa para alguien que ha dado su vida a causa de su testimonio de Cristo.
14 Pero la iglesia de esa ciudad tenía a algunos que se adhieren a la doctrina de Balaam, que era asociada con la doctrina de los nicolaítas. Desde los tiempos más antiguos se ha considerado que los últimos fueron seguidores de Nicolás de Antioquía, uno de los siete que fueron designados para ayudar a los apóstoles en Jerusalén (Hech. 6:5). Ambos nombres eran considerados como teniendo una similitud de significado. Nicolás significa “vencedor del pueblo” y Balaam “el que ha consumido al pueblo”. El mal que estaba en juego era la persuasión a comer de lo sacrificado a los ídolos y a cometer inmoralidad sexual. Después que Balaam pronunció sus oráculos de bendición en vez de maldición sobre Israel (Núm. 22-24), los israelitas cayeron en inmoralidad sexual con las mujeres moabitas y comieron de sus sacrificios y adoraron sus dioses (Núm. 25:1, 2). En Núm. 31:16 se declara que las mujeres moabitas actuaron por consejo de Balaam. En Pérgamo, como en otros lugares, habían llegado maestros a las iglesias y habían tratado de persuadir a los miembros para que actuaran libremen te en cuanto a la verdad reconocida de que los cristianos no estaban bajo la ley de Moisés. ¡El concepto de una sociedad permisiva por cierto no es nuevo! Ni tampoco lo son sus daños.
16 El Señor llama a arrepentimiento (o sea a volverse del pecado) porque de otro modo vendrá pronto y ejecutará el jucio sobre aquellos que enseñan y actúan de esa manera (cf. 2:5).
17 La promesa al vencedor es doble: Le daré de comer del maná escondido. Esto está de acuerdo con la comprensión de la redención como un segundo éxodo. Los judíos lo planteaban así: “Como el primer redentor hizo descender el maná, así el segundo Redentor también lo hará descender.” Por supuesto, para el cristiano eso tiene un significado espiritual, similar al del “agua de vida” (cf. 22:17). La piedrecita blanca es algo ambiguo, dado que tenía una variedad de significados y usos en la sociedad antigua. Un individuo que estaba bajo juicio recibía de los jurados una piedra: una negra significaba que era culpable y una blanca que era inocente. Si esto estaba en mente, la promesa se relacionaría con la que fue dada a Esmirna (2:11). Existía la costumbre de que, cuando dos personas querían sellar una amistad, rompían una piedra en dos y cada una de ellas retenía una parte, lo que le daba acceso a uno a la casa del otro. Una ampliación de esa costumbre era el uso de una piedra para admisión a una fiesta; cuando se aplicaba a una asociación que celebraba fiestas regularmente podía ser caro y restrictivo, algo así como un club cerrado en la actualidad. Hay evidencia de haber dona do a los vencedores en los juegos una piedra que servía como recompensa y era provista de los fondos públicos. En cuanto a las posibilidades de interpretación, mucho dependerá de quién era el nombre nuevo escrito sobre la piedra en cuestión. Si era el de un creyente, entonces la promesa podría indicar la entrada en una relación distintiva en la nueva vida del reino de Dios. Si era el nombre de Dios (cf. 3:12), o de Cristo (cf. 19:12b), entonces indicaría una relación nueva y oculta con el Señor, quizá con una alusión al poder inherente en el nombre de Dios. El cristiano participa en el poder del Señor y, de una manera única sin que otro lo compartiera, en el carácter de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
i 106 Rev 1:16; Rev 19:15
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Pérgamo. Situada a unos 72 km al norte de Esmirna y 24 km al este del mar Egeo sobre una colina cónica de unos 300 m de altura. Era centro de un culto pagano al emperador romano. La lealtad se mostraba al quemar incienso al pie de una estatua del César; negarse a participar en el culto imperial se consideraba traición.
Fuente: La Biblia de las Américas
12 (1) La palabra griega significa matrimonio (lo cual implica unión) y torre fortificada. Como señal, la iglesia en Pérgamo prefigura a la iglesia que estableció una unión matrimonial con el mundo y llegó a ser una torre alta y fortificada, equivalente al gran árbol profetizado por el Señor en la parábola de la semilla de mostaza ( Mat_13:31-32). Cuando Satanás fracasó en su intento de destruir a la iglesia por medio de la persecución del Imperio Romano en los primeros tres siglos, cambió de estrategia. Esta vez procuró corromper a la iglesia mediante la aceptación del cristianismo como religión estatal por parte de Constantino, lo cual aconteció en la primera parte del cuarto siglo. Bajo el auspicio y la influencia política de Constantino, multitudes de incrédulos fueron bautizados en la «iglesia», y la «iglesia» vino a ser enormemente grande. Dado que la iglesia es una casta novia desposada con Cristo, ante los ojos de Dios su unión con el mundo es considerada fornicación espiritual.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Pérgamo. Como a unos 72 km. al N de Esmirna, se jactaba de poseer una de las mejores bibliotecas de la antigüedad, y era el lugar donde se usó por primera vez el pergamino. Había sido por algún tiempo la capital de la provincia romana del Asia.