Comentario de Apocalipsis 22:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Yo advierto a todo el que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están escritas en este libro;

22:18,19 — Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro —

Dios ha hablado y Cristo ha dado esta Revelación de verdad. Es una serie de advertencias y promesas, basadas en condiciones. Juan dio su testimonio ocular a ello. Ahora, que el hombre no añada a ella, o quite de ella, según su propia voluntad o gusto en el asunto. Añadir a ella resulta en fuertes castigos de Dios; quitar de ella equivale a perder uno su parte en el libro de la vida, en la santa ciudad, y en las promesas expuestas en este libro.

Compárense Deu 4:2; Deu 12:32; Pro 30:5-6; Gál 1:6-9; 1Co 4:6; 2Jn 1:9-11.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

yo testifico. Apo 22:16; Apo 3:14; Efe 4:17; 1Ts 4:6.

todo aquel que oye. Apo 1:3.

Si alguno añadiere. Deu 4:2; Deu 12:32; Pro 30:6; Mat 15:6-9, Mat 15:13.

Dios traerá sobre él. Apo 14:10, Apo 14:11; Apo 15:1; Apo 16:1; Apo 19:20; Apo 20:10, Apo 20:15; Lev 26:18, Lev 26:24, Lev 26:25, Lev 26:28, Lev 26:37.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El libro de Apocalipsis tiene el propósito de que se le escuche y se le obedezca (v. Apo 22:7; Apo 1:3), no de que se le manipule indebidamente. La persona que añadiere o quitare de su contenido recibirá de Dios Deu 4:2 y Pro 30:6.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Jesús ofrece testimonio amplio sobre la autoridad y finalidad de la profecía. Él comisionó a Juan para que la escribiera, pero Él fue su Autor.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Estas no son las primeras advertencias en ese sentido (cp. Deu 4:2; Deu 12:32; Pro 30:6; Jer 26:2). Las advertencias en contra de alterar el texto bíblico constituyen la clausura del canon del NT. Cualquier persona que se atreva a manipular la verdad con su falsificación, mitigación, edición o interpretación equivocada, acarreará en su vida los juicios descritos en estos versículos.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

22:18,19 — Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro —
Dios ha hablado y Cristo ha dado esta Revelación de verdad. Es una serie de advertencias y promesas, basadas en condiciones. Juan dio su testimonio ocular a ello. Ahora, que el hombre no añada a ella, o quite de ella, según su propia voluntad o gusto en el asunto. Añadir a ella resulta en fuertes castigos de Dios; quitar de ella equivale a perder uno su parte en el libro de la vida, en la santa ciudad, y en las promesas expuestas en este libro.
Compárense Deu 4:2; Deu 12:32; Pro 30:5-6; Gál 1:6-9; 1Co 4:6; 2Jn 1:9-11.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA ADVERTENCIA

Apocalipsis 22:18-19

Hago esta advertencia a todos los que oigan las palabras de la profecía de este libro: Si alguien les añade algo, Dios le añadirá a él las plagas de las que trata este libro; y si alguno quita algo de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la Santa Ciudad que se describen en este libro.

Hay algunas cosas que notar en esta advertencia solemne. (i) No se ha de interpretar con un literalismo absoluto. No se refiere a cada palabra independiente del Apocalipsis. De hecho, resulta que el texto está en malas condiciones, y no sabemos de seguro cuál era la forma original. Contra lo que nos advierte es contra tergiversar la enseñanza que contiene el libro. Es con mucho lo que quería decir Pablo cuando dijo: «Si alguien os está predicando un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema» (Gal 1:8 s). Es la verdad, y no la expresión verbal de la verdad, lo que no se debe alterar.

(ii) Esto está lejos de ser un final insólito entre los libros antiguos. Es, de hecho, lo que los autores antiguos solían poner al final de sus libros. Encontramos advertencias parecidas en otros lugares de la Biblia. “No añadiréis a la palabra que yo os mando ni quitaréis nada de ella; para que guardéis los mandamientos del Señor vuestro Dios que yo os mando» Dt 4:2 ). «Toda palabra de Dios se cumple… No añadas a Sus palabras, para que no te reprenda y quedes como un mentiroso» Pr 30:5 s). En el Libro de Henoc el escritor demanda que nadie «cambie o quite nada de mis palabras» (Henoc 104:10).

La Carta de Aristeas relata cómo hicieron la Septuaginta, la versión griega del Antiguo Testamento, los setenta maestros a petición del rey de Egipto. Cuando concluyeron su tarea, «les pidieron que pronunciaran una maldición de acuerdo con su costumbre sobre cualquiera que introdujera alguna alteración, ya fuera añadiendo algo o cambiando de alguna manera cualquiera de las palabras que se habían escrito u omitiéndola» (Carta de Aristeas 310s). En el prefacio de su libro Sobre los orígenes, Rufino conjura a la vista de Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, a cualquiera que lea o copie su libro, para que no añada, reste, inserte o altere nada. Eusebio (Historia eclesiástica 5.20.2) cita la manera en que Ireneo, el gran maestro cristiano del siglo segundo, pone fin a uno de sus libros: ” Te conjuro a ti, que puede que copies este libro, por nuestro Señor Jesucristo y por Su glorioso advenimiento cuando venga a juzgar a los vivos y a los muertos, que compares lo que has de escribir, y lo corrijas cuidadosamente conforme a este manuscrito, y que escribas también este conjuro y lo incluyas en tu copia.»

En los días antiguos, como todos los libros se copiaban a mano y todo el mundo sabía lo fácil que era cometer errores, era costumbre insertar al final del libro una advertencia para evitar las erratas.
Es a la luz de esa costumbre como debemos leer estas palabras de Juan. El usar este pasaje como argumento a favor de la inspiración verbal es un error.
Hay que decir una palabra final acerca de este pasaje. R. H. Charles indica que esta advertencia puede que no fuera parte del libro original. No podemos por menos de advertir las veces que Juan insiste en que Cristo vendrá en cualquier momento (versículos 7,10,12,20). ” ¡He aquí que vengo pronto!» es como un estribillo en este capítulo. Y sin embargo esta advertencia parecería implicar una espera prolongada en la que se leyera y copiara este libro muchas veces, cosa que Juan mismo está claro que no esperaba. No es por tanto imposible que estas palabras no fueran de Juan sino de un escriba posterior, preocupado de que nadie alterara el libro en los días por venir.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Deu 4:2; Deu 12:32.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

u 1129 Deu 4:2; Deu 12:32; Pro 30:6; Jua 20:30; 2Co 11:4; Gál 1:8; 1Jn 4:3

v 1130 2Jn 1:9; Rev 15:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Si alguno añade…si alguno quita. Esta es una fuerte amonestación contra todo aquel que altere el mensaje de este libro.

Fuente: La Biblia de las Américas

18 super (1) Aquí el pronombre “Yo” ha de referirse al Señor Jesús, en conformidad con los vs.16 y 20; no obstante, es posible que se refiera a Juan, en conformidad con 1:2. De todos modos, Juan era uno en espíritu con el Señor en esta seria advertencia.

18 super (2) Los principales componentes de las plagas reveladas en este libro son los tres ayes de la gran tribulación, y la segunda muerte, es decir, la destrucción del hombre en su totalidad—espíritu, alma y cuerpo— en el lago de fuego. Los rasgos más sobresalientes de las bendiciones reveladas en este libro son el árbol de la vida y la santa ciudad. Sufrir las plagas o participar de las bendiciones depende de la manera en que uno trate la profecía de este libro. No debemos añadir nada a la profecía ni debemos quitarle nada. Debemos recibirla tal como está escrita.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Para admoniciones similares en el AT contra añadiduras u omisiones, véase Deu 4:2; Deu 12:32; Pro 30:6.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

BD488(1c) Una palabra de la conversación precedente puede tomarse y convertir su significado en un sentido metafórico, como sucede aquí con ἐπιθῇ … ἐπιθήσει, que significa: añadir a … añadir a.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., añadirá

Fuente: La Biblia de las Américas