Significado Bíblico de HAMBRE
Significado de Hambre
Ver Concordancia
(heb. râ{âb, re{âbôn; gr. limpós, peináÇ).
Las hambrunas eran frecuentes en Palestina; y se debían a sequías (1 R. 17:1;
18:2), invasiones enemigas (Dt. 28:49-51), plagas y pestes (Am. 4:9) y sitios
por causa de las guerras (2 R. 6:24-7:20; 25:1-3; Jer. 32:4, 5). Algunas veces
eran el resultado de los juicios o castigos de Dios (Jer. 29:17; Ez. 5:5, 7,
8,12; etc.). Abrahán fue obligado por el hambre a abandonar Canaán (Gn.
12:10), y sus descendientes más de una vez tuvieron que hacer lo mismo (26:1;
41:56-42:5). El hambre era conocida en los días de Job (Job 5:22; 30:3). En
los días de los jueces impulsó a Elimelec y a su familia a emigrar a Moab (Rt.
1:1). El hambre de 3 años en tiempos de David (2 S. 21:1) fue explicada como
el resultado de la desobediencia de Saúl relacionada con los gabaonitas, y los
3 1/2 años sin lluvia que imploró Elías indicaban el desagrado de Dios con el
perverso liderazgo de Acab (1 R. 17; 18; Stg. 5:17). Hch. 11:28 menciona un
hambre que ocurrió (c 44 d.C.) durante el reinado de Claudio. La parábola del
hijo pródigo menciona el hambre (Lc. 15:14), y Pablo habla de que el hambre,
entre otras cosas, no puede separarnos del amor de Cristo (Ro. 8:35). Las
hambrunas son mencionadas como una señal de los últimos días (Mt. 24:7; Mr.
13:8; Lc. 21:11).
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: HAMBRE
HAMBRE según la Biblia: Carencia de alimentos, provocada generalmente por la carencia de lluvia seguida de la pérdida de las cosechas, o por la imposibilidad de introducir víveres en una ciudad asediada. El hambre llevó a Abraham a la decisión de ir a Egipto (Gn. 12:10).
Carencia de alimentos, provocada generalmente por la carencia de lluvia seguida de la pérdida de las cosechas, o por la imposibilidad de introducir víveres en una ciudad asediada. El hambre llevó a Abraham a la decisión de ir a Egipto (Gn. 12:10).
Ésta fue una de las primeras hambres que tuvo efectos sobre la historia de los patriarcas y de sus descendientes; fue el hambre lo que llevó a los hebreos a retirarse provisionalmente de Palestina (Gn. 26:1; 41:2756; 47:13). Hubo otras épocas de hambre: en la época de los Jueces, Elimelec marchó al país de Moab (Rt. 1:1).
También la hubo bajo el reinado de David (2 S. 21:1); en la época de Elías (1 R. 17:1 ss.); en la época de Eliseo (2 R. 4:38; 8:1); bajo el reinado de Claudio (41 a 54 d.C.) se dieron duras escaseces locales sucesivamente en Judea (cuarto año del reinado), en Grecia (año noveno) y en Italia (año undécimo, Hch. 11:28; Ant. 20:2, 5; 5, 2; Tácito, Anales 12:43).
De la cantidad de hambres provocadas por las guerras, citemos la sufrida por Samaria, asediada por Ben-adad (2 R. 6:24-7:20) y las hambres que fueron el acompañamiento de los diferentes asedios de Jerusalén por Nabucodonosor (2 R. 25:1-3; Jer. 52:5, 6) y por Tito (Guerras 5:10, 2 y 3). La profecía menciona expresamente las hambres entre las señales del fin del siglo (Mt. 24:7; Mr. 13:8; Lc. 21:11; Ap. 6:5-6, 8).
El hambre de la época de José en Egipto tuvo la peculiaridad de que fue preanunciada a Faraón por medio de un sueño, interpretado por José (Gn. 41), lo que permitió adelantarse a los efectos catastróficos, almacenando grano para la época de sequía que iba a seguir.
En base a esto se ha podido establecer la identificación de este importante hito en la historia de Egipto, que tenía que cumplir las condiciones de ser un hambre de gran extensión, y prevista con anterioridad. Courville documenta, en base a las inscripciones documentales, que es la que tuvo lugar en época de Serostris I, en la XII dinastía, anterior a los hicsos, que en la cronología revisada que propone y documenta quedan identificados innegablemente con los amalecitas.