Significado Bíblico de JOAS
Significado de Joas
Ver Concordancia
(heb. Yôâsh, y Yehôâsh [ 1, 2, 4, 6-8], quizá «yahweh ha dado» o «dado por
Yahweh»; también aparece en las Cartas de Laquis; heb. Yô{âsh [3, 5], tal vez
«Yahweh ha ayudado [sostiene]»; también aparece en óstracas de Samaria).
1. Padre de Gedeón (Jue. 6:11). Aunque su nombre implica la adoración de Yahweh,
tenía un altar a Baal y un objeto de culto de Asera, lo que indicaba que
adoraba a esas deidades (6:25). Cuando su hijo Gedeón destruyó el santuario
pagano de adoración, los vecinos idólatras amenazaron de muerte a Gedeón, pero
Joás defendió a su hijo diciéndoles que su dios Baal se debía defender por sí
mismo (vs 27-32).
2. Octavo gobernante del reino sureño de Judá. Reinó 40 años (c 835-c 796 a.C.).
En el 841 a.C., cuando apenas era un niño, su padre Ocozías fue asesinado por
el rey Jehú de Israel. Entonces Atalía, la madre de Ocozías se apoderó del
trono después de asesinar a todos los hijos de Ocozías menos un hijo pequeño,
que fue salvado sólo porque la hermana de su padre, Josaba, esposa del sumo
sacerdote Joiada, lo sacó furtivamente y lo ocultó (2 R. 11:1-3; 2 Cr.
22:10-12). En el 7º año del reinado de Atalía, Joiada presentó al joven
príncipe a los oficiales del ejército y consiguió su apoyo para destronar a
Atalía y poner como rey a Joás. Bajo la protección del ejército se puso en
marcha el plan y el niño fue proclamado rey en el templo. Atalía, atraída por
las aclamaciones, se dirigió a ese lugar, pero luego fue muerta (2 R. 11:4-16;
2 Cr. 23:1-15).
Joiada se puso de inmediato a restaurar la adoración de Dios y a destruir el
templo de Baal. Cuando el joven rey llegó a la adultez, reparó el templo, que
ya tenía unos 150 años de existencia, pero dejó que los lugares altos
continuaran como lugares de adoración (2 R. 11:17-12:16; 2 Cr. 23:16-24:16).
Sin embargo, después de la muerte de Joiada, el rey cambió considerablemente y
llegó a adorar a Asera y otros ídolos. Reprendido por el hijo de su protector,
Zacarías, ordenó que lo apedrearan (2 Cr. 24:17-22; cf Lc. 11:51). También
sufrió una seria derrota militar cuando Hazael de Damasco invadió Judá después
de tomar la ciudad filistea de Gat. Pudo tranquilizar a los arameos
entregándoles todos los tesoros del palacio y del templo (2 R. 12:17, 18; 2 Cr.
24:23, 24). Poco después de su derrota fue asesinado en su cama por 2 de sus
propios cortesanos (2 R. 12:20, 21; 2 Cr. 24:25, 26). Fue enterrado en la
ciudad de David, pero no en las tumbas reales. Su hijo Amasías lo sucedió en
el trono.
3. Hijo del rey Acab de Israel (1 R. 22:26; 2 Cr. 18:25). 646
4. Decimotercer rey del reino norteño de Israel (si se incluye a Tibni en la
lista). Joás sucedió a su padre, Joacaz, como el 3er, rey de la dinastía de
Jehú, y gobernó 16 años (c 798-c 782 a.C.). Retuvo la adoración nacional de
los becerros de Jeroboam, pero fue un admirador de Eliseo, de quien recibió la
promesa de que derrotaría a los arameos (2 R. 13:10-19). Fue un guerrero de
éxito, y en 3 campañas contra Ben-adad III recuperó los territorios de la
Transjordania que su padre había perdido (v 25). Parece que al principio sus
relaciones con Judá habrían sido cordiales, porque cuando Amasías preparó una
campaña contra los edomitas, puso un gran ejército de israelitas al servicio
del rey de Judá. Sin embargo, antes de iniciar la campaña, Amasías los envió
de vuelta por consejo de un profeta. Esto ofendió a los soldados israelitas,
quienes, como venganza, asolaron la sección noroeste del reino de Judá (2 Cr.
25:5-10, 13). Después que Amasías regresó victorioso de la campaña edomita,
declaró la guerra a Joás de Israel, quizá en un intento de vengarse por el daño
hecho por los soldados israelitas. El rey Joás se sintió molesto y fue a
batalla contra el reino del sur con mucha vacilación, describiendo con
desprecio el enfrentamiento por medio de la parábola del cedro y el espino (2
R. 14:8-10; 2 Cr. 25:17-19). En la batalla de Bet-semes, Amasías fue
derrotado, y el victorioso Joás saqueó Jerusalén y rompió unos 400 codos del
muro de la ciudad antes de retirarse con su botín y sus rehenes (2 R. 14:11-14;
2 Cr. 25:20-24). Una estela de Adad-nirari III (810-782 a.C.) descubierta en
Tell er-Rimah, Irak, enumera a «Joás el samaritano» entre los reyes extranjeros
que pagaron tributo al rey asirio. Que fuera capaz, evidentemente, de vivir en
paz con los asirios, lo fortaleció en su tierra y le dio libertad para luchar
con éxito contra sus vecinos. Hay evidencia de que su hijo, Jeroboam II,
estuvo asociado con él en el trono por unos 11 años. Joás fue enterrado en las
tumbas reales de Samaria (2 R. 14:16). Véase Cronología (V, B).
Bib.: S. Page, Iraq 30 (1968):139-153.
5. Descendiente de Judá, de la familia de Sela (1 Cr. 4:22).
6. Benjamita de la familia de Bequer (1 Cr. 7:8).
7. Benjamita de Gabaón que se unió a David en Siclag (1 Cr. 12:3).
8. Supervisor de los almacenes de aceite de David (1 Cr. 27:28).
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: JOAS
JOÁS según la Biblia: «Jehová ha dado».
(a) Hombre de Judá, de la familia de Sela (1 Cr. 4:22).
(b) Hombre de Manasés, de la familia de Abiezer, fue padre de Gedeón (Jue. 6:11, 15). Establecido en Ofra, estaba acomodado. Había erigido un altar a Baal y una asera, emblema de la Astarté cananea. Dios ordenó a Gedeón que derruyera todo aquello. Cuando los idólatras reclamaron a Gedeón para matarlo por aquel hecho, Joás respondió defendiéndolo: «Si es un dios, contienda por sí mismo» (Jue. 6:11-32).
«Jehová ha dado».
(a) Hombre de Judá, de la familia de Sela (1 Cr. 4:22).
(b) Hombre de Manasés, de la familia de Abiezer, fue padre de Gedeón (Jue. 6:11, 15). Establecido en Ofra, estaba acomodado. Había erigido un altar a Baal y una asera, emblema de la Astarté cananea. Dios ordenó a Gedeón que derruyera todo aquello. Cuando los idólatras reclamaron a Gedeón para matarlo por aquel hecho, Joás respondió defendiéndolo: «Si es un dios, contienda por sí mismo» (Jue. 6:11-32).
(c) Benjamita de Gabaa, se unió a David en Siclag (1 Cr. 12:3).
(d) Uno de los hijos de Acab (1 R. 22:26; 2 Cr. 18:25).
(e) Hijo de Ocozías, rey de Judá. Al saber Atalía, madre de Ocozías, que su hijo había sido muerto, hizo dar muerte a todos los que quedaban de la sangre real, y se apoderó del trono. Sólo Joás pudo escapar a la muerte gracias a su tía Josaba, hermana del rey Ocozías y esposa del sumo sacerdote Joiada (2 R. 11:1-3).
Joás, de un año de edad, fue escondido en el Templo, donde quedó durante seis años. Al séptimo año, Joiada preparó una conspiración para expulsar a la usurpadora Atalía del trono (2 R. 11:4-12). Atalía fue hecha prisionera y ejecutada inmediatamente fuera de la puerta de los Caballos (2 R. 11:13-16).
Empezó a reinar en el año 842 a.C., a los siete años de edad, reinando cuarenta años. Joás, aconsejado por Joiada, destruyó el culto a Baal y ordenó la restauración del Templo, aunque el pueblo seguía celebrando un culto sobre los lugares altos (2 R. 12:1-16). Al morir Joiada, el rey y su pueblo se apartaron de Jehová, erigiendo aseras y otros ídolos.
Al profetizar Zacarías hijo de Joiada contra tales prácticas, Joás ordenó su muerte (2 Cr. 24:15-22; Mt. 23:35). Poco después Hazael, rey de Siria, se apoderó de la ciudad filistea de Gat, y amenazó Jerusalén; Joás se vio obligado a entregarle los tesoros del Templo.
Después, Joás cayó gravemente enfermo, y Amasa asumió la regencia. Unos siervos del rey Joás le dieron muerte en la cama en venganza de Zacarías hijo de Joiada (2 Cr. 24:25). Le sucedió Amasías su hijo (2 Cr. 24:27; 2 R. 12:21).
(f) Hijo de Joacaz, rey de Israel. Accedió al trono alrededor del año 800 a.C., y reinó 16 años. Este rey siguió adorando los becerros de oro de Bet-el y de Dan. Sin embargo, testimonió afecto al profeta Eliseo y se afligió por su enfermedad.
Eliseo le hizo abrir la ventana que daba al oriente y que disparara una flecha, cosa que hizo. A continuación, el profeta le ordenó que golpeara con sus saetas en el suelo. El rey lo hizo sólo tres veces. Las flechas simbolizaban las victorias que Joás debía conseguir sobre los sirios.
Si hubiera golpeado cinco o seis veces, hubiera llegado a destruir totalmente su poder (2 R. 13:14-25). Después de la muerte de Eliseo, Joás proveyó cien mil soldados mercenarios a Amasa, rey de Judá, que quería llevar a cabo una expedición contra los edomitas. Convencido por un profeta, Amasías los devolvió.
Sin embargo, aunque estos mercenarios habían sido pagados por adelantado, irritados, se lanzaron a saquear el territorio de Judá al dirigirse hacia el norte (2 Cr. 25:6-10, 13). Es posible que esto influyera en Amasa para declarar la guerra a Joás.
En la batalla de Bet-semes Amasías fue derrotado, y Joás destruyó parte de los muros de Jerusalén, se llevó los tesoros del Templo y del palacio, y rehenes con los que asegurar la paz. A la muerte de Joás, su hijo Jeroboam II accedió al trono (2 R. 14:8-16; 2 Cr. 25:17-24).