Significado de Debora
Ver Concordancia
(heb. Debôrâh, «abeja» o «avispa»).
1. Nodriza de Rebeca, a quien acompañó a Canaán. Más tarde quizá regresó a Harán,
y luego siguió a Jacob de vuelta a Canaán, o dejó el hogar de Isaac y se unió a
la familia de Jacob después del regreso de éste de Harán, porque al morir la
encontramos como miembro de la familia de Jacob en Bet-el; habría sido
sumamente anciana en ese tiempo. Fue sepultada al pie de la colina que estaba
cerca del pueblo, debajo de una encina, a la que se llamó Alón-bacut, «encina
del llanto» (Gn. 24:59; 35:8).
2. Profetisa que juzgo a Israel en un lugar llamado «la palmera de Débora», en la
zona montañosa de Efraín entre Rama y Betel (Jue. 4:5). Después de la larga
opresión del rey de Hazor, Débora llamó a Barac y le encomendó la misión de
liberar a Israel del yugo extranjero. Acompañó al ejército a la batalla y más
tarde, con Barac, compuso un himno de victoria (Jue. 4:4-10; 5:1-31). Por lo
general, este «Canto de Débora», un magnífico poema hebreo, es considerado uno
de los ejemplos más antiguos de la literatura poética israelita. En su
estructura muestra un estrecho paralelismo con los antiguos textos poéticos
cananeos de Ugarit.
Bib.: W. F. Albright, JPOS 2 (1922):69-86, 284, 285.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: DEBORA
DÉBORA según la Biblia: En su muerte, cerca de Bet-el, fue sepultada con marcadas manifestaciones de afecto, bajo la famosa encina a la que entonces se dio el nombre de Allon-bacut, «la encina del llanto»
Nombre propio femenino. La Biblia destaca:
(a) La nodriza de Rebeca a quien ella acompañó de Aram a Canaán (Gn. 24:59). En su muerte, cerca de Bet-el, fue sepultada con marcadas manifestaciones de afecto, bajo la famosa encina a la que entonces se dio el nombre de Allon-bacut, «la encina del llanto» (Gn. 35:8), 1732 a.C.
Estaba en ese tiempo en la casa de Jacob, habiendo muerto ya Rebeca, sin duda alguna, y tenía como 120 años de edad (Gn. 24:59). Hay algo muy hermoso en esta sencilla consignación, que apenas podría hallarse en nuestras grandes historias de reyes, hombres de estado y guerreros afamados.
Éstos, en efecto, rara vez se toman la molestia de erigir un monumento a una vida digna pero oscura que se ha pasado en el desempeño de servicios humildes.
(b) Profetisa y esposa de Lapidot, que juzgó a los israelitas y habitó bajo una célebre, y acaso, solitaria palmera entre Rama y Bet-el (Jue. 4:4, 5).
Cuando los judíos, especialmente los de las tribus del norte, sufrían bajo la tiranía de Jabín (1296 a.C.), como profetisa se empeñó en levantarlos de su abatimiento, y enviando por Barac lo indujo a atacar a Sísara y le prometió la victoria.
Barac, sin embargo, rehusó ir a menos que ésta le acompañase, cosa a que Débora accedió; pero le dijo que el éxito de la expedición sería imputado a una mujer y no a él. Después de la victoria compuso un espléndido canto triunfal, que se conserva en Jue. 5 y que es una de las páginas más antiguas de la literatura bíblica.