Biblia

Significado Bíblico de EMANUEL

Significado Bíblico de EMANUEL

Significado de Emanuel

Ver Concordancia

(heb. Immânûêl, «Dios [está] con nosotros»; gr. Emmanouel).

Hijo-señal predicho por el profeta Isaías en conversación con Acaz, rey de Judá
(ls. 7:14). Alarmado por una alianza entre Peka (rey de Israel) y Rezín (rey
de Siria) contra Judá (Is. 7:2, 5, 6), Acaz se volvió hacia Tiglat-pileser III
(rey de Asiria) por ayuda (2 R. 16:6-9; 2 Cr. 28:16; Is. 8:9-12). Previendo un
ataque inminente, salió para inspeccionar el suministro de agua para la ciudad.
Isaías se encontró con él en el camino con el mensaje de que no debía temer a
Peka ni a Rezín, sino confiar en Jehová (ls. 7:4-7; 8:13, 14). En prueba de la
liberación prometida, Isaías (que significa «Yahweh salva») predijo el
nacimiento de un hijo que se debía llamar Emanuel (7:14), como señal y
recordativo de la presencia permanente de Dios. Antes que este niño-señal
llegara a la edad de la responsabilidad, Peka y Rezín caerían ante los asirios
(8:7, 8, 15). Esta predicción, hecha c 734 a.C., se cumplió literalmente.
Tiglat-pileser III tomó Damasco y mató a Rezín 2 años más tarde (2 R. 16:9,
10), luego devastó Galaad y Galilea, se llevó numerosos cautivos y tramó el
asesinato de Peka (2 R. 15:29, 30; 1 Cr. 5:26; Is. 8:4). El reino de Israel
desapareció 12 años más tarde con la caída de Samaria ante los asirios (723/22
a.C.; cf Is. 7:8). Repetidas invasiones asirias durante los siguientes años
también devastaron toda la tierra de Judá, con excepción de Jerusalén (2
R.18:13- 19:34; 2 Cr. 32:1-20; Is. 36:1-37:20). Sin embargo, Dios estaba con
su pueblo para proteger al remanente en Jerusalén en forma milagrosa (2 R.
19:35-37, 2 Cr. 32:21, 22; Is. 37:21-38). Si Acaz hubiera confiado en Jehová,
Judá hubiera evitado esta terrible experiencia, como lo implica el nombre de
este niño-señal: «Dios (está) con nosotros». Pero el persistente rechazo de
Acaz de poner su esperanza en Dios en lugar de confiar en la alianza con
Asiria, resultó en gran sufrimiento para Judá (8:7, 8, 21, 22). Con ironía, el
profeta habla de Judá como la tierra de Emanuel -«Dios (está) con nosotros»-
comparando lo que realmente ocurrió con lo que podría haber sido (vs. 8, 10).

Mateo cita Is. 7:14 y lo aplica a Cristo (Mt. 1:23). El nombre Emanuel se
originó en una situación histórica real como una promesa de que Dios estaría
con su pueblo para librarlo de sus enemigos inmediatos. Pero Isaías también
miraba por inspiración al tiempo cuando Dios enviaría a su propio Hijo, el
verdadero Emanuel, con ese mismo propósito. Por inspiración, Mateo tomó la
profecía de Isaías y la aplicó a la persona de Jesucristo, que nació de una
virgen, y quien, en un sentido supremo, es «Dios con nosotros».

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: EMANUEL

EMANUEL según la Biblia: (forma griega de un nombre hebreo compuesto de tres términos. Significa «Dios con nosotros»).

(forma griega de un nombre hebreo compuesto de tres términos. Significa «Dios con nosotros»).
Nombre aplicado a Cristo por Mateo (Mt. 1:20-23) según la profecía de Is. 7:14. Se relaciona con el nacimiento milagroso y la unión en la persona del Salvador de las dos naturalezas, divina y humana.

Al ser atacado Acaz, rey de Judá, por Rezín, rey de Siria y por Peka, rey de Israel, Isaías fue enviado a decirle que se aquietara y no temiera. Jehová dijo entonces a Acaz que pidiera una señal, tanto en lo alto como en lo profundo; pero Acaz rehusó pedirla.

Por ello el Señor le dio la siguiente señal: «He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno» (Is. 7:14,15).

Se ha presentado la cuestión de cómo podía ser esto una señal a Acaz, siendo que este suceso no tuvo lugar sino hasta siglos después. El anuncio profético del nacimiento de este niño era la evidencia presente a la fe de que, fueran las que fueran las combinaciones que llevaran a cabo los hombres, el remanente podía contar con Dios (cp. Is. 8:9, 10, donde dice: «Dios está con nosotros»).

Se debería señalar que hay dos niños proféticos. uno «Sear-jasub» (Is. 7:3), figurativo del remanente (este nombre significa «un remanente retorna»), y Emanuel; así la profecía prosigue: «porque antes de que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada» (Is. 7:16). En el versículo 3 de este capítulo se le ordenaba a Isaías que, al ir a encontrar a Acaz, llevara consigo a su simbólico hijo Sear-jasub («un remanente retorna»).

Es indudable que el versículo 16 se refiere a Sear-jasub; y antes de que este niño hubiera llegado a la madurez, Peka habría sido muerto por Oseas, y Damasco tomada y Rezín muerto por el rey de Asiria (2 R. 15:30; 16:9).

Puede parecer extraño que no haya interrupción entre el versículo 15 y el 16 de Is. 7, ya que el primero se refiere a Emanuel, y el segundo a Sear-jasub; pero estas abruptas transiciones no son raras en las escrituras proféticas. En las profecías el futuro está a menudo estrechamente asociado con los acontecimientos presentes.

En Is. 8:8 se predice que el ala del rey de Asiria llenaría la tierra, la tierra de Emanuel, lo cual tuvo lugar poco después, y constituye una premonición y un tipo de los ataques de los asirios en los días postreros.

En el NT tenemos el cumplimiento de la profecía anterior. La virgen María concibió y dio a luz a su Hijo. Su nombre fue Jesús, y también Emanuel, «Dios con nosotros», mostrando que Él era Dios, y vino a ser hombre (Mt. 1:23).

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: EMANUEL