Significado de Hierro
Ver Concordancia
(heb. barzel; aram. parzel, parzelâ; gr. sìdros, sidróus, sidereos).
En Dt. 8:9 se describe la tierra prometida como una «tierra cuyas piedras son
hierro, y de cuyos montes sacarás cobre». Las exploraciones modernas han
descubierto antiguas minas de hierro en el distrito de {Ajlûn (en la
Transjordania), cerca de Petra (en Edom), en Madián (al este del Golfo de
Aqaba) y en los montes Libano. Como la fundición del hierro requiere altas
temperaturas, su elaboración demandó un desarrollo muy largo. No fue hasta el
s XVIII a.C., cuando el hierro llegó a ser común en el mundo antiguo; sin
embargo, es equivocada la idea de que no se conocía este metal en los primeros
siglos del 2º ó 3er milenios a.C. Los objetos de hierro más antiguos
generalmente son objetos de joyería que se encuentran en tumbas de períodos en
lo que no existen registros escritos. Están trabajados en hierro meteórico,
como lo demuestra su contenido de níquel, un elemento que no se encuentra en el
hierro terrestre. Tanto en Egipto como en Sumeria el nombre del hierro es
«metal celestial», lo que también apunta a su origen meteórico. Sin embargo,
ya se producía hierro en pequeñas cantidades de minerales terrestres en el 3er
milenio a.C. Esto se demostró con el hallazgo de herramientas de ese metal
empotradas en 2 pirámides de la 4ª dinastía, como también de instrumentos de
hierro encontrados en la Mesopotamia en los niveles más tempranos de Tell
Asmar, Tell Chagar Bazar y Mari. Además, textos del tiempo de Hamurabi (s
XVIII a.C.) y las Cartas de Amarna* (s XIV a.C.) atestiguan su empleo en
Mesopotamia 544 y Egipto en tiempos patriarcales y de Moisés.
Esta breve reseña de la evidencia extrabíblica del uso temprano del hierro está
en armonía con el registro bíblico que lo menciona desde tiempos muy tempranos.
Tubal-caín, descendiente de Caín, trabajó el hierro (Gn. 4:22). En la época
de Moisés se usaban objetos de ese metal (Nm. 35:16; Dt. 3:11; Jos. 6:19, 24).
Los «carros herrados» de los cananeos (Jos. 17:16; Jue. 1:19; 4:3, 13) no eran
vehículos de guerra hechos de hierro, sino que tenían algunas terminaciones o
elementos del mismo, como lo ilustra la referencia que hace Tutmosis III
llamándolos «carros de oro» en un lugar, en tanto en otro dice que tenían
decoraciones de oro.
En los tiempos de Saúl, el hierro todavía era muy escaso entre los hebreos,
mientras que los filisteos, que parece que lo obtenían de Anatolia o de Chipre,
lo monopolizaban (cf 1 S. 17:7; 13:19-22). Sin embargo, desde los días de
David en adelante fue más abundante, y se lo usaba para hachas y trillos (1 Cr.
20:3), herramientas y clavos de construcción (1 R. 6:7; 1 Cr. 22:3), utensilios
para grabar (Jer. 17:1), barras, cadenas y láminas para cubrir las puertas de
la ciudad (Sal. 105:18, BJ; 107:10, 16; 149:8; Is. 45:2; Hch. 12:10) y para
hacer ídolos (Dn. 5:4). En Jer. 15:12 se utiliza la expresión «hierro del
norte», que probablemente sugiere que los hebreos lo obtenían de los fenicios
que vivían al norte de ellos (Ez. 27:12, 19).
Bib.: R. J. Forbes, JEOL 9 (1944):207-214; A. Lucas, Ancient Egyptian Materials
and Industries [Materiales e industrias del antiguo Egipto] (4ª ed., Londres,
1962), pp 235-243.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: HIERRO
HIERRO según la Biblia: Ya antes del Diluvio fue conocido el hierro. Tubal-Caín, descendiente de Caín, trabajó el bronce y el hierro (Gn. 4:22).
Ya antes del Diluvio fue conocido el hierro. Tubal-Caín, descendiente de Caín, trabajó el bronce y el hierro (Gn. 4:22).
Los egipcios antiguos conocían el hierro, al que llamaban «metal celestial».
Había hachas y otros útiles de hierro en época de Moisés (Nm. 35:16; Dt. 19:5).
La cama de Og era de hierro (Dt. 3:11).
En época de Josué se elaboraban objetos de hierro (Jos. 6:19, 24); se conocían los carros de hierro para fines bélicos (Jos. 17:16), también mencionados en el período de los Jueces (Jue. 1:19; 4:3, 13).
De hierro se hacían
armaduras, armas, puntas de lanza, corazas (1 S. 17:7; Ap. 9:9);
instrumentos de labranza, arados, trillos (2 S. 12:31; Am. 1:3);
martillos, clavos (1 R. 6:7; 1 Cr. 22:3);
cinceles (Jb. 40:26);
puertas, grillos, cerrojos, cadenas (Sal. 107:10, 16; 145:18; 149:8; Is. 45:2; Hch. 12:10);
ídolos (Dn. 5:4).
El hierro provenía de Tarsis, Grecia, y del norte, indudablemente de lugares alrededor del mar Negro (Jer. 15:12; Ez. 27:12, 19). Se encontraba también en tierra de Israel (Dt. 8:9), especialmente en los montes del Líbano.
Hay numerosas indicaciones de que el hierro fue utilizado mucho antes de lo que algunos arqueólogos están dispuestos a admitir.
El mineral era tratado en hornos (Dt. 4:20; 1 R. 8:51) que, a juzgar por los del Líbano, eran de piedra y medían más de 3 m. de altura con un diámetro de casi 1 m.
Se calentaban estos hornos con carbón vegetal, activando la llama con fuelles (Ez. 22:20; cfr. Jer. 6:29).
Parece que los filisteos aprendieron en el norte a servirse del hierro, y guardaban celosamente el secreto del proceso metalúrgico (1 S. 13:19-22).
Flinders Petrie descubrió la confirmación de este monopolio de los filisteos al desenterrar altos hornos e instrumentos de hierro en Gerar.
El uso del hierro no llegó a difundirse ampliamente en Israel hasta después del aplastamiento del poderío filisteo por parte de David.