Significado Bíblico de LEVADURA
Significado de Levadura
Ver Concordancia
(heb. jâmêts y Ñeôr; gr. zúm).
Sustancia productora de fermentación que se usaba/usa para levantar diversos
tipos de masa. La primera referencia bíblica a la levadura está relacionada
con la institución de la fiesta de los Panes* sin Levadura, en vísperas de la
partida de los hebreos de Egipto. Durante esta fiesta no se la debía hallar en
los hogares (Ex. 12:15-20; 13:3-7). No se había de presentar ninguna ofrenda
de cereales hecha con ella (Lv. 2:11); debía ser comida sin este fermento en un
lugar santo (6:15-17). El profeta Amós, irónicamente, invitaba a los
israelitas apóstatas a ofrecer sacrificios que contuvieran levadura (Am. 4:5),
una práctica prohibida. Sin embargo, se debían ofrecer panes leudados con
ciertas ofrendas (Lv. 7:13; 23:17). Jesús comparó la cualidad penetrante de
sus enseñanzas con la acción de la levadura sobre la masa (Mt. 13:33; Lc.
13:20, 21). Lo mismo hizo para ilustrar la influencia persuasiva de las
doctrinas de los fariseos y saduceos, y la mala de Herodes (Mt. 16:6, 12; Mr.
8:15). Pablo, al referirse a la de los judaizantes en su medio, advirtió a los
cristianos gálatas que «un poco de levadura leuda toda la masa» (Gá. 5:9), y
aconsejó a los corintios a limpiarse de la vieja levadura y llegar a ser una
masa nueva (1 Co. 5:6, 7).
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: LEVADURA
LEVADURA según la Biblia: Sustancia usada para fermentar y levantar la masa (Éx. 12:15, 19; 13:7). En épocas bíblicas se usaba para ello un trozo de masa agriada.
Sustancia usada para fermentar y levantar la masa (Éx. 12:15, 19; 13:7). En épocas bíblicas se usaba para ello un trozo de masa agriada. La levadura estaba prohibida en las ofrendas que debían ser consumidas sobre el altar; aquellas de las que se participaba podían tenerla (Éx. 7:13; 23:17).
La levadura, agente de corrupción, es el emblema de las doctrinas perniciosas (Mt. 16:11; Mr. 8:15), de la maldad (1 Co. 5:6-8; Gá. 5:9), de la que nos tenemos que guardar totalmente.
Durante la Pascua, los israelitas no debían ni consumir pan con levadura, ni aun tener levadura en sus casas, bajo pena de ser cortados de su pueblo (Éx. 12:15, 19). La ausencia de levadura simbolizaba la pureza que Dios demanda de sus servidores.
Ello era también un recuerdo de su salida de Egipto, por cuanto los israelitas se llevaron la masa sin fermentar. La insipidez de este pan sin levadura les serviría de recordatorio de las aflicciones de Egipto (Éx. 12:34, 39; Dt. 16:3; 1 Co. 5:7, 8).
La parábola de la levadura (Mt. 13:33) ha sido diversamente interpretada. Ciertos comentaristas han creído ver en ella una imagen de la influencia saturadora del Evangelio que, de una manera quizás escondida, penetra en todos los medios y por la tierra entera (cfr. Col. 1:16).
Sin embargo, se ha de tener en cuenta que en todos los otros pasajes bíblicos la levadura es consistentemente un símbolo de iniquidad. De la misma manera que la cizaña se mezcla con el trigo hasta la siega (Mt. 13:24-30), así la levadura introducida en la harina produce un fermento de corrupción que irá en aumento hasta la apostasía y el juicio que ha de caer sobre ella (Mt. 24:12; 2 Ts. 2:3).
En este sentido es usada por Pablo en 1 Co. 5:6-8 y Gá. 5:9, por lo que es inválida la interpretación optimista. La parábola de la cizaña y la de la levadura muestran diferentes aspectos de la misma realidad: el proceso de corrupción conducente a la apostasía en el seno del testimonio de la Iglesia en la tierra hasta la intervención del Señor en juicio sobre una cristiandad apóstata (cfr. Lc. 18:8; 1 Ti. 4:1; 2 Ti. 3:1-5, etcétera).
Así, «hasta que todo fue leudado», en lugar de significar que todo el mundo será ganado para el Evangelio, tiene un significado diametralmente opuesto.