Significado Bíblico de NILO
Significado de Nilo
Ver Concordancia
(heb. Yeôr; shîjôr. «negro [turbiol»; transliteración del egip. itrw [más
tarde irw], que significa «río» por excelencia).
El gran río de Egipto, de unos 6.400 km de longitud, uno de los más largos del
mundo. Sus fuentes, conformadas por varias corrientes (de las cuales el Kagera
es la más importante), están en el África central. Fluyen hacia el norte y
forman el Lago Victoria. Después de salir del lago, el río, que ahora se llama
Nilo Blanco (de unos 2.500 km de largo), recibe las aguas de varios otros
afluentes antes de llegar a la confluencia con otro de los ríos principales, en
Jartum, el Nilo Azul, que hasta ese punto ya recorrió unos 1.785 km desde sus
fuentes en la Meseta de Abisinia. El último tributario del Nilo es el Atbara,
también llamado el Nilo Negro, de unos 1.265 km de largo. Se une al río
principal a unos 320 km al norte de Jartum. Mapa IV, D-5.
Entre Jartum y Asuán, el límite sur del antiguo Egipto, el Nilo fluye 1.865 km
y cae por 6 cataratas que, durante toda su historia fueron formidables
barreras protectores contra las invasiones desde el sur. La catarata que está
más al norte, llamada la 1ª catarata, está formada por un lecho de granito de
unos 290 km de longitud, en dirección este-oeste. que atraviesa 840 el río en
Asuán. De esta región, los egipcios han extraído granitos rojo y gris desde
los tiempos más remotos para obeliscos, estelas, columnas y estatuas.
381. El río Nilo.
En Asuán, el Nilo entra en Egipto propiamente dicho, y fluye otros 1.200 km más
a todo lo largo del país, de sur a norte (fig 381). Su ancho varía de 450 a
900 m. Al norte de El Cairo, el río se divide en varios brazos formando un
fértil delta. En los tiempos antiguos había 7 principales, pero ahora hay sólo
2, los que desembocan en el Mediterráneo: Rosetta y Damietta. Mapas IV, B/C-5;
V. A-2/3.
El Nilo era y es todavía la fuente de toda la vida de Egipto, un país que
pertenece al desierto de Sahara y que prácticamente no tiene lluvias. El río
inunda sus riberas durante los meses de verano, y al bajar deja una fértil capa
de limo. De ese modo, se ha ido formando, desde tiempos inmemoriales, una
franja de tierra fértil a cada lado del Nilo (que aparece con un verde más
oscuro en el Mapa V), que renovada cada año permitía la vida para la densa
población de Egipto. Antes de construirse los diques de Asuán, las
inundaciones comenzaban allí hacia fines de junio, y en la región de El Cairo a
mediados de julio, llegando a su nivel máximo en octubre. Desde ese momento,
el agua descendía hasta su nivel más bajo en marzo. Desde marzo el nivel se
mantenía constante hasta el comienzo de una nueva inundación. Estas eran el
resultado de las siguientes circunstancias: el Nilo Blanco mantenía una
cantidad constante de agua todo el año, ya que casi diariamente llovía en la
región de sus nacientes. Por otra parte, el Nilo Azul y el Atbara llevaban una
gran cantidad de agua sólo durante las épocas en que las mesetas de Abisinia
soportaban la estación de lluvias. En esas épocas los ríos llegan a ser
torrentes, cuyas aguas bajan de las montañas con gran velocidad, arrastrando
consigo mucho del suelo que contiene minerales desde las regiones montañosas
que atraviesan. Cuando este Nilo Azul violento llegaba a Jartum, tenía tanta
fuerza que el agua lenta y serena del Nilo Blanco era retenida, de modo que
inundaba sus riberas hasta muy al sur de la ciudad. Después de unas pocas
semanas, la fuerza del Nilo Azul se reducía, y para entonces el Nilo Blanco
constituía una corriente poderosa que empujaba sus aguas por el cauce del río
con la misma fuerza con que antes la arrojaba el Nilo Azul, y durante varias
semanas más la inundación de Egipto continuaba.
Por causa de su importancia desde tiempos remotos, los egipcios llevaban
registros muy minuciosos de la altura de cada inundación anual. Tenían también
varios nilómetros en diversos lugares del país, y un sistema de alarma para
avisar a los agricultores de la altura esperada del Nilo, para que pudieran
tomar las medidas preventivas necesarias por si la inundación llegara a niveles
que pusieran en peligro sus diques, aldeas y cosechas; y para que se pudieran
preparar si descendieran demasiado bajas, en cuyo caso necesitarían mano de
obra adicional para bombear el agua hasta sus campos más alejados del río. Si
el Nilo no crecía, había hambre y escasez, y varios períodos de esta naturaleza
han quedado registrados. El período de 7 años de hambre que ocurrió en tiempos
de José (Gn. 41:54) tiene un paralelo histórico, pues una época de 7 años del
mismo azote sufrió Egipto en la dinastía 3ª, algunos siglos antes.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: NILO
NILO según la Biblia: Río de Egipto (Is. 23:3; Jer. 2:18). En heb. «Shîhõr» y «y’õr» (río).
El Nilo cubría grandes extensiones, sobre todo durante épocas de inundación, por lo que en ocasiones se le daba nombre de mar (Nah. 3:8).
Río de Egipto (Is. 23:3; Jer. 2:18). En heb. «Shîhõr» y «y’õr» (río).
El Nilo cubría grandes extensiones, sobre todo durante épocas de inundación, por lo que en ocasiones se le daba nombre de mar (Nah. 3:8).
Los cursos de agua que alimentan el lago Victoria-Nyanza son las fuentes últimas del Nilo, que tiene 6.500 Km. de longitud (el río más largo del mundo, el Mississipi-Missouri, mide 6.600).
La parte más célebre del río empieza en la unión del Nilo Blanco con el Nilo Azul, en Khartum. De allí hasta el Delta el Nilo serpentea a través de más de 2.600 Km. a través del desierto.
A partir de entonces no recibe más que un solo afluente por su ribera izquierda, a 225 Km. por debajo de Khartum. Los ribazos se elevan a alrededor de 100 m. de altura y rebasan en ocasiones los 300 m., bordeando el valle como muros hasta llegar a El Cairo, donde se alejan bruscamente al este y al noroeste ante el Delta.
Inmediatamente por debajo de Khartum, el Nilo penetra en la meseta de Nubia y describe una gigantesca S, que comprende seis cataratas. Algo río arriba de Asuán (la antigua Siena), un banco de granito que se extiende por casi 290 Km. de este a oeste, obstruye el lecho del río, que se abre paso y desciende por las rocas formando la última catarata.
Ésta es la primera si se está remontando el río contra corriente, que allí atravesaba los confines del antiguo Egipto. La antigua Etiopía se extendía desde esta catarata hasta la sexta. El granito de las rocas transversales ha suministrado la famosa roca de marrón claro que es lustrosa al pulirla, y de la que se han hecho tantas estatuas de faraones.
Río abajo de El Cairo, a unos 160 Km. del mar, el río se divide en varios brazos, y desemboca en el Mediterráneo por los diversos canales. Esta parte de su curso recibe el nombre de Delta, por la forma triangular de la letra D en griego. Las dos principales desembocaduras se hallan por Damieta y Rosetta.
En la antigüedad había siete. Las más importantes eran la Pelusíaca al este, la Canópica al oeste, y la Sebenítica en el centro (Herodoto 2:17). Mientras el río sigue su curso sinuoso a través de la sequedad del desierto, una gran cantidad de sus aguas queda perdida por evaporación, por infiltración y, sobre todo, debido al inmenso sistema de canales de irrigación, indispensable para la agricultura.
La famosa inundación anual del Nilo, que fertiliza un país privado de lluvias, resultaba un misterio para los antiguos (Herodoto 2:19-25). La región del lago Victoria-Nyanza recibe lluvias prácticamente diarias, cuya aportación regular le da al Nilo una corriente constante.
El Nilo Blanco tiene sus fuentes en las montañas de Etiopía; no es nada más que un riachuelo durante la estación seca. Durante la estación de las lluvias viene a ser un torrente impetuoso, cargado de limo de Abisinia. El Atbara, formado por las lluvias, es un torrente análogo.
Inmensas extensiones desérticas bordean Egipto. Sin la inundación anual, este país hubiera quedado desnudo de vegetación. Según la célebre frase de Herodoto, «Egipto es el don del Nilo». La crecida del Nilo Azul y del Atbara son la causa de la inundación; el río va creciendo lentamente al principio, a partir del inicio de junio, después con mayor rapidez, a partir del 15 o 20 de julio.
Hacia el final de septiembre, las aguas dejan de crecer, y quedan durante veinte a treinta días al mismo nivel. En octubre se reanuda la inundación, y llega a su máximo (100.000 m3 por segundo). A partir de ahí baja el nivel; para fines de diciembre el río queda de nuevo dentro de su lecho.
En enero, febrero y marzo los campos se van secando gradualmente. La inundación ha reblandecido y abonado el suelo. La crecida llega a 12 metros en Asuán, y llegaba a 7 u 8 m. en El Cairo. Dejaba un depósito de 10 a 12 cm. de aluviones. Bajo Sesostris I no se tuvieron productos de la tierra debido a años de hambre.
Este faraón es identificado por Courville como el faraón bajo el que José sirvió como primer ministro de Egipto (véase FARAÓN, a). Es en esta época que hubo siete años sin inundaciones (Gn. 41:54).
La misma calamidad de siete años sin inundaciones tuvo lugar bajo el califa el-Mustansir, que llegó a su mayor punto de gravedad en el año 1.070 d.C. Los antiguos egipcios inscribían regularmente cuál había sido el nivel de la crecida en los diferentes lugares.
En la época de los faraones, el año agrícola egipcio se dividía en tres estaciones:
el período de la inundación (del final de junio hasta el final de octubre);
el de los cultivos (del final de octubre hasta el final de febrero) y, finalmente,
la de la cosecha (desde el final de febrero hasta el final de junio).
La construcción de la presa de Asuán, acabada en 1964, ha modificado considerablemente el comportamiento del Nilo. Por una parte, ha aumentado el área de irrigación disponible para cultivos.
Por otra parte, ha eliminado la descarga de sedimentos y ha regularizado el caudal del Nilo en el bajo Egipto, por lo que los efectos a largo plazo sobre el ecosistema pueden ser verdaderamente contraproducentes en relación con la agricultura. Los efectos se hacen sentir con especial gravedad en la zona del Delta.