Significado Bíblico de PALMERA
Significado de Palmera
Ver Concordancia
(heb. tâmâr, tômer, timmôrâh; gr. fóinix).
Los eruditos están generalmente de acuerdo en que la palmera de las Escrituras
es casi siempre la datilera, un árbol erecto y sin ramas, que ocupó un lugar
importante en la economía y la vida diaria de la gente en Palestina. Si se
cultiva en forma apropiada crece hasta una altura de 18 a 24 m y puede vivir
y producir hasta los 200 años. Generalmente comienza a dar fruto al 6º año, y
alcanza su madurez a los 30; llega al máximo de su producción al fin del 1er
siglo. Sus hojas inferiores, largas y plumosas (llamadas a veces «ramas» en
la Biblia), cuando mueren quedan inclinadas hacia abajo alrededor del tronco
hasta caer, mientras salen las nuevas (eso le da el aspecto de una sombrilla).
Los dátiles crecen en racimos, que pesan entre 15 y 25 kg, y constituyen un
elemento importante en la dieta de algunas tribus árabes. Las semillas se
muelen como forraje para los animales. Las enormes hojas de las datileras, de
1,8 a 3 m de largo, sirven para muchos usos en la economía palestina: techos,
cercados, material para esteras y decoración (los árabes dicen que hay tantos
usos para una datilera como días en el año). Crecen en densos bosquecillos o
solitarias. Puede ser que una vez la mayor parte del valle del Jordan, desde
las orillas del Mar de Genesaret hasta el Mar Muerto, haya tenido bosques de
datileras, pero ahora sólo hay pocas en Palestina, excepto a lo largo de la
llanura marítima de Filistea y en la región alrededor de Jericó. La casi
extinción de estos árboles importantes y gráciles ha sido atribuida al descuido
de su cultivo, porque todavía crecen en forman abundante en otras regiones del
Cercano Oriente (figs 112, 213, 398).
398. Palmeras en Refidim, en la península del Sinaí.
En su huida de Egipto los israelitas llegaron a un bosque de 70 palmeras Elim
(Ex. 15:27; Nm. 33:9), y más tarde recibieron la instrucción de Lisar hojas de
ese árbol para levantar sus cabañas en la fiesta de los Tabernáculos (Lv.
23:40; Neh. 8:15). Por cuanto era tan familiar para los israelitas, fue
natural que su figura se usara en el diseño del templo de Salomón (1 R. 6: 29,
32, 35) y en el templo de la visión de Ezequiel (Ez. 40; 41). Jericó fue
llamada «la ciudad de las palmeras» (Dt. 34:3; Jue. 1:16; 3:13; 2 Cr. 28:15).
Las hojas eran usadas en diversas celebraciones (Jn. 12:13; Ap. 7:9; 1 Mac.
13:51; 2 Mac. 10:7).
Bib.: PR 169-172.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: PALMERA
PALMERA según la Biblia: (heb. «tamar», «timmorah», «tomer»; gr. «phoinix»).
Es un árbol grande (Cnt. 7:7, 8); recto y alto, sirve como símil para el crecimiento del justo (Sal. 92:13); era contado entre los árboles frutales (Jl. 1:12).
(heb. «tamar», «timmorah», «tomer»; gr. «phoinix»).
Es un árbol grande (Cnt. 7:7, 8); recto y alto, sirve como símil para el crecimiento del justo (Sal. 92:13); era contado entre los árboles frutales (Jl. 1:12).
Inspiró los motivos decorativos del Templo de Salomón y de otros santuarios (1 R. 6:29, 32, 35; Herodoto 2:169).
Las palmeras simbolizaban la victoria y la paz (1 Mac. 13:51; 2 Mac. 10:7; Jn. 12:13; Ap. 7:9).
La expresión «ramas de palmeras» que se halla en pasajes como Lv. 23:40; Neh. 8:15; Jn. 12:13 no se corresponde con el actual lenguaje botánico.
Son pocas las palmeras que presentan ramas en el sentido que se entiende el término en botánica, y la palmera datilera de la que se hallan ciertas especies en Palestina no las tiene. Este término se refiere entonces a las palmas, que se asemejan a grandes plumas, y que tienen una longitud de 1,20 a 1,80 m.
Las palmeras abundaban en el valle del Nilo; había en Elim, en el desierto, cerca del mar Rojo (Éx. 15:27); en Edom (Virgilio, Geórgicas 3:12). La palmera medraba en diversos lugares de Judea, en En-gadi, en las costas del mar de Galilea, en el valle del Jordán, y especialmente en Jericó, «la ciudad de las palmeras» (Dt. 34:3; Jue. 1:16; 2 Cr. 28:15).
Según Estrabón, Josefo, etc., el bosque de palmeras de Jericó tenía 20 Km. de longitud y, a decir de Plinio, sus dátiles eran los mejores, gracias a lo salino del terreno (cfr. Gn. 14:7, donde aparece la palmera en el nombre geográfico de Hazezon-tamar; Dt. 34:3; Ant. 9:1, 2; Guerras 1:6, 6; 3:10, 8); los nombres de Sansana (al sur de Judá, Jos. 15:31) y de Quiriat-sana (Jos. 15:49) evocan las palmeras.
Se hallaban también en el monte de Efraín, cerca de Bet-el (Jue. 4:5; 20:33); cerca de Jerusalén (Neh. 8:15; Jn. 12:13); al este de Damasco, en la ciudad que recibió sucesivamente los nombres de Tadmor y Palmira (véase TADMOR). También medraban las palmeras a lo largo del curso inferior del Tigris y del Éufrates (Herodoto 1:193).
Los griegos y romanos consideraban a la palmera como el árbol típico de Palestina y de los países vecinos. Las monedas acuñadas en Roma para conmemorar la toma de Jerusalén en el año 70 d.C. representaban a Judea bajo la imagen de una mujer desolada sentada bajo una palmera datilera.
Este árbol, tan extendido en Palestina en el pasado, desapareció de casi toda ella, con excepción de la franja marítima de Filistea y de los parajes de Beirut; pero ahora se han vuelto a plantar grandes extensiones.
La palmera que se halla constantemente en las Escrituras es casi siempre la «Phoenix dactylifera», palma datilera que se levanta entre 14 y 20 m. de altura. Su estípite (tallo largo y sin ramificar), derecho y de grosor constante, lleva las marcas de las palmas caídas, y está coronado por una copa de grandes palmas siempre verdes.
Tiene una vida de 100 a 200 años; con él se pueden hacer techos, paredes, empalizadas, esteras, canastos. Se atraviesa la parte tierna de la espata para extraer el jugo, que da azúcar por evaporación. Mediante fermentación o destilación se transforma el jugo en una bebida fuerte, llamada arrack (Guerras 4:8, 3; Herodoto 1:193).
Su fruto, los dátiles, es muy abundante, y apreciado por su gran valor alimenticio. Los persas mencionan 360 usos diferentes de la palmera datilera. Los huesos de los dátiles sirven de alimento a los camellos.
Puede que los israelitas conocieran otra especie de datilera, la de Palmira, que crece en Tadmor, en el desierto. Es la «Borassus flabelliformis», cuya palma tiene forma de abanico.