Sabá (heb. Shebâ’, quizá «siete» o «juramento»; sudar. íb’). Aunque ha habido opiniones contradictorias en cuanto a si Etiopía o Arabia son el lugar de residencia de la reina de Sabá, en la actualidad se cree generalmente que era la reina de la ciudad árabe de Sabá, en la región que ahora se conoce como Yemen. Según las Escrituras, le hizo una visita a Salomón (1 R 10:1-13). Veanse Reina de Sabá; Seba 1.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
reino del sudoeste de la península arábiga, actual Yemen, cuyos pobladores, los sabeos, hablaban una lengua del grupo árabe de las lenguas semíticas. El reino pudo surgir ca. siglo X a. C., y se constituyó en uno de los más poderosos del sur de la península arábiga, hasta cuando los himyaríes, antigua tribu semítica procedente del extremo suroeste de Arabia, lo tomaron, ca. 115 a. C.
Hay varias referencias a este reino en las Escrituras y el más relevante es el que tiene que ver con la visita de la reina de S. al rey Salomón, seguramente con el fin de establecer relaciones comerciales entre los dos estados, 1 R 10, 1-13. El texto de los Reyes dice que la reina había oído del esplendor de la corte de Salomón y de su sabiduría. Que se presentó con una caravana de camellos cargada de presentes, perfumes, metales y piedras preciosas. Que la reina de S. quedó impresionada con el saber del rey y los lujos de la corte, lo que rebasó la información que del rey Salomón tenía. La reina atribuyó tal prosperidad a Yahvéh, el dios de los israelitas. La riqueza del reino de Salomón se debía a que dominaba Transjordania y tenía bajo su poder a Esyón Guéber, a la expansión del comercio, sobre todo de metales, y a que controlaba las rutas caravaneras que iban a Arabia del norte, a Egipto y a Siria. S. es mencionado con otro pueblo árabe, Dedán, Gn 10, 7; 25, 3; Ez 38, 13. En las Escrituras se habla de la actividad comercial y caravanera de los sabeos, traficantes de mercancías preciosas, oro, piedras preciosas, aromas, Jr 6, 20; Ez 27, 22. Se les menciona como tribu nómada y saqueadora, Jb 1, 15; y como tratantes de esclavos, Jl 4, 8. En algunos textos que anuncian el futuro Rey, el Mesías, se dice que este pueblo vendrá a la nueva Jerusalén con sus riquezas a rendirle homenaje, Sal 72 (71), 10 y 15; Is 45, 14; 60, 6; ver Mt 2, 11. Jesús se refiere a la reina de S., quien llegó a Jerusalén desde los confines de la tierra buscando la sabiduría del rey Salomón, y dice que ella se levantará en el juicio final y condenará a los judíos, quienes han tenido ante sí a Jesús, alguien más que Salomón, y no han creído, Mt 12, 42.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
tip, PAIS
sit, a8, 334, 473
vet, Pueblo surgido de Cus (Gn. 10:7), y que se instaló en el sur de Arabia. Sabá es una variedad dialectal de los términos «Seba» y «Sheba». Según las inscripciones asirias, esta nación se hallaba, en el siglo VIII a.C., en el noroeste de Arabia. En el Sal. 72:10, Sabá asociado con Seba designa una región meridional alejada. La alusión a Sabá asociada con la mención de Egipto y de Etiopía parece indicar una tierra africana a la que habían emigrado numerosos descendientes de Cus (Is. 43:3; 45:14). Josefo identifica Sabá con la isla de Meroé (Ant 2:10, 2), gran extensión de terreno entre el Nilo y el Atbara, su afluente. Según Estrabón (16:4, 8-10), el puerto de Sabá y la ciudad de Sabai se hallaban en la costa occidental del mar Rojo.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
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Reino existente al SO. de la península arábiga, actual Yemen, que tuvo gran esplendor hacia el siglo X. Según la Biblia (1 Rey. 10.13) de él procedía la reina que visitó a Salomón para contrastar la sabiduría que le atribuía la fama.
Un libro sagrado abisinio atribuyó luego a la reina un hijo tenido con Salomón, llamado Menelick, primer rey de religión judaica en el extranjero. El reino fue invadido por los persas en el 572 y desapareció poco después en las invasiones el Islam.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
(
La relación entre los sabeos y los varones de nombre Seba que se mencionan en Génesis no es nada clara. Puede tratarse de diferentes tribus, pero las similitudes entre los grupos son extraordinarias: los hijos de Raama (Gn. 10.7, camitas, tienen los mismos nombres que los nietos de Abraham: Seba y Dedán (25.3); tanto Cus, camita (10.7), como Joctán el semita, tienen descendientes llamados Seba y Havila (10.28–29). La tabla de las *naciones en Gn. 10 quizá refleje el origen semítico de los sabeos, y también el hecho de que se establecieron muy cerca de los grupos camitas,
El
Sabá fue el más importante de los estados árabes (entre los que se encontraban Hadramaut, Main y Qatabán) durante la primera mitad del 1º milenio a.C., y lo gobernaban los mukarrib, reyes-sacerdotes, que supervisaban tanto los asuntos políticos como el culto politeísta de los dioses del sol, la luna y las estrellas. Exploraciones recientes llevadas a cabo por la Universidad de Lovaina con H. St J. Philby (1951–2) y la Fundación Norteamericana para el Estudio del Hombre (1950–3) revelaron extraordinarios ejemplos de arte y arquitectura sabeos, especialmente el templo del dios-luna en Marib, la capital, que data del ss. VII a.C., y las esclusas, labradas en roca sólida en la presa de Marib (ca. ss. VI a.C.).
Bibliografía. °S. Moscati, Antiguas civilizaciones semíticas, 1960.
R. L. Bowen, Jr., y F.P. Albright, Archaeological Discoveries in South Arabia, 1958; °GTT; S. Moscati, Ancient Semitic Civilizations, 1957, pp. 181–194; G. Ryckmans, Les religions arabes préislamiques², 1951; J. Ryckmans, L’institution monarchique en Arabie méridionale avant l’Islam, 1931; G. W. Van Beek en
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico