ABANDONO

Confiarse en la Providencia amorosa de Dios, Mat 6:25-34, Mat 10:36; Luc 12:2-34, Luc 22:42.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

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Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

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Situación de “desasimiento”, desinterés, o renuncia de todas las cosas por motivos superiores y espirituales. Implica una conquista de libertad respecto a los bienes materiales y se presenta como un ideal de vida evangélico, que debe ser bien entendido y, desde luego, explicado a los cristianos. En este sentido es sinónimo de “pobreza”, “altruismo”, “generosidad”, “fortaleza”.

En la ascética cristiana el sentido de abandono es muy superior a la “indiferencia”, a la “ataraxia” psicológica o a la “epojé” filosófica. Se puede presentar como un ideal o una utopí­a, pero hay que tener cuidado con no desvirtuar su sentido de liberación y de no encumbrar a “ideales de vida”, so pretexto de confianza en la “Providencia”, sistemas de abandono material que son incompatibles con la prudencia, con el orden personal y con el respeto debido a la propia familia y a la misma sociedad en la que se vive.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

(v. Cruz, discernimiento, esperanza-confianza, humildad, Providencia)

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización

El abandono de sí es descrito como el primer paso en la vía unitiva o perfecta para acercarse a Dios mediante la contemplación, de la cual es el preludio(Más propiamente, ABANDONO DE SÍ)
Según algunos, el abandono de sí es equivalente a la “noche oscura,” descrita por San Juan de la Cruz, o la oscuridad del alma en un estado de purificación, sin luz, en medio de muchas dudas, riesgos y peligrosTérmino utilizado por escritores de obras ascéticas y místicas para referirse a la primera etapa de la unión del alma con Dios al conformarse con su voluntad. Es descrito como el primer paso en la vía unitiva o perfecta para acercarse a Dios mediante la contemplación, de la cual es el preludio. Éste implica la purificación pasiva a través de la cual la persona pasa a aceptar pruebas y sufrimientos permitidos por Dios para volver las almas hacia Él. Implica también la desolación que viene sobre el alma cuando se renuncia a lo que gratifica desordenadamente a las creaturas, la renuncia a consuelos naturales con el fin de buscar a Dios, y la pérdida por un tiempo de la conciencia de fuertes y ardientes impulsos de las virtudes de fe, esperanza y caridad; y finalmente la aridez o la falta de devoción ferviente en la oración y en otras actividades espirituales. Según algunos, es equivalente a la “noche oscura,” descrita por San Juan de la Cruz, o la oscuridad del alma en un estado de purificación, sin luz, en medio de muchas dudas, riesgos y peligros. También es usado erradamente para expresar una condición quietista del alma, que excluye no sólo todo esfuerzo personal, sino incluso deseos, y dispone a la persona a aceptar el mal con la fatalista razón de que éste no puede ser evitado.

Fuente: Wynne, John. “Abandonment.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907.
http://www.newadvent.org/cathen/01006a.htm

Traducido por O.A. L H M.

Enlaces internos

[1] Abandono en el Estoicismo y Budismo

[2] Abandono en Francisco de Sales

[3] Abandono en San Juan Eudes

[4] Abandono en las Dos Alianzas

[5] Abandono en la espiritualidad de San Agustín

[6] Abandono en la teología musulmana

[7] Abandono en el seno del Judaísmo

[8] Abandono en Teresa de Liseux

[9] Abandono y espiritualidad ignaciana

Fuente: Enciclopedia Católica