ANTILEGOMENA

Un término eclesiástico antiguo, aparentemente el primero que lo usó fue Orígenes para referirse a los libros que eran tenidos por dudosos en cuanto a si eran o no parte del NT. Orígenes los identificó como Hebreos, 2 Pedro, 2 y 3 Juan, Santiago, Judas, Bernabé, Pastor de Hermas, la Didajé, y el Evangelio a los Hebreos. Estos libros se contrastaron con los homologoumena, esto es, los libros que eran aceptados universalmente. Orígenes mismo consideró como parte de la Escritura a varios de los antilegomena. Eusebio dividió los libros discutidos en dos grupos: (1) los que él aceptó y (2) aquellos libros que consideró espurios. En el primer grupo estaban incluidos Santiago, Judas, 2 Pedro y 2 y 3 Juan; y en el segundo grupo colocó los Hechos de Pablo, Pastor de Hermas, el Apocalipsis de Pedro, Bernabé y la Didaché.

Walter W. Wessel

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (37). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología