ARMADURA Y ARMAS

Las armas de guerra mencionadas en el AT y el NT son esencialmente las mismas, con pequeñas diferencias de forma o estilo. Se utilizaban:

El casco o yelmo era un gorro de protección metálico que se amarraba a la cabeza por debajo del cuello. Así­, Goliat †œtraí­a un casco de bronce en su cabeza† (1Sa 17:5). También Saúl (1Sa 17:38). En Isa 59:17 Dios es presentado †œcon yelmo de salvación en su cabeza†, listo para actuar a favor de su pueblo. San Pablo nos habla del †œyelmo de la salvación† y †œla esperanza de salvación como yelmo† (Efe 6:17; 1Te 5:8).

La coraza y la cota de malla. Se utilizaban para defender el torso (cubrí­an desde el cuello hasta la cintura) de un soldado. La coraza regularmente era de cuero endurecido, al cual se agregaban placas metálicas o se recubrí­a totalmente de metal. También podí­a ser como una especie de túnica compuesta por tiras metálicas horizontales unidas por pequeños anillos. La cota de malla (a veces se traduce †œcoselete†), consistí­a en una túnica de tela o de piel sobre la cual se adherí­an pequeñas piezas metálicas, mayormente en forma de anillos. Esto permití­a una mayor flexibilidad y movilidad al guerrero que las corazas corrientes. †¢Goliat usaba una cota de malla que pesaba unos †œcinco mil siclos de bronce†, aprox. 176 lbs. u 80 kg. (1Sa 17:5). La de †¢Saúl también era pesada y David no quiso usarla (1Sa 17:38-39). El rey †¢Acab fue herido †œentre las junturas y el coselete†, posiblemente en la parte donde se juntaban la parte posterior y la anterior de su coraza (2Cr 18:33). †œ †¢Uzí­as preparó para todo el ejército escudos … coseletes…† (2Cr 26:14). Mientras se reconstruí­a el muro en tiempos de Nehemí­as la mitad de los hombres †œtení­a lanzas, escudos, arcos y corazas† vigilando la obra (Neh 4:16). De manera simbólica Isaí­as nos dice que Jehová †œde justicia se vistió como de una coraza† (Isa 59:17). Pablo, describiendo la armadura del cristiano, habla de †œla coraza de justicia† que éstos deben vestir (Efe 6:14). También dice: †œHabiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor† (1Te 5:8).

El cinto. Era una correa de la cual se colgaban la espada y la daga. Dependiendo del peso de estas armas se usaba como cinturón (2Sa 20:8), o colgando de un hombro y atravesando el pecho. Los cintos eran de piel de animales guarnecidos con pedazos de metal, pero las personas importantes los usaban con diversos adornos y hasta de oro y piedras preciosas. Jonatán dio a David †œsu †¢talabarte†, o cinto donde colgaba su espada (1Sa 18:4). Desatar †œel cinto de los fuertes† quiere decir desarmar a los poderosos (Job 12:21).

Las grebas. Eran unas planchas de metal que cubrí­an la parte delantera de la pierna, desde la garganta del pie hasta la rodilla. Goliat †œsobre sus piernas traí­a grebas de bronce† (1Sa 17:6).

El escudo, el pavés, la adarga. Consistí­a en una pieza plana o semiplana hecha de material duro, ya fuera cuero o metal, que se usaba para defenderse de los golpes de un adversario. Generalmente eran pequeños, de forma redonda u ovalada. Estos últimos eran llamados †œadargas†, hechos de cuero (†œEscudo y adarga es su verdad† [Sal 91:4]). Pero los habí­a más grandes, que podí­an cubrir gran parte del cuerpo. Los soldados llevaban generalmente un escudo. Los jefes y personas importantes tení­an un ayudante, llamado escudero, que se encargaba de su armamento y llevaba su escudo en la batalla, ayudándole en la defensa. Se mencionan los escudos grandes (tsinnah, protección), que cubrí­an todo el cuerpo (Sal 5:12; Sal 91:4) y los más pequeños y ligeros (magen). La diferencia entre ambos tipos de escudo puede apreciarse en 2Cr 9:15-16, al ver la cantidad de oro utilizada en la confección de los †œpaveses† y los †œescudos† que hizo Salomón. Escudos de este tipo eran utilizados en las grandes ceremonias y procesiones. El †œpavés† era un escudo hecho con un material liviano, generalmente madera, con el cual se podí­a proteger todo el cuerpo. A veces se hací­an huecos en medio del pavés para pasar por allí­ un arma ofensiva.
figura de Dios como escudo es ampliamente utilizada en la Biblia. Dios dijo a Abraham: †œYo soy tu escudo† (Gen 15:1). Sobre todo en los Salmos se repite la figura (Sal 3:3; Sal 5:12; Sal 7:10; Sal 18:2, Sal 18:30, Sal 18:35, etcétera). En el NT Pablo exhorta: †œTomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno† (Efe 6:16).

La espada de los hebreos era de hoja ancha, de doble filo, de 18 a 22 plg. (46 a 56 cm) de largo. Se llevaba en una vaina unida al cinturón o talabarte, mayormente del lado izquierdo. †œCeñirse la espada† significaba comenzar una pelea o una guerra. †œDesceñí­rsela†, que la lucha habí­a terminado (1Re 20:11).
arma ofensiva por excelencia, la espada vino a ser sinónimo de guerra y matanza (Lev 26:6; Num 14:3). Puede representar el fin de †œla mujer extraña†, pues éste es †œagudo como espada de dos filos† (Pro 5:4). O hablar de grandes calamidades (Eze 5:2). O de la experiencia de grandes conflictos mentales (Luc 2:35). Muchas veces simboliza el juicio de Dios (Deu 32:41; Eze 21:9). El llevar la espada es sí­mbolo de autoridad (Rom 13:4). La Palabra de Dios es †œla espada del Espí­ritu† (Efe 6:17), †œmás cortante que toda espada de dos filos† (Heb 4:12).

La daga tení­a la forma de la espada, pero en más pequeña dimensión, de tal forma que a veces podí­a incluso disimularse entre la palma de la mano y el brazo. En el momento de saludar a †¢Amasa, Joab hizo como que su daga se le habí­a caí­do, la recogió, la dejó en su mano y al abrazar a su contrincante, †œle hirió con ella en la quinta costilla† (2Sa 20:8-10). †¢Sicarios.

La lanza consistí­a en una vara o asta, generalmente de 5 a 6 pies (1.5 m a 1.8 m) de largo, terminando en una pieza metálica puntiaguda, en forma de hoja, de doble filo. En el caso de Goliat y de otro gigante las dimensiones eran mucho mayores (1Sa 17:7; 2Sa 21:19). En la parte inferior del asta se poní­a una pieza metálica, como un casquillo puntiagudo, que serví­a para darle cierto contrapeso, protegí­a la madera y permití­a clavar la lanza en tierra. Se llama †¢regatón. Fue con esta parte de su lanza que †¢Abner mató a †¢Asael (2Sa 2:23). Cuando se lee que Saúl tení­a su lanza †œclavada en tierra† debe entenderse que es del lado del regatón (1Sa 26:7). Pidiendo a Dios que le defienda de sus enemigos, David le dice †œsaca la lanza, cierra contra mis perseguidores† (Sal 35:3).

La jabalina era una lanza de dimensiones más reducidas, teniendo por cabeza una pieza metálica alargada que a veces podí­a medir un tercio del largo total de esta arma. Goliat traí­a una †œjabalina de bronce entre sus hombros†, en adición a su lanza (1Sa 17:6). Esa era la costumbre en los soldados que podí­an costearse un armamento completo. Era un arma arrojadiza.

El dardo. Arma ofensiva, arrojadiza, en forma de lanza corta (o flecha larga y más pesada). En Eze 39:9 se da una lista de †œarmas, escudos, paveses, arcos y saetas, dardo de mano y lanzas†. Joab tomó †œtres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo† cuando colgaba de la encina (2Sa 18:14). A veces se poní­a en la punta de los dardos material inflamable que, encendido, se arrojaba a los enemigos para quemar sus habitaciones, tiendas o bastimentos. De ahí­ la expresión de Efe 6:16 : †œTomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno†.

El arco y la flecha. El arco consistí­a en una o varias varas largas y delgadas bien amarradas entre sí­ y reforzadas con metal o cuero, a las cuales se les daba una forma curva. Luego se poní­a atada a cada extremo una cuerda, generalmente hecha de piel o intestino de algún animal. La palabra arco se utiliza para expresar poder. Así­, en la profecí­a de Jacob sobre sus hijos, dice en cuanto a José que †œsu arco se mantuvo poderoso† (Gen 49:24). David, confiando en el poder de Dios, dice: †œNo confiaré en mi arco† (Sal 44:6). La derrota de Babilonia se expresa diciendo que †œel arco de ellos fue quebrado† (Jer 51:56), porque romper el arco del enemigo significa haber eliminado su poder bélico (Ose 1:5; Jer 49:35). Un arco quebrado es sí­mbolo de paz. Dios, con su inmenso poder, destruye las armas de guerra y hace la paz, pues él †œquiebra el arco, corta la lanza† (Sal 46:9). Con la venida del Mesí­as †œlos arcos de guerra serán quebrados† (Zac 9:10).

La flecha era un asta fina y recta, de una madera liviana, que terminaba en una punta afilada la cual se podí­a cubrir con una pequeña pieza metálica (primeramente se usó el bronce, luego el hierro). La flecha se apoyaba en la cuerda del arco, tensando ésta para darle impulso. Esto se hací­a con las manos y los brazos, y en casos excepcionales con los pies.

La honda era un arma arrojadiza que se hací­a con dos tiras de cuero o nervios de animales, largas, en forma de cuerda. En medio de éstas se poní­a otra pieza de cuero, pero ancha, capaz de servir como receptáculo a la piedra que se pensaba lanzar. Se moví­a la honda en forma de remolino sobre la cabeza y, de pronto, se soltaba uno de los extremos de las tiras, lo cual hací­a que la piedra saliera disparada. Las piedras que se iban a utilizar debí­an ser lisas y con una forma adecuada (1Sa 17:40). La tribu de Benjamí­n era famosa por sus honderos, que †œtiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban† (Jue 20:16). En una actitud de juicio y rechazo, Dios dice: †œArrojaré con honda los moradores de la tierra† (Jer 10:18).

El hacha o la maza no son mencionadas mucho en la Biblia como instrumentos de guerra, aunque eran armas que se utilizaban para ello desde tiempos primitivos, adoptando variadas formas, desde un grueso palo al cual se le incrustaban pedazos de metal en la cabeza hasta las que tení­an una cuchilla en forma de media luna. Algunos piensan que la expresión †œlos quebrantarás con vara de hierro† en el Sal 2:9, es una referencia a este tipo de arma. También el †œmartillo† de Pro 25:18.

La estaca. Era orden divina que todo soldado israelita portara una estaca o trozo de madera pequeño que le sirviera para hoyar la tierra y cubrir luego sus excrementos (Deu 23:13). Esta es una de las medidas de sanidad militar más antiguas que se conocen.

El carro. Los carros de guerra egipcios tení­an dos ruedas y llevaban en el lado derecho pequeños compartimientos para las armas, arcos, flechas, lanzas, etcétera. La estructura, incluyendo las ruedas, la vara y el yugo eran de madera. A veces se poní­an pedazos de hierro en las ruedas o éstas eran totalmente recubiertas de ese metal. Toda la estructura estaba unida a base de cuero, que se usaba también para el arnés de los caballos. Algunos tení­an el piso hecho de cuerdas tejidas, lo cual proporcionaba una superficie flexible que amortiguaba los golpes. La parte trasera de los carros estaba abierta y era por allí­ por donde subí­an las personas, que solí­an ser tres: el conductor, el guerrero principal y su escudero. Pero podí­a ser manejado por una sola persona. Generalmente eran tirados por dos caballos.
cananeos tení­an †œcarros herrados† (Jue 4:3), que eran más pesados que los egipcios. Dios ordenó a los israelitas que quemaran los carros de los enemigos vencidos (Jos 11:6). Los israelitas, por mucho tiempo, no usaron carros de guerra en grandes cantidades, quizás por lo accidentado del terreno de su paí­s. David capturó los carros a varios enemigos, inutilizando la mayorí­a (2Sa 8:4; 2Sa 10:18). Salomón llegó a tener unos mil cuatrocientos carros en ciudades especiales para ello y en Jerusalén (1Re 10:26). En el lenguaje bí­blico el carro es usado como figura de poder (Sal 20:7). Y se dice poéticamente que †œlos carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares† (Sal 68:17). †¢Carro.

Las máquinas de guerra. Se mencionan en la Biblia por lo menos tres tipos: los enormes arcos para lanzar grandes dardos, las catapultas, y los arietes. El rey Uzí­as †œhizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros … para arrojar saetas y grandes piedras† (2Cr 26:15). Las catapultas podí­an lanzar piedras enormes, que podí­an pesar de cincuenta a trescientas libras. Los arietes eran el arma que utilizaba un ejército sitiador para derribar una parte de los muros de la ciudad sitiada a fin de abrir una brecha. Podí­a ser de dos clases. El más simple era un tronco largo y fuerte, casi siempre con una pieza de metal en forma de cabeza de carnero como punta, que varios soldados cargaban, y golpeaban el muro o la puerta que se querí­a derrumbar. Más elaborados, eran verdaderas máquinas en las cuales un armazón sobre ruedas sostení­a al ariete pendiendo de unas cuerdas, de manera que sólo habí­a que hacer fuerza para alejarlo hasta donde permití­an esas cuerdas y luego dejarlo caer en dirección al muro o la puerta. En el sitio de Jerusalén los caldeos usaron arietes (†œHe aquí­ que con arietes han acometido la ciudad para tomarla† [Jer 32:24; Jer 33:4; Eze 4:2; Eze 21:22; Eze 26:9]). †¢Carro. †¢Guerra.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

Los términos generales en heb. y gr. son kēlı̂m (Gn. 27.3; 1 S. 17.54; más especificamente kelê milḥāmâ, “armas de guerra”, como Dt. 1.41, etc.) y hopla (LXX pass.; 2 Co. 10.4). Hay referencias a escuderos en Jue. 9.54; 1 S. 14.1; 17.7, y a armerías en 1 R. 10.17; Neh. 3.19. El Rollo sobre la guerra de Qumrán ofrece una descripción detallada de la armadura que debían usar los “hijos de luz” en su guerra escatológica con los “hijos de las tinieblas”.Yadin (véase bibliografía) sostiene que las descripciones reflejan las prácticas militares romanas en la segunda mitad del ss. I a.C. En Is. 59.17; Ef. 6.10–17, etc., se le da un significado figurado, espiritual a diversos elementos de la armadura.

I. Armadura (defensiva)

a. Escudo

El uso de escudos en combate se evidencia en las antiguas representaciones de batallas en Egipto y Mesopotamia; para Egipto cf. el mural predinástico de Hieracónpolis, actualmente en el Museo de El Cairo, y, para Mesopotamia, la estela de los buitres de Eannatum (ca. 2500 a.C.). Distintas formas y tamaños estaban en boga según el país y el período en cuestión. La introducción del escudo más pequeño, circular, se asocia con la aparición de los Pueblos del Mar en el Levante a fines del 2º milenio a.C. En heb. el término más común es māḡēn, vocablo que a menudo indica esta clase de escudo; ṣinnâ se usa para describir el de tipo más grande. Fue esta última clase la que utilizó Goliat, quien tenía su propio escudero (1 S. 17.7). Los arqueros portaban el escudo más pequeño, como en el caso de los benjamitas en el ejército de Asa (2 Cr. 14.8). Comúnmente los escudos consistían en un armazón de madera recubierto de cuero que se aceitaba antes de utilizarse en la batalla (cf. 2 S. 1.21; Is. 21.5). El metal proporcionaba mayor protección, pero impedía el movimiento; para su uso cf. 1 R. 14.27. Como solución intermedia, había escudos de cuero reforzados con discos metálicos para aumentar su efectividad.

b. Yelmo

Los soldados sumerios y acadios usaban yelmos metálicos en el 3º milenio a.C. El término heb. es qôḇa˓/kôḇa˓, y puede ser de origen foráneo. Los yelmos metálicos eran de fabricación costosa, y en algunos períodos se restringió el uso de los mismos a los reyes y otros conductores militares; Saúl ofreció a David su propio yelmo de bronce para su encuentro con Goliat (1 S. 17.38). De la lectura de 2 Cr. 26.14 podría inferirse que en los tiempos de Uzías se hacía provisión general de yelmos (de cuero [?]) en el ejército de Judá. Según 1 Mac. 6.35 en el período seléucida se proveía a las tropas en general con yelmos de bronce. El ejército asirio que atacaba Palestina frecuentemente usaba el yelmo cónico reforzado, con una prolongación para proteger el cuello.

c. Cota de malla

La cota de malla (o “coraza”) era utilizada en primera instancia por los jinetes de los carros de guerra (cf. Jer. 46.4) y por los arqueros (cf. Jer. 51.3), quienes no podían protejerse con escudos. Las corazas de escamas imbricadas, que protejían mejor que el cuero, y eran más livianas que las armaduras de planchas, se usaban ampliamente en el Cercano Oriente ya para mediados del 2º milenio a.C. Resultaban costosas, y Tutmosis III (1490–1436 a.C.) se alegró al descubrir que podía incluir más de 200 cotas de malla entre el botín tomado por su ejército después de la batalla de Meguido. Nuzi (s. XV a.C.) ofrece pruebas tanto materiales como textuales de cómo se componía la cota de malla. Un texto menciona que una cota se componía de 680 escamas y otra de 1035 escamas. El tamaño de las escamas dependía de su lugar en la cota; se las fijaba al cuero o a la tela por medio de hilo que se insertaba en agujeros hechos en ellas con ese propósito. Las uniones de las mangas constituían puntos débiles, hecho que ilustra el relato de Acab (1 R. 22.34s) y un relieve en un carro perteneciente a Tutmosis IV. En heb. el término usual es širyôn, lo cual incluiría tanto el peto como el espaldarón. Goliat llevaba una cota de malla de este tipo (1 S. 17.5), y los hombres que trabajaban para Nehemías también estaban protegidos por corazas similares (Neh. 4.16).

El equivalente gr. era el thōrax, también usado en 1 Mac. 6.43 respecto a la armadura que protegía a los elefantes de guerra seléucidos.

Se ha comprobado que la trad. en el tárgum Onkelos de taḥrā’ en Ex. 28.32; 39.23 (cf. °bj) como “cota de malla” es correcta a la luz del uso samaritano de taḥrā’ precisamente con este significado; véase J. M. Cohen, VT 24, 1974, pp. 361–366.

d. Grebas

En 1 S. 17.6 se menciona que Goliat llevaba miṣḥôṯ (TM miṣḥaṯ) de bronce en sus piernas, y la LXX traduce knēmides, “grebas” (armadura para las espinillas). La palabra heb. es un hapaxlegómeno, pero no parece haber duda en cuanto al sentido. En épocas posteriores era habitual que los soldados griegos y romanos usaran grebas.

II. Armas (ofensivas)

a. Espada

La espada (heb. ḥereḇ) es el arma que se menciona más frecuentemente en la Biblia. Las primeras espadas en el mundo antiguo eran rectas generalmente, de doble filo y más parecidas a puñales; se usaban justamente para apuñalar (cf. las del cementerio real en Ur y de Dora (Anatolia), todas fechadas ca. 2500 a.C.). Alrededor de mediados del 3º milenio comienza a aparecer la espada en forma de hoz; se han hallado algunos ejemplares de épocas relativamente posteriores en Biblos, Siquem y Abidos. Durante la primera mitad del 2º milenio las hojas de las espadas eran todavía relativamente cortas, y fue sólo en la época del reino nuevo egipcio que comenzó a usarse generalizadamente la espada de hoja más larga. Con la llegada de los Pueblos del Mar la espada larga y recta empezó a gozar de popularidad; cf. la espada en la que aparece el nombre de Faraón Merneptah que fue descubierta en Ugarit (fines del ss. XIII a.C.). Justamente por este tiempo la espada ocupó un lugar prominente en la conquista de Canaán por los israelitas (cf. Jos. 10.11; 11.11, etc.). Generalmente la espada se llevaba en una vaina suspendida de un cinturón (cf. 2 S. 20.8); según se desprende de los distintos hallazgos en Egipto y Mesopotamia, los puños de las espadas a menudo llevaban adornos.

El vocablo más comúnmente usado en el NT es majaira (cf. Mt. 26.47). La rhomfaia, que aparece, con una sola excepción, únicamente en Apocalipsis, era una espada grande y ancha, usada originalmente por los tracianos. Los asesinos revolucionarios judíos, los sicarii, llevaban debajo de sus ropas puñales ligeramente curvos (Jos., GJ 2. 255). En ambos testamentos la espada se usa con frecuencia, por metonimia, para la guerra, o como símbolo de la Palabra de Dios (cf. Ez. 21.9; Ef. 6.17).

b. Lanza y jabalina

La lanza (heb. anı̂ṯ), que consistía en una pértiga de madera y una cabeza metálica, más tarde de hierro (cf. 1 S. 13.19; 17.7), era preferida por los sumerios en el 3º milenio. Siguió siendo la principal arma de la infantería, ya que los aurigas usaban la jabalina, que era más ligera (cf. la práctica de los egipcios de la 19ª dinastía y posteriormente). En heb. existe también el vocablo rōmaḥ (p. ej. Jue. 5.8), lo cual podría indicar una lanza ligera o venablo (cf. Nm. 25.7). Tradicionalmente se ha interpretado como “jabalina” el vocablo heb. kı̂ḏôn (p. ej. 1 S. 17.6), pero esta traducción ha sido objetada (véase °ci, nota); el Rollo sobre la guerra de Qumrán apoya el significado “espada”. En determinadas circunstancias la lanza era símbolo de autoridad real (cf. 1 S. 22.6; 26.7). El *ejército asirio también usaba la pica y la lanza arrojadiza.

La palabra gr. longjē que aparece en Jn. 19.34 es el equivalente del heb. hanı̂ṯ. Se ha conjeturado que “hisopo” en Jn. 19.29 ha reemplazado la lectura original “jabalina” (hyssōpos en lugar de hyssos), pero hay buenas razones para retener el texto tradicional.

c. Arco y flecha

Las palabras heb. básicas son qešeṯ y ḥēṣ. El arco antiguo podía tener una sola curva o ser de doble convexidad (hay ejemplos de estos últimos ya en el Egipto predinástico). El perfeccionamiento del arco compuesto significaba un considerable aumento de potencia y alcance, y podría explicar en parte la superioridad militar de los acadios semíticos sobre los sumerios a fines del 3º milenio a.C. Sin embargo, debió transcurrir todo un milenio más antes que el arco compuesto adquiriese un uso más generalizado. Se utilizaron cuernos y tendones de animales enlazados con tiras de madera para armar el marco (cf. la descripción del arco de Anat en la leyenda ugarítica de Aqhat); también podía utilizarse el bronce como elemento reforzador (cf. Sal. 18.34). Las flechas se hacían generalmente de cañas a las cuales se colocaban cabezas de metal; generalmente se llevaban en aljabas de cuero. A veces también se colocaban aljabas a los carros de guerra. Normalmente una aljaba tenía capacidad para treinta flechas (Amarna, Nuzi) o cincuenta cuando estaba colocada en un carro de guerra (relieves as.). Para encordar el arco el extremo inferior se apretaba con el pie, mientras el extremo superior se arqueaba para permitir que la cuerda se fijara a un corte en el arco; de ahí la expresión heb. “pisar el arco”; a los arqueros se les llamaba “pisadores de arcos” (Jer. 50.14). Entre los israelitas las tribus de Benjamín, Rubén, Gad, y Manasés eran especialmente afamadas por sus arqueros (cf. 1 Cr. 5.18; 12.2; 2 Cr. 14.8).

d. La honda

La honda (qela) era usada principalmente por los pastores (p. ej. David, 1 S. 17.40), para ahuyentar a los animales salvajes cuando se aproximaban a sus manadas, o para evitar que sus propios animales se extraviasen. Los ejércitos de Egipto, Asiria, y Babilonia la utilizaban como arma de guerra, aunque en el caso de los as. la comprobación en monumentos comienza en el ss. VIII a.C. Los israelitas también empleaban compañías de honderos en sus ejércitos, y en esto los benjamitas ambidextros fueron los más sobresalientes exponentes de este género de lucha (1 Cr. 12.2). La honda consistía en un pedazo de tela o cuero con cuerdas atadas en extremos opuestos. Los extremos de las cuerdas se sostenían firmemente en la mano mientras la honda cargada se hacía girar encima de la cabeza, hasta que repentinamente se soltaba una de las puntas. En Jer. 10.18 se menciona un uso gráfico y metafórico de la honda. En las excavaciones de Laquis se han encontrado piedras (puntiagudas o redondeadas) arrojadas con hondas por los sitiadores asirios.

e. El hacha de combate

El hacha de combate, así como la maza, estaba concebida para los combates cuerpo a cuerpo, y variaba mucho tanto en su forma como en su tamaño. En la Biblia existen pocas referencias a este tipo de arma. En Jer. 51.20 mappēs (lit. ‘despedazador’, BDB) se traduce “martillo” en °vrv2, “maza” en °vm y “hacha de combate” en neb. Una palabra similar aparece en la expresión “instrumento para destruir” en Ez. 9.1–2. (* Ejército, * Guerra )

Bibliografía.DBA.

Y. Yadin, The Scroll of the War of the Sons of Light against the Sons of Darkness, 1962; id., The Art of Warfare in Biblical Lands in the Light of Archaeological Discovery, 1963; K. Galling, SVT 15, 1966, pp. 150–169.

R.P.G.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico