ARTEMISA

en la mitologí­a griega, hermana gemela de Apolo, diosa hija de Zeus y de Leto, corresponde a la Diana de la mitologí­a romana, hija de Júpiter y Letona. Su padre le concedió el no casarse nunca, y le dio un arco y un séquito de ninfas, haciéndola la reina de los bosques. A. se dedicó a la caza y es la diosa de los cazadores.

En Efeso existió un templo en honor de A. una de las siete maravillas del mundo, y que fue quemado por el pastor Eróstrato, que quiso hacerse célebre con esta destrucción, se dice que en la misma noche del nacimiento de Alejandro Magno, 356 a. C.

En tiempos del apóstol Pablo habí­a en Efeso un grupo de artí­fices que obtení­an importantes ganancias con la venta de las réplicas en plata del templo de A., y al predicar el Apóstol la doctrina de Cristo en esta ciudad, vieron peligrar sus ganancias, y armaron una revuelta liderados por el platero Demetrio Hch 19, 24 ss.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

†¢Diana.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

Este era el nombre gr. de la diosa que se equipara con la Diana latina de la mitología clásica. El nombre Artemisa es pregriego. Aparece primeramente en la literatura griega como dueña y protectora de la vida animal salvaje (cf. W. K C. Guthrie, The Greeks and their Gods, 1950, pp. 99ss). En Grecia se la adoraba como la hija de Zeus y Leto, y como hermana gemela de Apolo. El horror de los dolores sufridos por su madre durante su nacimiento habrían tenido el efecto de crearle aversión al matrimonio. Era diosa de la luna y de la caza; generalmente se la pinta como cazadora, rodeada de perros. Su templo en *Éfeso constituía una de las siete maravillas del mundo, y allí el culto a la “diosa virgen” parece haber estado vinculado con algún tipo de culto a la fertilidad de la diosa-madre del Asia Menor. El templo estaba apoyado sobre 100 columnas macizas, algunas de las cuales estaban esculpidas. La tradición dice que la imagen de la diosa cayó del cielo en ese lugar (Hch. 19.35), y se piensa que se trata de una referencia a un meteorito; Plinio cuenta de una enorme piedra encima de la entrada, que según se decía había sido colocada allí por la diosa Diana en persona. Dirigían el culto sacerdotes eunucos, conocidos como megabyzoi (Estrabón, 14. 1. 23), y los arqueólogos han descubierto estatuas que la representan con muchos senos. Los plateros que fabricaban pequeños santuarios, con la diosa en un nicho rodeada de sus leones, o posiblemente pequeños modelos del templo para adquirir como recuerdo, provocaron el disturbio cuando Pablo estuvo allí cumpliendo su ministerio (Hch. 19.23–20.1). El grito “¡Grande es Diana (°bj, “Artemisa”) de los efesios!” (Hch. 19.28, 34) ha sido confirmado por inscripciones halladas en Éfeso que la llaman “Artemisa la Grande” (CIG, 2963c; Greek Inscriptions in the British Museum, iii, 1890, 481. 324).

Véase tamb. * Demetrio; Conybeare y Howson, Life and Epistles of St Paul, 1901, cap(s). 16; J. T. Wood, Discoveries at Ephesus, 1877.

D.H.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico