BATALLA

v. Guerra, Lucha
Gen 14:8 ordenaron contra ellos b en el valle de
Num 21:14 dice en el libro de las b de Jehová
Jdg 8:13 Gedeón hijo de Joás volvió de la b
1Sa 4:1 Israel a encontrar en b a los filisteos
1Sa 4:16 dijo .. hombre a Elí: Yo vengo de la b
1Sa 17:47 de Jehová es la b, y él os entregará en
1Sa 18:17 con tal que .. pelees las b de Jehová
1Sa 25:28 cuanto mi señor pelea las b de Jehová
1Sa 29:4 no venga .. a la b, no sea que en la b se
2Sa 2:17 la b fue muy reñida aquel día, y Abner
2Sa 10:9 se puso en orden de b contra los sirios
2Sa 11:15 poned a Urías .. en los más recio de la b
2Sa 17:11 arena .. y que tú en persona vayas a la b
2Sa 18:8 la b se extendió por todo el país, y fueron
2Sa 22:35; Psa 18:34; 144:1


Batalla (heb. ma’arakah, “orden [lí­nea] de batalla” o combate [del verbo ‘ârak, “formar en orden de batalla”]). Muchos pasajes (Jdg 20:20, 22, 33; 1Sa 4:12; 17:20; 2Sa 10:8, 9; etc.) hablan de ejércitos en orden de batalla y de combates, pero los detalles acerca de las tácticas, formaciones y estrategias están casi totalmente ausentes. Sin embargo, se sabe que las fuerzas armadas se dividí­an en compañí­as o divisiones para confundir al enemigo o para ocultar la dirección del ataque principal (Jdg 7:16-18; 1Sa 11:11; 2Sa 18:2). Para sorprender o engañar, los ejércitos empleaban métodos como las emboscadas o huidas ficticias de una parte del ejército* (Jos 8:2, 12; Jdg 20:29-34; 1Sa 15:5), y también ataques nocturnos (Jdg 7:16-20; 2Sa 17:1-3). 67. Relieve del templo en Karnak que representa una batalla del faraón Seti I contra los sirios. Por lo general, las batallas se iniciaban con un sonido de trompeta (Jdg 7:18) y con un grito o alarma de batalla (Jer 49:2; Amo 1:14; etc.), después de lo cual las fuerzas enemigas se lanzaban unas contra otras. Poco se sabe de cómo se ordenaban durante la batalla, pero la lucha era cuerpo a cuerpo (figs 11, 30, 45, etc., para escenas de batallas). Las armas principales eran la lanza, el arco y las flechas, y la 145 daga o espada; desde tiempos de Salomón los israelitas también usaban carros (1Ki 1:5;10:26, 29) pero las armas eran las mismas, excepto que la daga y la espada no le serví­an a quien estaba en el vehí­culo. En el perí­odo posterior de los reyes se introdujo la caballerí­a (2Ki 13:7; etc.) siguiendo el modelo asirio. En algunos casos, el choque era precedido por un duelo entre 2 representantes notables de los ejércitos enemigos, cuyo resultado tení­a un efecto decisivo sobre toda la batalla (1Sa 17:3-52). El primer deber del ejército vencedor, el que generalmente ocupaba el terreno, era enterrar a sus muertos y a los del ejército enemigo (1Ki 1:15; Eze 39:11-13) mientras se hací­a una lamentación sobre los lí­deres o héroes caí­dos (2Sa 3:31). En ciertas ocasiones se llevaban como trofeos las cabezas de enemigos destacados (1Sa 17:51, 54; 31:8, 9; 2Sa 20:22); otras veces un soldado cortaba una mano (fig 334; Jdg 8:6) o el miembro viril del enemigo muerto (1Sa 18:25, 27) para demostrar su valor y reclamar una recompensa (ambas costumbres lo practicaban los egipcios). Por lo general, los prisioneros eran tratados con gran severidad, aunque también se registran casos excepcionales de clemencia (1Ki 20:30-34). Casi siempre se mataba a los reyes capturados (Jos 10:23, 26), y muchas veces también a los soldados rasos (2Ch 25:12); con frecuencia los cautivos eran vendidos como esclavos (Amo 1:6, 9). Se registra que los israelitas desjarretaban (dejar inválidos) los caballos y quemaban los carros de sus enemigos (Jos 11:6, 9; 2Sa 8:4); con el paso del tiempo, ellos mismos comenzaron a usarlos. A menudo se devastaba el territorio de un enemigo derrotado: se cortaban los árboles, cegaban los manantiales y quemaban las ciudades y aldeas (Jdg 6:4; 2Ki 3:19). Los despojos obtenidos se distribuí­an entre quienes habí­an participado en la batalla y los que se habí­an quedado a cuidar el campamento (1Sa 30:24, 25). Los metales preciosos frecuentemente eran dedicados al templo (2Sa 8:10,11), y se conservaban en el santuario los trofeos especiales (1Sa 21:8, 9; 31:8-10; 2Ki 11:10). A veces se dejaba una guarnición en las ciudades conquistadas (2Sa 8:6, 14) y se tomaban rehenes para asegurar el cumplimiento de los acuerdos (2Ki 14:14). Bib.: AWBL 49-57, 69-74, 90-114, 248-290, 302-328. Batallas de Jehová, Libro de las. Libro cuyo contenido (parte de él) se cita en Num 21:14,15 (posiblemente también en los vs 17 y 18, y en los vs 27-30) pero que no ha llegado hasta nosotros. Se supone que este libro y el de Jaser son la misma obra (Jos 10:13; 2Sa 1:18).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

En tiempos antiguos, la señal de trompeta dada por el jefe abrí­a cada batalla (Jdg 7:18) y, cuando terminaba, llamaba a los soldados a retirarse (2Sa 2:28; 2Sa 18:16). Los sacerdotes acompañaban al ejército a la guerra para conocer la voluntad de Dios (Jdg 6:36 ss.; 1Sa 14:8 ss.). Para hacer más cierta la ayuda del Señor en la batalla, se llevaba el arca. Los medrosos eran exentos (Deu 20:8). Una fuerza generalmente se dividí­a en dos divisiones de ataque, la de la retaguardia serví­a como reserva o medio de escape para el dirigente, en caso de derrota.

La mayorí­a de los combates los realizaban hombres a pie. A veces precedí­an la batalla duelos entre individuos los cuales, en ocasiones, determinaban el resultado de la batalla (1Sa 17:3 ss.; 2Sa 2:14 ss.). Ver ARMAS Y ARMADURA; Ver GUERRA.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano