DISPENSACION

v. Administración, Apostolado, Ministerio
Eph 1:10 en la d del cumplimiento de los tiempos
Eph 3:9 aclarar a todos cual sea la d del misterio


Dispensación (gr. oikonomí­a, esencialmente “mayordomí­a”, “el cargo del mayordomo [ecónomo]”; Eph 3:2; Col 1:25). En la RVR aparece en 2 pasajes con el sentido de “administración”, “plan”, “orden” (Eph 1:10; 3:9).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(gr., oikonomia, ley o disposición de una casa). Un concepto que aparece cuatro veces en la Biblia (comisión en 1Co 9:17, dipensación en Eph 1:10 y administración en Eph 3:2 y Col 1:25) con un sentido doble:
( 1 ) En referencia a una persona en autoridad significa un arreglo o plan y
( 2 ) en referencia a una persona bajo autoridad se refiere a una mayordomí­a o administración.

El uso teológico moderno del término, como †œperí­odo de tiempo durante el cual se prueba al hombre con respecto a la obediencia a una revelación especí­fica de la voluntad de Dios† (Scofield), no se encuentra en las Escrituras. Sin embargo, las Escrituras sí­ distinguen entre la manera en que Dios manifestó su gracia en lo que se puede llamar †œel antiguo pacto† y la manera en que la ha manifestado desde la muerte de Cristo en el †œnuevo pacto†, y hay diferencias consecuentes en los requisitos que Dios exige de los creyentes. Pablo tiene esto en mente cuando habla de las dispensaciones de Dios en Efesios y Colosenses.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Leyes o disposiciones de una casa).

En Efe 1:10, se refiere al plan de salvación de Dios. En Efe 3:2 significa “distribución”, “administración”, como en 1Co 9:17 y Col 1:25 : (comisión).

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

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Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

tip, DOCT ESCA

ver, MILENIO

vet, (gr. “oikonomia”). Significa literalmente “administración de una casa”, una “economí­a”, y de ahí­ un trato ordenado con los hombres por parte de Dios en la variada administración de Sus caminos en distintos tiempos. Al examinar las administraciones de Dios con los hombres, podemos señalar el estado de inocencia en Edén, aunque difí­cilmente participó del carácter de una dispensación. Se dio un mandato a Adán y Eva, con demanda de obediencia, anunciándose la pena si desobedecí­an. Esto fue seguido por un prolongado perí­odo de casi 1.600 años hasta el Diluvio, (un perí­odo sin tratos concretos de Dios con los hombres, aunque ciertamente con la promesa del Liberador dada en el Protoevangelio (Gn. 3: 15)). Durante este tiempo los hombres se corrompieron en todos sus caminos, y la tierra se llenó de violencia. Entonces Dios habló al mundo en la persona de Noé, que fue “pregonero de justicia”, esperándose en paciencia por su arrepentimiento mientras el arca era preparada (1 P. 3:20; 2 P. 2:15). No mostraron arrepentimiento, y el mundo antiguo pereció. En el mundo postdiluviano Dios estableció el gobierno humano, en tanto que el conocimiento de Dios, como Dios que juzgaba el mal, era dispersado por los descendientes de Noé; se hallan tradiciones del Diluvio por prácticamente todas las tribus y lenguas del mundo. Esto constituye otro testimonio divino. Siguió después la división de la tierra entre varias naciones y tribus, según sus familias y lenguas. Entre éstos prevaleció la ignorancia acerca de Dios (Hch. 17:30), a pesar del testimonio del poder y deidad de Dios, y del testimonio de la conciencia mencionado en Ro. 1-2. Unos 360 años después del Diluvio empezó la Era Patriarcal con el llamamiento de Abraham, un nuevo trato soberano de parte de Dios; pero esto quedó limitado a Abraham y a sus descendientes. (a) DISPENSACIí“N DE LA LEY. La Dispensación de la Ley vino a continuación, que es, estrictamente hablando, el primer sistema públicamente ordenado de los tratos de Dios con los hombres, y administrado por ángeles (Dt. 33:2; Hch. 7:53; Gá. 3:19). Los oráculos de Dios fueron dados a una nación, a la única nación de toda la tierra que Dios habí­a conocido de esta manera (Am. 3:2). Fue la dispensación de “Haz esto, y vivirás con bendición; desobedece, y recibirás maldición” (cp. Dt. 28). Esta dispensación tuvo tres etapas: (A) Unos 400 años bajo los Jueces, tiempo en que Dios hubiera sido el Rey de ellos en una teocracia directa, pero en cuyo tiempo cada uno hací­a lo que bien le parecí­a. (B) 500 años como reino bajo reyes. (C) 600 años desde el cautiverio hasta la venida de Cristo. En relación con ello hubo el testimonio profético: la Ley y los profetas fueron hasta Juan (Lc. 16:16). Durante esta “Dispensación de la Ley” tuvieron su comienzo los Tiempos de los Gentiles con la supremací­a polí­tica de Nabucodonosor, la cabeza de oro y rey de reyes (Dn. 2:37, 38); siguen corriendo su curso, y continuarán hasta que el Señor Jesús comience Su reinado. (b) DISPENSACIí“N DE LA GRACIA. La Dispensación de Gracia y Verdad comenzó, después de la predicación de Juan, con la venida de Cristo. Durante esta economí­a se predica el Evangelio, la gran Amnistí­a que Dios ofrece a toda criatura bajo el cielo, y tiene lugar el llamamiento de la Iglesia a separarse para el Señor, extendiéndose este perí­odo como intervalo, desde el dí­a de Pentecostés hasta el arrebatamiento de los santos (Hch. 2:1-4; 1 Ts. 4:13-18). Dios encomendó a Pablo una “dispensación” especial, tanto en lo que respecta al Evangelio, como para cumplir la palabra de Dios por la doctrina de la Iglesia como el cuerpo de Cristo (1 Co. 9:17; Ef. 3:2, 3; Col. 1:25, 26). (c) DISPENSACIí“N DEL REINO. La Dispensación del Reino de Cristo sobre la tierra durante el milenio. Recibe también el nombre de “la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Ef. 1:10; Ap. 20:1-6). (Véase MILENIO). Bajo todas estas variadas administraciones se manifiestan la bondad y fidelidad de Dios, y se hace universalmente manifiesto el fracaso del hombre.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

oikonomia (ojikonomiva, 3622), significa primariamente el gobierno de una familia, o de los asuntos de una familia (oikos, casa; nomos, ley); luego, el gobierno o administración de la propiedad de otros y se usa por ello de mayordomí­a (Luk 16:2,3,4). Fuera de ahí­, se usa solo en las Epí­stolas de Pablo, quien lo aplica: (a) a la responsabilidad que le ha sido encomendada de predicar el evangelio (1Co 9:17 “comisión”; RV: “dispensación”); (b) de la administración que le fue entregada, para que anunciara “cumplidamente la palabra de Dios”, siendo este anuncio efectuado cumplidamente la revelación de la plenitud del ciclo dispuesto e impartido de verdades que son consumadas en la verdad relacionada con la iglesia como el cuerpo de Cristo (Col 1:25; RVR: “administración”; “dispensación”); igualmente en Eph 3:2, de la administración que le fue dada de la gracia de Dios (RV: “dispensación”) con respecto al mismo “misterio”; (c) en Eph 1:10 y 3.9 se usa de la disposición o administración de Dios, por la cual en “el cumplimiento de los tiempos” (o eras) Dios reunirá todas las cosas de los cielos y de la tierra en Cristo. En Eph 3:9 algunos mss. tienen koinonia: “comunión”, en lugar de oikonomia: “dispensación”. En 1Ti 1:4 oikonomia puede significar una administración en el sentido de (a), o bien una dispensación en el sentido de (c). No se debe aceptar la lectura oikodomia: “edificación”, que consta en algunos mss. Véanse .¶ Nota: Una dispensación no es un perí­odo ni una época (uso común, pero erróneo de la palabra), sino un modo de tratar, una disposición o administración de los asuntos. Cf. oikonomos, mayordomo; y oikonomeo, ser mayordomo, administrar. No obstante, sí­ es cierto que las diversas épocas del pasado han visto diversos modos de gobierno, y han quedado marcadas en sus caracterí­sticas por el modo de administrar Dios sus tratos con los hombres en el curso del tiempo.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

La palabra teológica «dispensación» se traduce de la griega oikonomia y aparece en 1 Co. 9:17; Ef. 1:10; 3:2, 9 y Col. 1:25. Oikonomia también aparece en Lc. 16:2, 3, 4, donde se traduce «mayordomía»; y en el mejor de los textos griegos, 1 Ti. 1:4, donde el término se traduce por «edificación» del griego oikodomē. Charles Hodge señala el doble uso de la palabra: (1) con respecto a uno en autoridad, significa un plan o esquema; (2) con respecto a uno bajo autoridad significa «mayordomía» o «administración». El interés teológico del término pertenece al primero de estos usos. Cuando Dios es el dispensador, el término dispensación se refiere al propósito que él tiene en mente y a la manera como él lo ejecuta. El pacto de Dios con el hombre pecador siempre ha sido uno de gracia; pero el pacto de gracia se basaba en un plan doble, o para usar una terminología bíblica se reveló en dos dispensaciones. La primera de éstas fue la dispensación mosaica algunas veces llamada «El Antiguo Pacto», y la segunda es la dispensación cristiana llamada generalmente «El Nuevo Pacto». Estrictamente, el pacto (véase) es uno y el mismo pacto de gracia a través del tiempo (véase la descripción de Pablo de la relación de la ley con la gracia en Gá. 3), y sería más apropiado hablar de la antigua y nueva dispensación. Lo que ha llegado a ser conocido en nuestro días como «dispensacionalismo» encuentra muchas «dispensaciones» en la Biblia. Scofield, por ejemplo, descubre no menos de siete, llamadas la dispensación de la inocencia, de la consciencia, del gobierno humano, de la promesa, de la ley, de la gracia, del reino. El dispensacionalismo dice ser un método de «dividir correctamente la palabra de verdad» en relación a las dispensaciones. Según este punto de vista una dispensación es «un período de tiempo durante el cual el hombre es probado con respecto a la obediencia en alguna revelación específica de la voluntad de Dios» (Biblia Anotada de Scofield, p. 5). Si debemos ir al uso estricto de la palabra bíblicamente, sin embargo, encontraremos que ésta se usa en las Escrituras para hacer únicamente una distinción, es decir la distinción entre la manera como la gracia de Dios era conocida antes de la venida de Cristo y la manera como se manifestó después que su obra redentora fue completada. Éste es el sentido paulino de la palabra cuando él habla de «la dispensación» de Dios en Ef. 1:10; 3:2, 9; Col. 1:25. Éste es el plan que pertenece al «cumplimiento del tiempo». Es decir, es la manera cómo Dios presenta su gracia que pertenece a su revelación en el Señor Jesucristo. El «misterio» al que Pablo se refiere, no es el llamado a los gentiles, como algunos infieren, sino a la redención efectuada por Cristo. La sugerencia de que una dispensación es «un período de tiempo» escapa un poco al significado real de la palabra y es incidental ante el hecho de que los dos planes de Dios—el mosaico y el cristiano—fueron consecutivos en su administración.

Bajo la dispensación mosaica o «antigua», el evangelio se presentó en tipos y sombras; la Epístola a los Hebreos muestra la relación entre esta primera dispensación y la del evangelio. En la forma de sacerdote, altar, sacrificio, tabernáculos y propiciatorio se exhibía la manera como Dios señalaba la salvación del hombre. La fe en estas provisiones de la gracia de Dios que a su vez se expresaba a sí misma en conformidad con las demandas de su santa ley, era el plan por el que Dios no únicamente prefiguraba la obra salvífica de Cristo sino por la que también él aceptaba verdaderamente y justificaba a los santos penitentes de los tiempos del AT. Pero «él quitó lo primero para establecer esto último» (Heb. 10:9) y en esta nueva o «segunda» dispensación la «figura del verdadero» (Heb. 9:24) es eliminada y Cristo, no por la sangre de machos cabríos o becerros, «sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el lugar santísimo habiendo obtenido eterna redención» (Heb. 9:12).

Ernest Frederick Kevan

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (186). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología