EBLA

Antigua ciudad de Siria. Se encontraba a unos 48 km al sur de Alepo, en un lugar conocido hoy como Tell Mardikh. Los arqueólogos descubrieron en sus ruinas el testimonio de la existencia de un gran reino o imperio de vigencia alrededor de los años 2300 a.C. En los restos de un palacio se encontraron miles de tabletas de arcilla escritas en una lengua totalmente desconocida, que pudieron ser parcialmente descifradas gracias al hallazgo de un vocabulario bilingüe de ese idioma y el sumerio. Aunque el nombre de E. no aparece en la Biblia, existen otros documentos hititas y egipcios que sí­ lo mencionan. Algunas de las tablillas contienen datos acerca de la historia del reino de E., con referencias a nombres que vemos utilizados en la Biblia, como Abraham, Esaú, Saúl, Israel y David. Hasta el descubrimiento de estos documentos esos nombres sólo se conocí­an en la Biblia, sin que en ningún otro lugar del Oriente Medio se los utilizara. Por eso y otros datos de importancia, esta civilización se considera de gran interés para los estudiosos de las Escrituras y la historia de Israel. Entre las tablillas descubiertas en E. algunas mencionan a ciudades como †¢Harán, †¢Sodoma y †¢Gomorra.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

Véanse MARDIKH y TELL.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Capital de una ciudad-estado, 70 km al S de Alepo, Siria, la mod. Tell Mardih, excavada por la misión arqueológica italiana a Siria desde 1964. El descubrimiento de un archivo de 18.000 textos fechados ca. 2300 a.C. tiene importancia para la historia de la región, y como fondo para las narraciones de Génesis.

La ciudad fue ocupada durante los períodos protosirio I (ca. 3000–2400 a.C.) y II (ca. 2400–2000 a.C.); de este último período se encontraron textos tanto en el palacio real como en la acrópolis. La ciudad fue destruida por Sargón o por Naramsin de Acad. Como centro comercial fue gobernada por reyes, entre ellos Eb(e)rum, comparado diversamente con *Heber (Gn. 10.24) o ˓iḇrı̂ (“hebreo-hapiru”). Ebla atacó *Mari ca. 2350 y Ebrum concertó un tratado con Dudya de Asur, hasta ese momento conocido solamente por listas de reyes como el primero de “los diecisiete reyes que vivían en tiendas”, y considerado por algunos como un antepasado epónimo ficticio. Ebla se menciona posteriormente en textos provenientes de *Ur, *Alalak, Kanis en Anatolia, y *Egipto, y prosperó hasta ca. 1450 a.C. Los textos están escritos en sumerio y un primitivo dialecto semítico del NO (llamado inicialmente “paleocananeo” o “eblaico/eblaíta”). Estos demuestran la influencia semítica en la zona desde tiempos remotos. Los tipos literarios se parecen a los estilos mesopotámicos contemporáneos (Fara, Abu Salabikh) y la tradición escolástica que sobrevivió hasta los textos acadios de *Ugarit. Incluyen relatos de la creación y de un diluvio, mitologías, encantamientos, himnos, y proverbios. Los textos históricos y legales edictos reales, cartas, y posiblemente algunas leyes, demuestran la gran potencialidad de este sitio. Los textos lexicales incluyen 32 bilingües (sumerio-eblaítas) y muchos duplicados. Estos, con muchos textos administrativos y económicos, muestran la actividad de un centro comercial con una población de un cuarto de millón de habitantes, dedicados al comercio de cereales, textiles, maderas, y vinos con Chipre, Palestina, y las principales capitales. La familia real ejercía mucho poder, pero empleaba “ancianos” (abū) y “gobernadores” (šāpiṭum) cuyo papel era similar al de los jueces bíblicos de tiempos posteriores.

Los textos lexicales cubren las listas escolares usuales de animales, peces, pájaros, profesiones, y objetos (para estos con proverbios, véase 1 R. 4.32–33). Se mencionan más de 500 nombres de lugares entre los que, según se dice, aparecen Hazor, Laquis, Gezer, Dor, Meguido, Astarot, Jerusalén, Jope, y Sinaí. Los nombres personales que hasta ahora se mencionan incluyen Israel, Ismael, Abarama, Micael, Mikaya, pero hasta ahora no hay ninguna seguridad de que los mismos deban equipararse con nombres bíblicos similares, o que los nombres con terminación hipocorística –ya se refieran a un uso primitivo del nombre divino Yah(véh).

Se prevee que estos textos, al igual que los más recientes descubiertos en Siria (* Mari * Alalak) revestirán importancia para la comprensión de la era patriarcal, y que proveerán nuevos detalles de la lengua, la vida, y la literatura de los primitivos pueblos semitas. En general son demasiado primitivos como para tener relación directa con el AT a excepción de la tradición relativa a la existencia de escritura y literatura primitivas. Para que haya algún comentario decisivo será indispensable aguardar la publicación más completa de los textos.

Bibliografía. P. Matthiae, Ebla: an Empire Rediscovered, 1980; BA 39, 1976, pp. 44–52, y artículos de P. Matthiae y G. Pettinato en revistas (Orientalia 44, 1975, pp. 367s, etc.).

D.J.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico